【𝗠 𝗨 𝗗 𝗢 】𝙺𝚊𝚌𝚌𝚑𝚊𝚌𝚘

▽CAPITULO 20▽

Después de un largo rato en el que intento cepillar el cabello de Toga logró que este se mantuviera suelto y un poco despeinado.

- !Listo! No es un gran cambio pero algo es algo.

-¿Me veo bonita Ochako-chan? - Himiko intentaba hablar sin parecer tan extraña.

Para ser sincera Himiko tenía un hermoso cabello, era un poco más largo que el de Ochako pero el color rubio era muy bonito en cierto punto le recordaba a Katsuki. No era igual de suave y tampoco tenia el mismo aroma pero el color podía pasar casi por ser igual.

Intento acomodar el último mechón del cabello de Himiko el cual parecía querer iniciar una pelea con Ochako pues no parecía querer cooperar con la situación. La mirada de Uraraka viajó por toda la habitación intentando buscar un poco de agua para mojar el cabello de Toga pero era más que evidente el hecho de que en ese lugar no tenían ni la más mínima gota de agua.

- Inténtalo con saliva - comento Humiko en un tono de lo más natural - a veces yo lo hago.

Ochako no tardó el restregar sus manos en el suéter rosa al sentir un poco de asco por las palabras de Himiko sin embargo le había logrado sacar una pequeña sonrisa a la castaña.

No era incómodo el tratar de convivir con ella, pues en ocasiones Mina realizaba comentarios igual de tontos o un poco asquerosos.

- Bueno... fue lo mejor que pude hacer.

La voz de Dabi atrajo la atención de ambas. Los ojos de Ochako no podían creer lo que estaban viendo, parecía que las personas nunca dejarían de sorprenderla.

Pellizco sus cachetes y parpadeo varias veces intentando aclarar la imagen que estaba justo frente a sus ojos. Era Dabi, no podía decir lo contrario pero ¿Dónde estaban esas enormes cicatrices? Parecía que se habían esfumado de un momento a otro, como si nunca hubiera estado en la mayoría de su piel.

Parpadeo una última vez, la mirada de Ochako era de sorpresa y curiosidad.

- De saber que eras así... te hubiera violado hace bastante tiempo - Himiko se levanto del suelo para poder estar cerca del azabache quien mostró una cara de pocos amigos. 

Ochako en un intento por salir del incomodo momento se levanto rápidamente tomando las manos de ambos para poder salir del viejo edificio y caminar a la plaza que no estaba tan lejos de aquel lugar. Su mirada nerviosa viajaba de izquierda a derecha tratando de no encontrar a alguien conocido y tener que inventar una nueva excusa. 

- Te puedo notar nerviosa ¿Yo soy la causa de tus nervios? 

- Muchas cosas son la causa de mis nervios, no te sientas especial Davi. 

- Nunca me he sentido especial.

- Oh. - ambos se limitaron a guardar silencio y continuar el pequeño camino.