Capítulo 3: ¿Que yo soy la que, de quién?

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La belleza siempre ha cambiado y ha sido diferente para cada persona a lo largo de los años. Por ejemplo, para los griegos, Afrodita es considerada para ellos como la diosa del amor y la belleza, Aunque nadie en su vida ha visto como seria la belleza definitiva, Nadie, excepto nuestro joven protagonista en este mismo instante.

Naruto había conocido a muchas mujeres en su corta vida, no porque él era un pervertido e iba a ver mujeres, sino porque las mujeres iban a su supuesta "casa" todo el tiempo, una de esas mujer, aunque no iba sino vivía en la casa, era su supuesta "madre" biológica, Kushina Uzumaki Namikaze, Una peli roja de color tomate y rasgos muy marcados y aunque no sabia porque, el pelirrojo siempre escuchaba a los aldeanos hablar que su "madre" tenía un enorme trasero, aunque a él ya no le importaba lo que le decían de su madre porque este ya no la consideraba como tal.

Otra de las mujeres que venia a su casa era Mikoto Uchiha, una peli negra de rasgos muy marcados como Kushina además de ser esposa del actual líder del clan Uchiha, Fugaku Uchiha, aparte de ser madre de Itachi, Sasuke y Satsuki Uchiha y la mejor amiga de Kushina. Naruto aparte de escuchar de que su "madre" tuviera un gran culo, escuchaba además de que los aldeanos decían que Mikoto Aparte de tener unas provocativas curvas tenía unas enormes tetas.

Otras de las amigas que venían eran Anko Mitarashi, Kurenai Yuhi y Yugao Uzuki y las tres era alumnas de Kushina y se caían muy bien, otras de las que venia era Tsume Inuzuka, madre de Kiba Inuzuka, Otro amigo de menma pero igual de arrogante que el, diciendo todo el rato que él era el Alpha y que todas deberían ser sus perras, un pervertido a toda regla, también estaba Tsunade Senju, una mujer de pelo rubio y tetas enormes, aparte de ser una borracha y apostadora, a Naruto no le gusta nada su madrina por el simple hecho de un día naruto le pidió algo y ella le respondió fríamente.

- ¿Quieres que te entrene? – Dijo Tsunade enojada aparentemente por su pregunta.

-Si – Dijo Naruto con determinación en los ojos – Mis padres entrenan a mis Hermanos y nadie me quiere entrenar porque dice que soy un debilucho, así que te pido con todo corazón que me entrenes Tsunade – San.

Dijo Naruto sin tartamudear en ningún momento, entre sus hermanos era el que hablaba mejor, eso se debe a que intento hablar más rápido que sus hermanos para que sus padres le prestaran atención, pero ya que eso no funciono abandono todo plan para que sus padres le prestaran atención.

-jajajaj, ¿Quieres que te entrene?, ¿un debilucho quiere que le entrene? – Decía mientras reía Tsunade hasta que se calmó – Yo no entreno a debiluchos ni menos voy a entrenar a la oveja negra de los Namikaze, tu solo eres una deshonra que no merece mi entrenamiento.

Dicho esto, Tsunade se fue de la habitación tranquilamente. Con el corazón roto, Naruto fue a su habitación con mucha tristeza en su Ser ahora mismo, pero ya no lloraba, el sabia que si lloraba le daba satisfacción a la persona que lo lastimo y él no quería eso, así que se fue a su cama y pensó.

-Esa fue la misma respuesta que me dio Jiraiya – Y después de pensar eso se durmió, rindiéndose a que alguien lo entrenara.

Pero fuera de esto, lo que todas las mujeres tenían en común era que todos los aldeanos y ninjas varones las denominaban como las diosas de la Hoja, pero Naruto no entendía porque la denominaban como diosas.

Todo eso cambio cuando vio a Kurumi enfrente de él, la mujer que tenia a delante era sin duda alguna una diosa a sus ojos, aunque tenia que tener unos quince o dieciséis años (esa era la edad que le daba el Pelo rojo). Pero una voz de lo que parecía ser la de un anciano lo saco de sus pensamientos.

-Hija- Dijo la voz – Por fin revelas tu verdadera forma a alguien.

Naruto se sorprendió, porque no pensó que hubiera otra persona en su ¿alcantarilla?, o algo así, además la persona o en este caso un viejo quien dijo esas palabras estaba detrás de Naruto en este mismo instante, el pelirrojo asustado por quien podría ser la persona de esa voz, miro a Kurumi por instinto buscando pistas para saber quien era. Pero lo único que encontró en la cara de Kurumi era una pequeña sonrisa que hizo sonrojar a Naruto y darle el valor suficiente para voltearse y encarar a la persona misteriosa.

Naruto: La reencarnación de Un demonio.Where stories live. Discover now