Natalie y Antony estaban en el restaurante. Ya habían ordenado la comida, listos para deleitarse con lo exquisito que se veían los platillos. Los macarrones favoritos de Natalie y espagueti para Tony.
—¿De beber no quieres algo? ¿Vino? ¿Agua? —preguntó Natalie.
—Gracias, pero no, yo no bebo alcohol y agua ahora no. Prefiero un buen refresco.
—Pediré dos refrescos, ¿de cuál gustas tú?
—Me fascinaría una Coca-Cola.
—Excelente. Disculpe —le habló al mesero—, queremos dos refrescos de Coca-Cola.
—Claro, en un momento los traigo —se retiró de la mesa.
—¿Entonces, si irás conmigo a la fiesta?
—No lo sé, no me gustaría que las cosas se vean mal entre tú y yo.
—¿A qué te refieres, Antony?
—Imagina que, si alguien de la compañía se enterara sobre esa salida, podría armarse un escándalo. Además, no quiero problemas con el señor Beck.
—A ver, es una salida fuera del trabajo, no debería importarte si alguien se entera, y Beck no importa, ten por seguro que no se meterá contigo.
—De cualquier forma, yo consideraré tu propuesta.
—Está bien, pero no espero una respuesta negativa de tu parte o si no te despediré.
—¿!Qué¡? —se alteró un poco— ¿Hablas en serio?
—Tranquilo, era una broma —rió—. Acostumbro a asustar a las personas con bromas.
—Menuda broma me hiciste, casi se me sale el corazón.
—Lo siento mucho, no quería que te alteraras —dijo apenada.
—No te preocupes, al menos fue una simple broma.
—Cuéntame, ¿arreglaste el asunto con tu pareja? —preguntó con mucha intriga.
—No he podido comunicarme con ella, supongo que está llena de trabajo.
—¿De qué trabaja?
—Es modelo, las personas la contratan para que sea la imagen sobre cualquier cosa.
—Muy interesante, ¿y por qué pelearon? No quiero ser entrometida, si no quieres hablar de ella, lo entiendo.
Natalie era muy astuta, quería saber que tan dañada estaba la relación de Antony, así enganchar sus manos en él.
—No hay problema. Ella se molestó conmigo, debido a un acto mío un poco detestable.
—¿Qué fue lo que hiciste?
—Es un defecto... Hay cosas que me apenan hacer en público, como abrazar o besar.
—¿Se molestó por esos motivos?
—Sí... —calló 5 segundos— Ella quería hacerlo, pero por esa razón la rechacé.
—Ay, Antony, pero como va a molestarse con eso. Ella no te comprende, en su lugar yo vería eso como respeto hacia la intimidad.
—Desearía que ella lo reconozca así, pero no es el caso —bajó la mirada.
—No te sientas mal, si ella no pone de su parte para resolver las cosas, deberías darte tiempo.
—¿Qué clase de tiempo? —preguntó confundido.
—A lo que me refiero es que te des un espacio, enfocando tu mente y corazón en otros aspectos.
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Un amor sin rumbo.
Teen FictionRicardo cuenta una linda pero terrible historia a sus hijos, donde él intenta expresar el dolor y el amor a la vez. Antony Valenzo, el protagonista de esta historia, entra a trabajar a una empresa, donde conocerá al supuesto amor de su vida. Tambié...