Capitulo 1 (Te conocí)

680 21 2
                                    

Halloween, un día en el que podemos ser quienes queramos.

Para este año no tenía pensado nada hasta que un grupo de amigos me invitaron a un centro comercial, como era de esperarse tenían planeado ir todos disfrazados, el pequeño detalle era que yo no tenía que colocarme. Al abrir mi armario encontré algunas cosas que poco combinaban pero qué más da, era Halloween.

Termine de alistarme y al mirar la hora salí corriendo de mi casa. Siempre llegaba tarde a todos lados y según como iba hoy no sería la excepción.

Al llegar al centro comercial donde nos encontraríamos empecé a caminar y dar vueltas por todos lados, lo peor era yo sin internet, sin minutos y ese lugar a punto de estallar por tantas personas. Hasta que por fin los encontré cerca a la fuente que se hallaba, podría decirse, en medio del lugar. Caminando hacia ellos pase al lado de un chico el cual me llamo la atención, nada del otro mundo, simplemente no estaba disfrazado y estaba recostado a una pared solo, al parecer esperando a alguien.

Antes de tan siquiera acercarme mis amigas se balancearon sobre mí y me abrazaron.

- Creí que no llegarías María -Dijo Sam- Por allá hay un chico lindo y parece que es amigo de Natalia.

Voltee a ver hacia donde el dedo de Sam señalaba.

- Oh si, lo vi. -Dije- Pero solo es un chico, simpático nada más.

Todas voltearon a verme como si hubiera dicho lo más tonto del mundo. Recordé que mis gustos no se asemejaban ni un poco a los de mis amigas, por eso preferí ir a saludar a mis amigos Juan y Álvaro.

Al rato llego Natalia saludando a su amigo y llevándolo a donde nos encontrábamos. Nos presentamos y fuimos enseguida a comer helado.

Todas estaban a su alrededor haciéndole preguntas y mirándolo con ojos de lince, como si no quisieran perder ningún detalle de él y los chicos bromeando. Por otra parte yo sólo lo determinaba, intentando que no se diera cuenta.

Su cabello lacio y castaño, su piel blanca como la nieve, su sonrisa, su perfecta sonrisa. Me concentré tanto en su ella que no me fije en que momento empezó a verme, fue ahí cuando encontré algo más que me gustaba de él. Aunque sus ojos eran claros y verdes, con los cuales pudo llamar la atención de mis amigas, su mirada profunda era encantadora, hacia que me perdiera de momentos.

Luego de verlo por unos minutos sentí la tensión que se había creado en el lugar. Habían dejado de hablar y sólo él y yo nos veíamos a los ojos mientras mis amigos estaban espectadoras viendo que ocurriría.

Termine mi helado lo más pronto que pude. Busque entre mi bolso y encontré mi celular y los auriculares, coloque un poco de música mientras esperaba a los demas. No quería sentirme incómoda como hace un segundo.

Al rato terminaron, ahora no sabíamos que hacer

-¿Vamos a los juegos? -pregunto Natalia.

-Sí, sería buena idea. - dijo Andrés -Así nos divertimos un rato.

Todas aceptamos y fuimos. El lugar estaba lleno. Niños corriendo con sus disfraces, madres corriendo detrás de los niños.

Entre la esperas que habían de aproximadamente cinco minutos en cada juego intentaba concentrarme en algo para no tener que mirar a Andrés, no sé qué hacía que al verme me colocaba nerviosa.

No me gustaba toda la atención que le daban, si tenía su encanto, pero no era para tanto.

-¿Y que te gusta hacer?-Pregunto una voz a mi lado.

Voltee un poco, sabía que era él.

-No mucho-Conteste.

En ese momento seguía nuestro turno para montar al juego. Salvada de un momento incómodo.

El resto de la tarde la pase sentada escuchando música mientras ellos seguían jugando, esperando la hora en que tenía que regresar a casa.

----

Días después mientras leía un libro sentí vibrar mi celular, una notificación.

La abrí y el perfil de Andrés apareció en la pantalla de mi celular. Sus imágenes querían hacer parecerlo chico malo, eso me causo mucha risa. Apague el celular y volví a mi lectura.

Los siguientes días fueron igual de aburridos y monótonos. Escuela, televisión, leer, cosas que disfrutaba un poco hacer, pero sinceramente luego de un tiempo sentía que moriría.

Un miércoles mientras terminaba la tarea de filosofía escuche sonar mi celular.

-Hola chica, ¿cómo estás?- Vi en la pantalla.

Revise y efectivamente era Andrés.

-Hola. Muy bien ¿y tú?- Respondí.

Empezamos a tener una típica conversación y luego de un rato pregunto.

-¿tienes novio?

-No, esas cosas no van conmigo.-Respondí burlona.

-¿Como una chica tan linda puede estar sola?- Pregunto.

Tenía que dañar todo. Algo que me parecía tonto de los hombres es que todos dijeran los mismos diálogos rebuscados.

Intente responderle de la forma menos grosera.

-¿Y cómo un chico como tú no anda estudiando?-Dije finalmente.

Al parecer le desagrado mi respuesta, pues de inmediato se despidió.


, �=0W"��

Amor efímero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora