~ 10 ~ 🔥Sueños❄️

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—¿¡Qué hago aquí!?— el grito de desesperación de una pequeña niña se podía escuchar dentro de aquel boscoso sitio

—Aquí te quedaras —no veía nada, la cinta en los ojos le cubría la visión pero podía diferenciar el tono de voz de su madre

—¿Mamá? —una voz tan temblorosa que apenas podía ser distinguida

—Solo nos has traído desgracias —no sabía que expresión tenía su madre, pero por el tono pudo ver en su cabeza, desprecio

—¡no!... esperen no se vayan, no me dejen ¡mamá! ¡papá! —el grito agudo de un grito a causa de un golpe y los quejidos por otros más —por favor —la pequeña suplicaba, suplicaba que sus padres le quisiesen y deseaba con todo su ser que aquello solo fuera una broma muy pesada, pero, muy dentro de su corazón, muy dentro de su conciencia sabia que lo que quería solo era un sueño, uno imposible para ella —por favor...

———

Cuando abrió los ojos la oscuridad la recibió, se levanto de aquel sillón donde se había quedado dormida, y quedo sentada con la vista al frente a un punto especifico, recordando una y otra vez el sueño, la sensación de miedo, el dolor en el pecho y sobre todo, el odio que sintió a si misma por aquello, por sentirse insuficiente para esa pareja.

El cuerpo le dolía, el sillón no era nada cómodo pero la sensación del pecho era peor para soportar, se sentía agobiada, el aire quería empezar a faltarle, su cuerpo no le respondía a nada y solo temblaba, Yuki se encendió ante aquella alerta física, pero poco pudo hacer, hablo a la chica que negaba a sus palabras, sabia que le sucedía, un ataque de pánico empezaba a asomarse en su cuerpo, escuchaba a Yuki pero no podía hacer más, no quería que nadie que no fuera Aizawa la viera de esa forma, no quería que nadie mas la viera asi, apretó sus manos y las hizo en puño apretando lo suficiente para sentir sus uñas enterrarse en su piel, sentía húmeda su palma pero no dejo de ejercer fuerza.

El recuerdo la atormentaba, la sensación la sofocaba, su vista se nublo y supo que estaba llegando el momento en que las lagrimas empezarían a salir, y con ello la garganta le escocia por las ganas de gritar que la consumieron en un momento, estaba por ceder a su pánico cuando escucho un pitido, el pitido de una maquina de hospital de signos cardiacos, aun con la vista aterrada miro hacia al frente, en algún punto de su ataque había bajado la vista y se había hecho un ovilló en el suelo, la pantalla de la televisión estaba encendida, no había imagen, pero si una línea, una que aumentaba cuando se escuchaba un pitido, no pudo hablar, no pudo saber por que eso se mostraba, y entonces, una voz, una que aunque sonara cansada, sonara amortiguada por algo, no le impedía saber de quien se trataba.

Aizawa Shota, le hablaba por la pantalla, no encontró causa y tampoco le importo, una palabras tranquilas, unas que desde pequeña le había dicho, una que le hacia levantarse cada mañana, entrenar cada vez mas duro.

—Estoy aquí Mak —el pánico no se iba, el sonido de la voz por un instante lo escucho tan bajo y casi inaudible que tuvo que respirar para calmar el gran palpitar de su corazón —no tienes que tener miedo, estoy aquí, sigo aquí —él lo sabía, el pánico no se desataba por los recuerdos, se desataba por la sensación de perder lo que tanto le costo mantener, el pánico que perder a quien le quería y a quien quería, el pánico de quedarse sola —solo respira, escucha mi corazón —con eso, solo esas palabras y se empezó a escuchar el latido de un corazón al ritmo de la maquina de signos vitales, solo eso basto, se sintió abrazada, se sintió cerca de él

No recordaba cuanto había pesado desde entonces, en algún punto dejo de escuchar a Shota hablar y solo se mantenía el sonido del latido, cuando empezó a recobrar los sentidos se puso de pie y tomo asiento en el sofá, Yuki informo a Aizawa y poco después, cuando esta podía formular palabra el hablo, hablo solo contando como había sido ese día en el hospital, como estaba Trece y como Hizashi había ido en la mañana a hacerle compañía y aun estando en el hospital no había dudo en gritar, una anécdota extraña pero que a ella le sirvió para distraerse, el maestro siguió contando ahora, como es que lo habían alimentado, y lo inmóvil que estaba por las vendas, como Recobery Girl le beso para sanar mas rápido sus heridas, ella se imagino la escena y se le escapo una pequeña risa, su respiración empezaba a tranquilizarse, sus manos y piernas empezaba a sentirlas normales y dejo de escuchar el latido de su propio corazón en la cabeza, volvieron a quedar en silencio, ella carraspeo quitando la amarga sensación de su garganta.

—Gracias... —y aunque le había costado formular aquella simple y pequeña palabra recibió una afirmación

—Ven al hospital, pasa aquí lo que resta de noche — hablo él, ella negó con la cabeza aun si no le vio, pero, Yuki lo informo —le diré a Hizashi que vaya —otra negación, el suspiro del mayor no tardo en aparecer

—Estaré bien —hablo ella mas claro que antes, con menos molestia, y aunque las lágrimas seguían saliendo de sus ojos, estaba mejor —tomare algo de té y me iré a dormir a la cama —hasta ahora sentía el cansancio físico, y aunque ya había dormido, su cuerpo le pesaba —cualquier cosa que pase Yuki te llamara...

—Bien —ya no hubo mas conversacion, Yuki termino la llamada cuando Aizawa deseo buenas noches para su hija

Y aunque Maiko tardo unos minutos en levantarse, como dijo que haría, se preparó un té que tomo enseguida, fue a su habitación limpio su mano donde se había lastimado con sus uñas que para fortuna no fue grave sino superficial, al terminar se acostó, el sueño era bastante, por primera vez en mucho tiempo, sentía el sueño en su cuerpo, no sabia si eso era bueno o no, pero, mientras lo sintiera lo aprovecharía al máximo, se acomodó, cerro los ojos y después de mucho tiempo, concilio el sueño a la primera y sin esfuerzo.

Un bosque, muchos arboles frondosos, poco cielo se podía ver por culpa de estos, el aire frio, la tierra fría, el sentimiento de culpa y terror, cuando logro quitarse aquellas ataduras de su cuerpo, pudo ver entonces, su cuerpo golpeado, su ropa rota, su sangre seca y las marcas de la soga en sus muñas y tobillos, las lágrimas salían sin permiso y sin control, la pequeña de 5 años, sola, en el bosque lejos de la ciudad, sin comida, sin agua, sin nada que pudiera hacer para salvarse, las ganas de seguir se habían terminado cuando se dio cuenta de todo, cuando recordó cada cosa que había pasado en sus pocos años de vida, solo deseaba una familia.

Permaneció en aquel lugar un par de días antes de ponerse de pie y caminar, no sabia a donde iba, no sabia siquiera por que se ponía de pie y no sabía siquiera porque trepaba un árbol para tomar una fruta y comerla desesperada, no tenia a nadie, no podía hacer nada con su don pues no sabia utilizarlo, no sabia que hacer o por que siquiera seguir pelando para vivir.

———

Abrió los ojos cuando la luz le dio de lleno en el rostro, el sol anunciaba un nuevo día, se tallo los ojos notando enseguida lo húmedos que estaban, al parecer había llorado en sueños, y aunque recordaba un poco de aquel no sabia con exactitud lo que había visto, miro su móvil, las 6:30 de la mañana, un mensaje de Shota la recibía, "desayuna" es lo único que decía, se puso de pie y fue directo a la ducha, se aseo y cuando estuvo lista se ato el cabello en una cola y se alisto para la escuela, no tenia ganas, pero no podía faltar, y no quería faltar.

Empezó a preparar su desayuno, algo simple, algo ligero, un poco, pues no tenia apetito, y sabia que si no lo hacia Yuki informaría, su propia creación en su contra, termino de comer y coloco los trastes en su lugar, los lavo, pues eran pocos y se termino de alistar, cuando estuvo lista, salió de su departamento en dirección a la escuela.

Ese día había sido muy melancólico, pues aunque se había decidido a olvidar lo del día anterior su cabeza parecía querer revivir su infancia, aunque no recordara nada desde los 8 años, no sabia el por qué, pero tampoco trato de averiguar esos tiempos. Solo recordaba estar en casa de Shota, llamarlo "nuevo papá" y entrenar con él y más héroes, a quienes en un inicio desespero por su poca fuerza.

Sus quirks presentándose en años distintos y aunque era bastante extraño, los exámenes médicos no indicaban nada malo. Miro al frente cuando la gran entrada de la escuela la recibía, siguió avanzando y tras unos minutos mas termino llegando a su aula y a su lugar, no se encontraba en sus mejores ánimos, pero al ver a sus amigos sonrió y saludo, tal vez podría distraerse en la escuela al menos un rato. 





08 Sep 24

:]

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⏰ Última actualización: Sep 08 ⏰

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CREE EN MI (Todoroki Shoto) [EN EDICION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora