huitième

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Bang estaba más que nervioso. Debía dejar todo lo que hizo y dijo atrás, era una persona nueva ya, una mejor, no una persona drogadicta que hizo daño a sus amigos y a la única persona que le importó realmente. Ahora era una persona preocupada y sana, dulce y divertida. Pero sus manos parecían no querer soltar los recuerdos y repetirle constantemente lo asqueroso que fue alguna vez.

Abrió la puerta de la cafetería que estaba frente a él, viendo a un Chico de pecas y otro chico con rasgos similares a los de un osito. Suspiró y sacó su celular intentando distraerse, caminando directamente hacia una de las mesas vacías del lugar. Eran aproximadamente las cuatro de la tarde y el viaje que había tomado había sido más que cansador.

—Buenas tardes, ¿se le ofrece algo? —WooJin preguntó, haciendo una leve reverencia en dirección al de cabellos rubios y risados.

—No por ahora, gracias —Bang le sonrió al contrario y Kim salió de su vista para poder darle tranquilidad.

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—Creí que me dejarías plantado de nuevo —bromeó MinHo, ganándose un leve golpecito de parte de Han.

En contexto, ambos estaban prácticamente en una cita. Habían pasado muchas cosas en una semana y tanto Han como MinHo tuvieron la oportunidad de conocerse el uno al otro.

MinHo llevó a una heladería que hace años no iba. Desde que Chan había partido pasaron muchas cosas en su vida que lo conllevaron a tener esa enfermedad a nivel neuronal. Pero al fin se sentía bien. Sabía que la felicidad era producto de algo momentáneo, tanto como la tristeza, pero lamentablemente es mas fácil que en el mundo reine la oscuridad antes que la luz, como todo en la vida.

Pero mientras estaba con Han, todo parecía ir absolutamente bien.

Por otro lado, JiSung estaba bastante feliz de pasar tiempo con MinHo. En su corta vida le había gustado alguien así que era practicamente un inexperto en ese tipo de temas y por lo que suponía su Hyung también, así que le alegraría ser una pareja torpe y llena de errores para hacerlo mejor juntos.

—¿Qué sabor te gusta?

—El de tus labios, bebé —bromeó Han.

—Nisiquiera nos hemos besado.

—Ah, si cierto —MinHo rió divertido y Han sonrió de manera avergonzada. Amaba hacer reír a su mayor, se sentía especial al oír su risa y saber que él había sido el causante de esta.

Y así fue la tarde, llena de risas y bromas de parte de ambos. La noche cayó lentamente y repentinamente había comenzado a llover, mas para lástima de ambos ninguno había llevado paraguas porque el cielo parecía ser bastante engañoso; hace a penas unas horas estaba soleado y ahora estaba lloviendo mares y pisando la tierra en forma de relámpagos.

—Mi casa está cerca —dijo MinHo, recordando que su madre trabajaría turno completo hasta el otro día como toda la semana. —Podrías quedarte a dormir, ¿a tus padres no le molesta?

—Ellos viven en Malasia, creo que a la soledad no le molestaría que me ausentara —bromeó y sonrió de manera leve.

MinHo le devolvió la sonrisa y negó con su cabeza. Tomó la mano del menor y entrelazó sus dedos con cuidado. Las manos de Han estaban frías y no quería que agarrara un resfriado o algo más grave, debía cuidar de él y cuando ambos llegaran a la casa intentaría calentarlo con lo que fuera.

—Tus manos son pequeñas —sonrió Han de manera tierna y MinHo le lanzó una mirada amenazante.

—Las tuyas también lo son.

—Pero las suyas son mas pequeñas, Hyung.

Ambos llegaron al lugar y MinHo abrió rápidamente, queriendo entrar lo antes posible al lugar. Han estornudó y Lee hizo una pequeña mueca en sus labios, dejándolo pasar primero.

Lo guió hasta la habitación de su madre diciéndole que podría dormir ahí y que esperase, ya que le iba a buscar un pijama suyo al ser ambos casi de la misma estatura. Fue hasta su habitación y tomó una de las toallas y luego su pijama más abrigador para poder luego entregárselos a Han.

—Puedes cambiarte, te haré algo tibio

—Hyung —Han le llamó antes que MinHo saliera de la habitación y este se limitó a quedarse quieto y mirar al menor. —Usted también debería cambiarse también, está mojado

MinHo hizo un leve ademán con su mano dando a entender que todo estaba bien y que no se preocupara.

Mientras JiSung se cambiaba y secaba su cabello, MinHo preparó un chocolate caliente para ambos y luego se dirigió a la habitación de su madre para poder entregarle la taza al menor. Este le regañó diciéndole que fuera a cambiarse y ahí recién Lee hizo caso y se dirigió a su habitación para ponerse pijama.

Lee entró nuevamente a la habitación de su madre ahora seco y con otra ropa. Ambos hablaron un buen rato hasta que la luz se cortó de la nada y comenzaron a haber truenos y relampagos en demasía.

—¿Te dan miedo los truenos? —preguntó MinHo mientras dejaba que su mano fuera sostenida por Han.

—No... —mintió, solo para poder parecer valiente frente a MinHo. —¿Y a usted?

—De ninguna manera —también mintió, para poder parecer valiente frente a Sung. Lee sonrió con diversión y se removió en la cama para poder sentarse. —Creo que ya debería irme a dormir, te dejaré hacerlo también, Hannie-ah

Han soltó un leve quejido sin querer que el mayor se fuera y finalmente se abrazó al cuerpo de MinHo, evitando que se levantara de la cama.

—Le tengo miedo a los truenos

—Descuida, yo también. Pero quería ver hasta donde seguías mintiendo —el mayor sonrió triunfante y Sung puchereó.

El sonido de gatos maullar hicieron que MinHo tuviera que separarse de los brazos de Sung e ir a abrir la ventana de su habitación. Dos gatitas de colores blanco y anaranajado entraron y fueron directamente al living del lugar para poder recostarse en los sofás, pasando totalmente la existencia de JiSung por alto.

—Que lindos —Sung sonrió, echandoles un último vistazo a los felinos antes de entrar junto a MinHo nuevamente a la habitación de su madre.

—Lindas —corrigió Lee y sonrió para luego sentarse en la cama, dejando que Sung se sentarse a su lado.

Ambos terminaron dormidos en la cama de la madre de MinHo, porque si Lee hubiera querido irse –hipotéticamente hablando– tampoco pudo haberlo hecho, ya que los brazos de Sung lo sostenían con fuerza y oponencia ante cualquier tipo de alejamiento.

989 palabras.

ç'est bien | minsung / hanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora