Era la tercera vuelta que mis amigas y yo le dábamos al primer piso del centro comercial, nada nuevo se encontraba en estos pasillos. Subimos al área de comida, mis ojos exploraban el lugar, de todos los colores que había, el único que capto mi atención fue el de un par de ojos, ojos cafés, tan comunes en esta ciudad, pero de alguna manera lograron cautivarme, se notaban perdidos, al igual que yo, pues me encontraba caminando por el sendero de su iris, tal era el hechizo de sus ojos que tropecé y al levantarme aquel sendero se había esfumado.
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Escritos
PoetryAl principio inicie esta historia sin ningún tipo de proposito, pero siendo sincera se ha convertido en el lugar donde descargo mi mente, todos los sentimientos, momentos, pensamientos y situaciones que se vuelven inexplicables, pero que se vuelve...