3🦁No, no, don't bite

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Mark merodeaba por la casa vistiendo la ropa de John, debido a su trabajo no habían podido ir por prendas que le quedaran al menor. Al menos hasta ese día, su amo regresaría temprano para poder ir por ropa.

El lugar era diferente al anterior, mucho más grande y por alguna razón el cachorro de León se sentía seguro y libre, no como en ese lugar de cuatro paredes y unas rejas en el que estaba antes, recordarlo el causaba escalofríos.

En serio no quería volver.

Tenía casi un mes viviendo con John pero Mark ya consideraba éste su hogar, le gustaba dormir cerca de su amo, en su forma animal se acostaba entre su hombro para que por la mañana lo pudiera levantar y así desayunar juntos, mmm Mark amaba tomar leche caliente por las mañanas.

[...]

Sus garras se pasaban por el sofá antes de saltar y correr por toda la sala jugando con la almohada, sólo de detuvo cuando escuchó que la puerta era abierta, corrió tan rápido como sus patitas gorditas y peludas se lo permitieron, cuando visualizo a su dueño maulló con felicidad impulsándose para saltar sobre él.

John rió con ternura, tomando al felino entre sus brazos para llenarlo de besos y rascar su pancita.—¿Quién es es mi leoncito hermoso? ¡Si, tu lo eres! —Lo cargó hasta la sala en donde su sonrisa comenzó a desvanecerse al ver el desastre.

Sus almohadas importadas desde la India hechas pedazos y uno que otro mueble arañado, John estaba punto de llorar al ver las plumas regadas por todo el lugar. El felino al notar su expresión lamió su mejilla una y otra vez como si quisiera pedir perdón cuando su cabecita se apoyó en su mejilla.

El híbrido salto de sus brazos y corrió a la habitación apareciendo segundos después con una de sus camisetas, en su forma humana. Mark tenía sus mejillas rojas mientras tomaba una de las almohadas intentando meter las plumas dentro pero era imposible por que se salía de los otros agujeros.

—A-amo perdón, estaba j-jugando y se sentía rarito contra mis patitas.—Pronunció bajito mostrando sus manos.—Entonces esto pasó. Lo siento amo.

John suspiró con una media sonrisa.—No te preocupes, leoncito. Supongo que ya habrá más.—Si, seguro.

Ciertamente no tenia el corazón para enojarse mucho tiempo con nadie, el problema con Mark era que en si, no podía enojarse para nada con él.

Es que cuando lo miraba con esos particularmente grandes ojos ámbar, brillantes y esa boquita preciosa formando un puchero, John simplemente no podía. Al contrario le daba ganas de llenarlo de mimos y besitos.

Y eso hizo, Mark incluso en su forma humana era pequeño, tenía el cabello  castaño clarito con mechones cafés oscuros y negros, y rizos bonitos en algunos lugares cerca de sus orejitas peludas, era delgado y de tez clara, sus hombros eran pequeños también, era precioso.

Y suyo, el híbrido se dejó caer en su regazo buscando mimitos que él no se negó a darle, Mark olía a vainilla, se acentuaba a él, igual de suave que su cachorrito.

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El viaje al centro comercial fue una odisea, porque Mark se asustaba con cualquier ruido y claramente los cláxones, los autos, la ciudad en si lo mantenía alerta contra la ventana. El chico tenía un gorrito azul claro que ocultaba sus orejitas, cuando bajaron del auto, Mark se pego a él, abrazándose fuertemente de su brazo con una mirada impresionada.

❝ Clumsy lion.🦁 ❞ -JohnMark. ⋆⑅˚₊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora