El resto del día fue normal, los chicos se habían quedado en casa de su compañera a pedido de la chica castaña, por la noche, en una habitación que solía utilizar Aizawa cuando se quedaba, los tres chicos se acomodaron mientras las chicas se quedaban en la habitación de la dueña del lugar, Uraraka no había tardado tanto en caer dormida, muy al contrario de la chica que solo miraba al techo de la habitación, en espera de que su propio cuerpo decidiera descansar.
Recordaba solo cerrar los ojos unos momentos, más cuando los abrió era de mañana, los primeros rayos del sol atravesando su ventana anunciaban el amanecer, se estiro para tomar su móvil de la mesita de noche, las 6 y cuarto, apago el móvil y se levanto de la cama, se estiro un poco y camino a la cocina, procurando no hacer ruido.
En la cocina, dejo su móvil en la encimera y rebusco en su refrigerador, buscando algo con lo que pudiera cocinar el desayuno, para ella y sus invitados, al tener la idea empezó con su trabajo, vivir sola te obligaba a aprender a cocinar. Según había sido informada por su compañero bicolor ese día no había clases, por lo que podría simplemente regresar a la cama y volver a dormir, la cosa era, que no podía volver a conciliar el sueño.
Al terminar el desayuno, dejo todo en la estufa, y volvió a su habitación, su móvil lo había dejado en la cocina por lo que solo tomo sus cosas y salió a la ducha, un refrescante baño vendría bien, al terminar y cambiarse, aun con el pelo mojado, volvió a la encimera, miro su móvil viendo la hora, las 8 de la mañana y antes de poder hacer algo, la voz de una persona se escucho en la entrada de la cocina.
—Buenos días Maiko-san —escucho a Todoroki, a quien no tardo en girar a ver
—Buenos días Todoroki-san —el cabello despeinado del chico por un instante le causo gracia, mas no dijo nada
—No es necesario que me digas San —dijo él tomando asiento en una silla
—En ese caso también no me pongas el San —regreso ella ahora empezando a secarse el cabello —Todoroki-kun —llamo la chica al chico quien ante el llamado le vio —espera aquí, iré a despertar a todos y a dejar esto —señalo la pequeña toalla, recibiendo el asentimiento de él, regreso a su habitación
Al entrar a su cuarto dejo la toalla en una silla y se dispuso a despertar a Uraraka, aunque no tuvo suerte alguna, por lo que decidió dejarla dormir un poco más, salió en dirección a la contigua habitación, donde Midoriya e Iida descansaban, al tocar y no recibir respuesta, abrió la puerta asomando su cabeza, dos bultos en sus respectivos futones fue lo que vio, al parecer Todoroki había recogido el suyo, se acerco y miro a ambos, les movió, hablo y cuando noto que ambos estaban despertando, informo que el desayuno estaba listo y que fueran. Un pequeño y perceptible si por parte de ambos fue suficiente para dejarles y salir.
Volvió a su pieza donde Uraraka aun dormía, se acerco a ella y movió, sin éxito algo, soltando el aire volvió a intentarlo, esta vez, logrando que la chica se moviese y abriera apenas los ojos, le informó que saliera a desayunar, recibió un asentimiento con la cabeza y salió regresando a donde el primer chico estaba, la cocina-comedor.
—Despiertos están, pero no levantados, empecemos a comer puede que tarden en venir —informo ella yendo a donde la vajilla estaba acomodada
—Te ayudo a servir — hablo él para después pararse de la silla donde había estado sentado
—No es necesario, yo sirvo después de todo ustedes son mis invitados —la chica fue a donde el desayuno estaba, empezando a servir ambos platos
El desayuno paso tranquilo, poco después de empezar llegaron los demás ya arreglados, al servir a sus invitados todos siguieron con el alimento con tranquilidad y en silencio, ninguno tenía nada que decir. Al terminar, unos recogieron, otro limpio y un par mas lavo los trastes utilizados, y aunque había cierto silencio, solían conversar de vez en cuando.
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CREE EN MI (Todoroki Shoto) [EN EDICION]
FanfictionAños de entrenamiento, noches en desvela, infancia arruinada. Me esforcé para dejar de ser débil, peleé con los monstruos de mi habitación pero aun así, la niña de hace años sigue dentro de mí, fue cuando te conocí, mis miedos se perdieron y mi fuer...