todoroki's love; bnha [cancelada]

❀ XV ❀

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Malos presentimientos

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—¿De verdad no recuerdas, en absoluto, a Todoroki?

_________ negó mientras bebía de su vaso y suspiró. Esa pregunta la había oído más de cinco veces desde que Aizawa había decidido hacerle esa rápida prueba de memoria.

—No, nada —reiteró.

Uraraka miró a Tsuyu y Tsuyu a Ashido. Esta meneó la cabeza para corroborar lo que su amiga había dicho.

—¿Y de cómo acabaste al hospital? —le preguntó Yaoyorozu.

—Tampoco —contestó frunciendo los labios, frustrada—. Solo... Solo recuerdo la fiesta que me organizasteis y... Y luego nada. Yo despertándome en esa habitación, pero el intervalo de tiempo entre el suceso de mi cumpleaños y eso absolutamente nada.

—Es extraño —murmuró la subdelegada reflexionando sobre el tema.

—Lo sé —concordó encogiéndose de hombros—. Pero no puedo hacer nada más.

Las chicas no siguieron con el tema y empezaron a hablar de otras cosas, sabiendo que la muchacha empezaba a sentirse presionada.

Esta última miró a un lado al distraerse y localizó al medio albino almorzando con Izuku e Iida. Este no prestaba atención a lo que sus amigos decían, pero la joven tenía la impresión de que no se veía demasiado feliz. Parecía desanimado. A sus compañeras, des del momento en el que ella y él coincidieron, las sorprendió que pudiera entenderlo tan a la perfección cuando ni siquiera se encontraba en su memoria, pero, desconociendo las hipótesis de sus amigas, la muchacha lo dejó estar. Lo sabía y punto; no le daba más vueltas de las necesarias.

________ ladeó levemente la cabeza y apoyó su mentón en su mano derecha, pensando en cómo habían podido tener una relación en el pasado. No era que lo subestimara, era que, simplemente, no se veía a ella misma con novio. Sin embargo, debía admitir que Todoroki le llamaba la atención.

Suspirando, un movimiento al lado de la mesa del medio albino hizo que sus ojos se desplazaran a ese lugar y se encontrara con Bakugou comiéndose de forma violenta y salvaje el arroz del bol. ________ sonrió cuando Kirishima le quitó la comida de las manos y giró el recipiente para observarlo, dándose cuenta de que una parte de la cerámica había sido arrancada por los mismos dientes del rubio ceniza. Cerca de Eijiro, Kaminari empezó a reírse estridentemente y Sero se le unió.

La sonrisa de la chica se ensanchó y meneó la cabeza, haciendo que la horquilla que llevaba cayera encima de la bandeja. Sorprendida, la cogió y la contempló, recordando que había sido un regalo de Kirishima y Bakugou.