Después de haber visto la película Harry se levantó y se despidió de Mike con un beso en la frente.
- Bueno, yo me voy a mi cuarto, hasta mañana Mike, descansa
- Hasta mañana...- Mike se quedó en silencio, intentando evitar que los nervios obstruyeran sus palabras; pero por un momento Harry interpretó ese silencio como incómodo, por lo que luego de darle una cálida sonrisa se dispuso a ir a su cuarto a descansar; pero aquellas palabras, que para Mike eran tan preciadas y complicadas de expresar, lograron ser dichas.
- Te quiero Harry, descansa- solo esas palabras bastaron para que el corazón de Harry empezara a saltar como loco dentro de su pecho y que Mike, emocionado y nervioso fuera rápidamente a su cuarto con una sonrisa nerviosa y enamorada en su rostro.
Ya había pasado un tiempo desde que ambos se habían ido a cuartos diferentes con la intensión de dormir, pero ambos estaban tan felices por lo que había pasado que les era imposible descansar.
Mike había estado tan inmerso en sus pensamientos que no había notado las gruesas gotas de lluvia que golpeaban contra su ventana, acompañadas de truenos y relámpagos, que ahora estaban evitando que Mike pudiera dormir.Luego de haber pasado un tiempo intentando dormir se escuchó cómo tocaban la puerta de su habitación y la abrían lentamente, haciendo que una sonrisa cansada apareciera en la cara de Mike al saber quién estaba detrás de esa puerta.
- Mike - la voz de Harry era apenas audible con la lluvia, como si no quisiera despertarlo en el caso que estuviera dormido; eso hizo que un calor agradable se expanidera por su pecho, como solía pasar cuando eran unos adolescentes.
- Estoy despertierto, puedes pasar- el corazón de Harry latía a mil por lo tranquilizante que se le hacía la voz de Mike en medio de esa tormenta eléctrica.
- ¿Te sientes bien? Lo digo por la tormenta, ya sabes, cuando eramos jóvenes te daba miedo- sin esperar más Harry se acercó y se sentó al lado de él y empezó a acariciar su cabello.
El corazón del pelirrojo estaba a nada de salirse de su pecho, y todo por aquella cálida caricia y aquellas inesperadas pero bien recibidas palabras, lo último fue porque Mike solo recordaba haberlo mencionado muy pocas veces, y que Harry lo recordara hasta la actualidad le parecía algo surrealista.
- Le perdí el temor a las tormentas hace unos años, así que puedo decir que estoy bien- Harry miró la sonrisa segura de Mike, y luego de tanto, se sintió completo al ver aquella sonrisa sincera que estaba plasmada en el rostro del menor.
- Bien, entonces creo que me iré a dormir- Harry no quería, pero se levantó luego de sonreirle a Mike, claramente esperando.
Mike lo último que quería era Harry se fuera, porque quería a ese hombre al lado suyo, pero la idea de incomodarlo carcomía su conciencia.
Pero, ¿qué es la vida sin riesgos?
- No, quédate Harry, por favor- la mano de Mike rodeó la muñeca de Harry, haciendo que el rubio sonriera triunfante y sin darle más vueltas al asunto se acostó encima del pecho de Mike, haciendo que este se quejara con la excusa de que pesaba demasiado, pero muy en el fondo el pelirrojo estaba celebrando por la acción ajena.
- Eres un exagerado, no peso tanto Mike- la risa sarcástica que soltó hizo que Harry lo mirara con una fingida indignación.
Luego de eso la atmósfera de la habitación fue tornándose tranquila, cómoda e incluso íntima.
Harry podía escuchar lo rápido que latía el corazón ajeno, mientras que Mike, sonrojado por el hecho de que Harry pudiera notar su nerviosismo solo se limitaba a peinar delicadamente la cabellera rubia de Harry.
Ninguno habló, sólo se limitaron a cruzar miradas un par de veces, viendo el rostro feliz del otro y sintiendo cómo sus corazones se aceleraban con cada acción.
En algún punto de la noche, entre miradas y sonrisas consiguieron quedarse dormidos; y cuando se despertaron solo pudieron pensar que ese sentimiento que habían sentido la noche anterior y esa mañana se repetiría más de una vez, porque luego de pasar tanto tiempo separados ya era tiempo de recuperar aquel tiempo perdido.
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Entre besos... y lágrimas
Ficção AdolescenteNadie nunca está listo para perder al amor de su vida y a su mejor amigo, pero ¿alguien está dispuesto a pelear por ese amor a pesar de todo? No siempre te dicen que una cosa tan pequeña puede destruir hasta la muralla más fuerte, porque una grita e...