La Perra Y El Nerd || Park Jimin • Lemon •

...

Podía recordar el frío, el dolor en los huesos y el ardor inestable en mi rostro, también el rostro lloroso de mamá...

Las lágrimas han comenzado a caer por mis costados al recordar todo lo sucedido y al final he terminado por despertar alertándome por el tacto en mi mejilla, encontrándome a Jimin sentado a mi lado. 

—Tranquila...— murmuró con una voz dulce mientras terminaba de limpiar la última lagrima de mis recuerdos. 

Me he quedado en silencio por unos instantes para después terminar otra vez en lagrimas.

—Lo lamento mucho, Sook— volvió a murmurar desde su lugar mientras jugaba con sus manos por unos segundos. 

—Necesito ir con mi madre— me apresure a decir intentando ponerme de pie, pero Jimin me lo ha negado al instante. 

—¿Estás loca? Sook, ese sujeto te metió la paliza de tu vida, tienes suerte de no tener las costillas rotas— dijo. 

Le he negado con la cabeza intentando por segunda ocasión ponerme de pie. 

—Por favor...— le rogué volteándolo a ver.

—Sook, ni siquiera puedes mantenerte de pie— 

—¿Qué voy a hacer?— susurre volviendo a negar con la cabeza y mirando fijamente hacía el suelo. —Tengo que sacar a mi madre y hermanos de ahí...—

—Sook...— me llamó cuando me acerque a la orilla de la cama, intentando ponerme de pie y a duras penas consiguiéndolo. Park no tardó en seguir mis pasos. 

—Vuelve a la cama— Le he negado con la cabeza, intentando dar los últimos pasos hacía la puerta, pero el dolor en las costillas me hizo soltar un pequeño quejido. Le he escuchado soltar un suspiro mientras avanzaba hacía mi. 

—Tengo que ir— le susurre con la voz quebrada y con los ojos fijos en los suyos cuando se coloco frente a mi. 

—Tienes que descansar— me respondió con voz tranquila mientras se acercaba para cargarme con delicadeza y llevarme devuelta a la cama. Me he quedado en silencio mientras el castaño se sentaba en la cama, sin apartarme de sus brazos. 

Quería llorar, soltarme en lagrimas todo el día sin importarme si Jimin estaba presente, o si me estaba abrazando de manera tan protectora. —Duérmete otro rato, Sook— me dijo, volteandome a ver mientras llevaba uno de mis mechones de cabello detrás de mi oreja. —Estás segura, puedes dormir— me aseguró. 

He soltado un suspiro provocando que los labios me temblasen y atrayendo la mirada de Jimin hacia estos por accidente.

—E-Está bien...— murmure, saliendo de las piernas del castaño para acomodarme en la cama.