tener monedas suficientes, adoraría,
para comprar flores y alegría,
en la esquina de mi hogar,
de donde me pensaron echar.
y las rimas que inventamos,
cuando lloramos, se me mojan,
pero sé como los tornillos se aflojan,
como los recuerdos liamos.
roto, muy alto vuelo,
desde el infierno veo de las piezas el velo.
no me quedan dados,
uso cartas,
mi mente quedó bajo candado.
la gente me mira raro,
no me siento yaro,
quizás sea demasiado sensible,
o de verdad es grande el calibre,
como el agridulce final.
pero no reconozco lo que escribí,
porque son pura sangre,
y ya se coaguló,
se lo grito al mar,
cansado de mí.
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❁ 50 Cantares De Una Misma Noche ❁
Sonstiges❀ ¡Bienvenido a mi universo! ❀ En la segunda entrega de "50 Sombras de Mierda", intento promulgar nuevas ideas con la ayuda de nuevos elementos que me hacen estar seguros de mis ideas y de lo que quiero transmitir. En este libro, los primeros cuento...
