CAPÍTULO 10

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Mark ya perdió el control, está empapado de sudor y tiembla de miedo. Lo que se me hace extraño porque maneja el arma a la perfección. Y eso sólo significa una cosa... Y es que él ya ha pasado por esto tantas veces que tiene traumas. Tal vez odie este mundo, quizá su pasado lo atormenta y en vez de tener sueños llenos de éxtasis tiene pesadillas, pero es que es él quien decide atormentarse.
Existen dos tipos de personas al sobrellevar el pasado, el dolor y las cicatrices. La primera es la que definitivamente no lo supera ni un poco y queda con unos traumas tan jodidos que le entran ataques de pánico, depresiones e incluso desarrollan enfermedades psicológicas como trastorno de múltiple personalidad o esquizofrenia. Y la segunda es la que aprende a convivir con eso y lo incluye en su vivir, incluso le empieza a agradar, tiene sueños sobre eso que lo hacen sentirse pleno y se vuelve extremadamente fuerte.
En este caso Mark es el primero, no digo que tenga problemas mentales, sólo que no aprendió a vivir con sus temores. Y yo... Pues yo soy una combinación de los dos, aun tengo secuelas de tantas mierdas, pero me gusta este mundo.
En este tiempo de reflexión ya él le dio a otros dos. Uno se está desangrando y el otro yace en el piso con un tiro entre ceja y ceja. Es tan triste como puedo describir esto con tanta simpleza... Un asesinato sería digno de detalles, pero eso enferma y pues joder, que si tengo corazón.
Esto debería ser un poco más emocionante.
Sigilosamente me arrastro hasta dar con el computador que está conectado con los parlantes repartido por todo el lugar. Me lleno de emoción y busco una canción que el momento amerite.
Sweet Dreams, de eurythmics.
En realidad es de Marilyn Manson, pero la primera suena mejor para esta ocasión.
Me subo a un mesón que hay un poco escondido y apunto a la cabeza de un calvo que se está acercando de más a Mark.
Si, mierda, ya me di cuenta que soy un blanco fácil. Pero con la música a tope, una pistola en la mano, varios tragos encima, un chico guapo que está de mi lado y un tiroteo se me subieron las emociones y me dejé llevar.
Varios me apuntan, pero no dan.
Empiezo a mover la cabeza de un lado a otro en un intento fallido de bailar al compás de la música, mientras que tiro bala a los malos.
Ya solo quedan 3. Y no tengo más balas. Comienzo a cantar y me bajo de un salto, camino aún cantando hasta uno de los tipos que me mira raro, está confundido con esto de la música y mi acercamiento repentino. Cuando estoy bastante cerca de él saco un cuchillo pequeño de mi bota y se lo clavo en el cuello antes de que pueda reaccionar. Un chorro de sangre me cae en el vestido mientras que el tipo me mira suplicante, como si pudiera salvarlo, le sonrió y le guiño un ojo, no siento ni un poco de lastima por él, de hecho siento que se lo merece. Los otros dos me miran espantados por la naturalidad que lo hice mientras bailaba y cantaba.
Uno de ellos se viene contra mí, cuando ya está por pegarme un puño llega Mark y se le tira encima mientras que lo golpea sin parar. Lo coge del pelo y tan rápido como puede lo estampa contra en suelo, haciendo que suelte sangre por la boca y que quede con la mirada perdida.
Yo me quedé atónita porque... Bueno, porque se supone que Mark es un gallina. El último que queda literalmente se va corriendo, yo diría que es por cobarde, pero no. Va a llamar al "jefe".
-Eres un desastre de mierda Alicia.-Dice una voz detrás, su voz me sigue pareciendo tan...no sé, me gusta.
-Lo sé, ¿y sabes que también sé? - Pregunto con una sonrisa de medio lado. Él niega y yo avanzo hacia él hasta quedar a unos pocos centímetros de sus labios para seguir hablando.
-Que el destino al parecer nos quiere juntos.
-Entonces el destino es un verdadero hijo de puta.
-Oh si, si que lo es, chico malo.
Inhalo y me vuelvo completamente seria.
-Es mejor que te vayas, ya te has metido lo suficiente, lo que sigue es peor de lo que piensas, además no es problema tuyo.
Mark dudó unos segundos moviendo su cabeza de un lado a otro.
-Pero ya tengo el bichito de la curiosidad.
Solté una carcajada limpia ante su confesión.
-Pues te quedaras con él, lárgate antes de que te saque a patadas.
Mark iba a replicar, pero una voz se lo impidió. Una asquerosa voz que jamás podré olvidar.
-Oh no gatita, él se queda.
Y la música dejó de sonar.

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Bueeeeno, ¿Qué hay de nuevo pandicornios?
Si, ya sé que se supone que en la semana debería haber subido 3 capítulos y sólo subí uno, peeeero, en mi defensa puedo decir que no tuve tiempo ni de respirar, así que hoy subiré dos, intentaré subir el tercero pero no prometo nada. Además para mí estos dos cap están bastante buenos, la verdad soy muy nueva en esto de escribir, pero algo es algo y peor es nada...
Sin más que decir:
Mis más dulces pesadillas, Majo.

ALICIA EN EL LUGAR DE LAS PESADILLAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora