Tu y yo, nunca fuimos dos (KOOKV)

TERCER CAPITULO

-Pero que mierda? No me asustes así mochi.- cuando pude concentrarme bien en mi mejor amigo me di cuenta que tenía el entrecejo fruncido y sus brazos entrecruzados sobre su pecho lanzándome la peor mirada del año.

-¡No, que mierda tú! Me dejaste esperando por media hora con TU desayuno que tuve que preparar por TU culpa en la mañana... - refunfuñando Jimin se sentó a mi costado con una Amber un poco asustada e incómoda, ignorando completamente a jungkook.

- ¿No es para tanto Jimin... lo lamento, mejor? - lo mire fijamente mientras intentaba suavizarlo con la mirada, pero al parecer no funcionó, así que tuve que usar mi carta bajo la manga. – quieres mi otro sándwich de pollo? Vamos.... No le dirás que no, ¿verdad?

- Dame acá, pero te comerás lo que te prepare, sino despídete de tu cocinero- Literalmente me arranco rápidamente el sándwich de mis manos y empezó a comerselo, pero antes dejo el taper de mi desayuno delante mio.

- Gracias.... – Sentí mi estómago volver a rugir cuando vi unos ricos pancakes dentro, y pensé que Jimin se había relajado un poco, pero al parecer fue todo lo contrario, pues un incómodo silencio se apoderó de nuestra mesa dando un tétrico ambiente.

- y... jungkook, ¿verdad? ¿Qué tal? - Amber intentó romper el hielo dirigiendo su atención ahora a jungkook y menos a nosotros dos.

- Sí, y bien pues Tae me mostró gran parte de este lugar. - dijo con simpleza volviendo su vista ahora al resto de su pan para evitar el pésimo humor que cargaba por desgracia, mi mejor amigo.

-No puedo creer que seguirán así, por dios chicos. – Amber terminó por explotar pues Jimin le dirigió la peor de las miradas por haberle hablado al chico nuevo.

- Saben qué? Es obvio que estoy incomodando a alguien de aquí así que mejor me voy...- un dispuesto Jungkook empezaba a guardar sus cosas y acomodar sus ropas para levantarse.

- quien te pregunto? Aunque es lo más inteligente que has dicho hasta ahora- Esta vez la mirada de Jimin estaba fija en él y era tan filosa que daba cierto miedo, pero para mi sorpresa Jeon no se inmutó ni un poco y le devolvió la misma intensa mirada.

-Vamos Jimin, no puedo creer que te pongas así por algo tan tonto, yo puedo hablar con cualquier persona que yo quiera- termine soltando, pues la frustración era tanta que se apoderó de mí- No seas inmaduro Jimin- dije sonando un poco tosco, ya que sabía exactamente su molestia y no era porque me haya olvidado del desayuno, sino porque hablara abiertamente con alguien completamente extraño a nosotros. Y aunque sé que es por nuestra seguridad, terminaba irritándome a veces.

- Verdaddddd! Jimin, tenemos que ir donde el profesor de danza ahora mismo, se me había olvidado que te estaba buscando- Amber no era tonta, sabía perfectamente que si continuamos con la discusión terminaríamos peor. Así que jaló de Jimin rápidamente llevandoselo a regañadientes y como agradecimiento le regale una pequeña sonrisa de medio lado.

- Lamento todo esto... Mejor vamos a clases que ya no falta nada para que inicie. - suspiré con pesadez para luego levantarme y llevar mi bandeja al tacho más cercano. Jeon me seguía por detrás un poco más callado, suponía que lo de Jimin lo había dejado un poco incómodo.

- tienes razón... y ahora que toca? – Preguntó esta vez un poco menos serio y siguió la caminata a mi costado.

- Nooooo! No puedo creer que después de haber discutido con jimin tenga que ver al estúpido profesor calvo y sus estúpidas matemáticas – acaba de acordarme que la siguiente asignatura era la que más detestaba, matemáticas.

- supongo que matemáticas, ¿no? A mí se me da de lo mejor -Dijo de lo más natural mientras yo lo veía de la peor forma, como si fuera la criatura más extraña del mundo- ok... veo que no es tu fuerte por la cara que me dedicas...- terminó sonriendo un poco, por lo menos ya estaba más satisfecho de haberle quitado ese mal sabor de boca que dejo Jimin.