Daniel- parte 3.

14 0 0
                                    

Lo más importante siempre ha sido los sentimientos, si te hace sentir cosas increíbles, es el indicado, bueno, al menos eso decía mi madre en todas la platicamos que teníamos acerca de chicos y justo después comenzaba a contar la historia de como se enamoró de mi padre.
Cuando mi familia comenzó a tener problemas tuvimos que mudarnos a la cuidad, de cierta manera y les seré honesta, yo lo necesitaba, en los últimos meses había perdido a mis amigos cercanos y la escuela se había convertido en una tortura con cada día que pasaba. Así que el día anterior al qué nos fuéramos, Emilio, mi mejor amigo casi como mi hermano preparo una fiesta de despedida, invito a mi familia y a mis amigos, bueno, los que me quedaban, y aunque era una fiesta, yo estaba de lo más aburrida posible y fue entonces cuando apareciste con un regalo en tus manos y acompañado de mi tío, el siempre hablo de ti y de tu familia desde que yo era pequeña y mi prima también, pero, jamás en mi vida te había visto, no entendí porque estabas ahí, no eras de mi familia y mucho menos parte de mis amigos, pero mis tíos dijeron que te quedarías una semana con ellos y que te trajeron porque no tenías con quién quedarte. La fiesta siguió, pero de cierta forma me sentía fuera de lugar de nuevo apesar de que los juegos estaban divertidos, pero no lograba sentirme bien así que opte  por salir un rato del pequeño salón y me fui al patio, me senté en el pasto dejando que el viento tocará mi rostro, esperando que mi mente se aclarara un poco para poder volver de nuevo, escuché como alguien se acercaba pero no quise abrir los ojos hasta que te vi a mi lado y aunque esperaba alguna reacción mala no paso nada, no fue incómodo de hecho ese silencio fue totalmente reconfortante para mí, después de unos minutos comenzaste a hablar, ¿Alguna vez haz conocido a alguien con quién simplemente haces Clic? Ese eras tú, hablamos durante toda la fiesta, me fui a casa con tu número de teléfono y una sonrisa en mi rostro, los siguientes días me ayudaste con la mudanza ni siquiera te lo había pedido solo lo hiciste, eras mayor que yo, siempre 2 años más, me encantaban tus ojos verdes era extraño encontrar a alguien con ese color de ojos, tu piel era blanca incluso más que la mía y tú cabello marrón muy claro. Después de la mudanza los días siguientes solo no las pasamos hablando y salíamos al centro de la cuidad te volviste todo para mí, cada vez que escuchaba una canción bonita ahí estabas, de hecho estuviste mucho tiempo a mi lado en los momentos más buenos y los malos también, y cuando estaba a punto de caer ahí estuviste. En mi graduación de la preparatoria me dijiste que te había otorgado la beca completa para irte a España me puse tan feliz por ti que incluso olvide la idea de que no estuvieras conmigo, te lleve al aeropuerto semanas después y así de rápido como llegamos así de rápido te fuiste. Te quise por todo lo que hiciste por mi, por sanarme, por levantarme cuando ya no pude más y por el simple hecho de que estabas enamorado de mi, eso fue lo último que me dijiste antes de irte, me miraste a los ojos y con ambas manos me sostuviste el rostro y dijiste "Estoy enamorado de ti como no tienes idea, hazme un favor Darcy... No te enamores de alguien más, no me rompas el corazón, prometo regresar y cuando regrese no te dejaré ir nunca, nunca"

Bueno, Daniel, lamento decirte que he roto mi promesa, porque me enamore de quién no debía.

Jules. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora