No muero, renazco, ¡é finito!,
¿por qué no muero?, porque no estoy solo,
soy, somos como los cactus,
estamos en un desierto, pero
tenemos nuestras flores,
esa es mi alma.
Algunos cactus no tienen flor,
pobres los que sí y se los crucen,
pinchan más de lo normal
y tienen poca agua.
No respetan a los demás,
viven con amargura, poca fé,
con gusto acerrín en la boca.
Te escupen en la nuca cuando te das vuelta,
tocan mal las trompetas de alivio,
y envenenan el agua que tomas.
Pero no terminan ahí, son capaces de todo,
hay que tener cuidado, que con esmero se vengan.
Aún así tienen oportunidad de tener flor,
lo único que les hace falta es alguien que les haga abrir los ojos,
así empezarán a vivir.
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❁ 50 Cantares De Una Misma Noche ❁
Random❀ ¡Bienvenido a mi universo! ❀ En la segunda entrega de "50 Sombras de Mierda", intento promulgar nuevas ideas con la ayuda de nuevos elementos que me hacen estar seguros de mis ideas y de lo que quiero transmitir. En este libro, los primeros cuento...
