Abri los ojos de un nervioso y fuerte impulso al recordar lo sucedido.
Al instante mis latidos se aceleraron, mi cuerpo se tensó y empeze a recordar cada maldito y odioso momento. Me dolía el cuerpo entero...
Mire a mi alrededor, me encontraba tumbada en mi cama, arropada por unas gruesas y suaves mantas.
Lo primero que observe al inclinarme eran unos enormes ojos verdes.
Isax estaba aquí, setando en una silla a mi lado.
El estaba mirándome fijamente, alzo una sonrisa al verme despertar.
-¿Como te encuentras? - me pregunto el aún con la mirada clavada en mi.
Le miré alterada y con una cara aterrorizada.
-¡¡ME VIOLO!! -empeze a chillar entrando en pánico - Me ha violado, joder.....- quería llorar, tenía demasiadas ganas pero intenté contenerme- ¿Donde está Frank?
-No pienses en ese capullo - dijo el levantándose de la silla bastante serio - ¿Como entró en tu casa?
-Yo....le deje entr....-no termine la frase al ser interrumpida por el.
-No jodas ¿le dejastes entrar? El tiene casi diez años más que tu, estabas sola en casa ¿y le dejas pasar? - su mirada no era muy agradable, le notaba molesto - ¿Que hubiera pasado si no llego a aparecer? ¿Que hubiera hecho después con tigo?
-¿Como supistes que estaba arriba con frank?
-Tus gritos se escuchaban hasta fuera de la casa - dijo sentándose a un lado de la cama, cerca mía.
-Yo confiaba en el...- empeze a llorar sin poder resistirlo, apreté con fuerza las sábanas intentando calmar mi rabia.
-El no te merecía, hay mejores tíos - respondió encogiendose de hombros -Tienes que descansar...- era la primera vez que veía a Isax ser amable o al menos preocuparse por alguien.
En el instituto era todo lo contrario, el tenia el papel del chico malo y peligroso con quien nadie le gustaría meterse o llevarle la contraria, se juntaba con el grupo de matones, el era el mejor amigo de Leni.
-¿Que pasó cuando me mareé? - dije dudosa haciendo que los grandes ojos verdes de Isax me miraran inquietos.
-Le di una paliza y le mandé a tomar por culo - su voz era ronca y grabe - Ese idiota no va a volver a tocarte, ya me aseguré de que no lo hiciera.
-¿Que le hicistes? - pregunte tragando saliva lentamente.
El me miró con una pícara sonrisa. Se enrredo sus dedos en el pelo mientras yo le miraba embobada.
-Es mejor no saberlo, créeme - dijo el con una voz calamada y tranquila.
Me intenté levantar de la cama, mi cuerpo estaba destrozado, molido, lleno de golpes y moratones.
Isax bajo la vista hacia mis moratones en la parte baja de mi cuello.
-Que hijo de puta - susurro apretando los puños con fuerza y tensando su cuerpo - Ninguna mujer debería pasar por lo tuyo.
Parecía como si ya hubiera vivido esta experiencia antes. La curiosidad se despertó en mi, millones de preguntas empezaron a crearse en mi mente. Pero no me atreví a preguntarle nada.
Me quedé unos segundos tambaleando hasta que pude mantener el equilibrio, me mire al espejo. Me llevé las manos a la cabeza mientras agrandaba todo lo que podían mis ojos.
Dios que vergüenza.
Estaba en pijama, para ser precisos un maldito pijama rosa de unicornios, tenía unos calcetines de arcoíris, tenia ojeras, todo el pelo despeinado y mi cara de recién levantada parecía la de un zombi.
Me di la vuelta para mirar a Isax, el estaba serio aún con la mirada fija en mis ojos, no parecía importarle absolutamente nada como estaba vestida.
Fui a pasos ligeros hacia el armario mientras el seguia observándome inquieto.
Me sentía avergonzada, nunca nadie a excepción de mis madre me habían visto así vestida, tan infantil...espera un segundo ¿quién me puso esto encima?
Coji una camiseta y unos jeans del armario y fui directa hacia el baño para cambiarme.
Mientras me encaminaba aun tambaleando con la cara demasiado roja muerta de vergüenza hacia el baño, Isax me detuvo colocando su mano en mi brazo.
-¿necesitas ayuda? - me pregunto y pude notarle preocupado de verdad.
Negué con la cabeza, aunque en el fondo sabía que me costaría bastante trabajo vestirme sin apenas poder mover los brazos sin sentir dolor.
-¿Segura? - esbozo una sonrisa
-Puedo sola
Cerre la puerta del baño y empeze a bajarme los pantalones y a quitarme la camiseta. Me dolía todo el cuerpo con cada movimiento que hacía.
Puse el agua caliente en la bañera intentando relajarme. Aunque se me hacía imposible calmarme cuando mi mente profesaba a cámara lenta el momento de la violación.
No me lo creía, nunca pensé que viviría esto, aún intentaba asimilar que me habían violado.
Me meti en la bañera lentamente, el agua ardía, mi cuerpo estaba tenso, me tumbé en el agua. Empeze a relajarme, a calmarme y tranquilizarme.
Minutos después cuando cerré el grifo y salí de la bañera, me dirigí hacia el cajón frente al lavabo para cojer una toalla, pero me resbalé por culpa del suelo mojado.
La caída fue demasiado inesperada y no me dio tiempo a reaccionar cuando ya estaba tirada en el suelo, con el cuerpo totalmente desnudo y congelado.
El impacto dolió demasiado, no pude evitar pegar un chillo ahogado en el sufrimiento.
Ahora sí que podía sentir un dolor extremo que me torturaba por dentro. Varias lagrimas salieron de mi sin control.
Creo que me había roto un hueso, ya que sentía un dolor demasiado fuerte en la pierna derecha.
No podía levantarme, mi pierna derecha no me lo permitía, con cada centímetro que intentaba moverme aumentaba el dolor.
Mi cuerpo estaba totalmente desnudo, por lo que el duro frío me hacía temblar.
-¿Estas bien? - pregunto Isax alzando la voz, dando algunos golpes en la puerta.
-Me he caído - respondi ahogada en un grito - ¡Me duele mucho! la pierna derecha, no puedo levantarme del suelo....Creo que me he roto el hue- el me interrumpió con una voz bastante firme.
-Voy a entrar - hablo a la vez que el pomo de la puerta se abría rápidamente.
Joder ¿¡Por qué todo tenía que salirme tan mal!?
¿¡¿¡¡¿OS GUSTOOOO!?!?!? 😊
¿Que creéis que pasará en el próximo capítulo!? 😱❤¡TRAQNUILOS! ¡¡¡MAX Y LUNA SIGUEN JUNTOS!!!!! Lo digo para que no os asustéis jajajaja ❤😂.
¡Nos vemos el viernes que viene! :)
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PROHIBIDO ENAMORARSE ❤🔥(+18)
Novela JuvenilMaldito el día en el que ese chico de ojos verdes resultó ser mi hermano. y aún más maldito el momento en el que mi madre me lo contó. Ahora me veía obligada a llamar hermano a el chico que más daño me hacía, al idiota que se metía con migo en clase...