Naruto: La reencarnación de Un demonio.

Capítulo 6: La entrada de Uzushiogakure y la nueva profecía.

Un día. Ese fue el tiempo que le tomo a nuestro pelirrojo llegar a las puertas del país del remolino, o bueno, estaba por lo menos en lo que parecía estar en la entrada, Para se honestos, Naruto estaba en la costa del país del fuego observando el mar. El mar era hermoso, claro está, si no contabas los remolinos y tornados que había en este, ahí si se volvía este mar muy hermoso y relajante no como ahora que estaba turbulento.

- ¿Y ahora que hacemos? – Dijo Naruto hablándole a sus inquilinos, no refiriéndose a alguno en concreto.

- Sate, Sate, Sate, a que te refieres Naruto, ¿Acaso no tenias un plan? – Dijo Meliodas hablando por primera vez en el día, desde que habían salido de Konoha Meliodas no había vuelto a hablar con Naruto desde entonces (Parecía que estaba durmiendo o eso creía Naruto, no podría estar más en lo cierto)– tu nos dijiste que viniéramos acá, ¿O me equivoco?

- No, no se equivoca Meliodas – San. Mi plan es muy simple, consiste en atravesar estos remolinos y tornados y llegar a Uzushiogakure.

- ¿Y como vas a hacer eso joven Naruto? – Pregunto esta vez Hagoromo.

- No sé, nunca pensé que llegaría tan lejos – Dije, y era cierto, por un momento pensé que algún ninja de Konoha me hubiera perseguido y me hubiera llevado de vuelta a esta, pero parece que todos piensan que de verdad estoy muerto. Eso me gusta mucho.

Pero ahora tengo que pensar, pensar como poder cruzar este mar turbulento y llegar a Uzushiogakure sin morir en el intento. Podía nadar, pero eso era un intento inútil, Moriría por culpa de los remolinos y tornado y no quiero morir ahora. Tenía que entrenar ¿No?

- No podemos cruzar este mar nadando, eso es bastante obvio – Dije a mis inquilinos.

- Pues si Naruto – Kun, eso es bastante obvio de ver – Dijo Kurumi, Había despertado unas horas antes y prácticamente había charlado con ella y Hagoromo durante todo su viaje de llegada a la "entrada" del país del remolino. Pero cuando llegaron, Kurumi empezó a ver con cara molesta el mar turbulento (Aunque esto no lo sabía para nada Naruto)

- Bueno. Ya que no podemos ir nadando, ¿Porque no mejor vamos volando? – Dijo Meliodas con un tono tranquilizante.

- ¿Volando? ¿Acaso es eso posible? – Dijo Naruto con un tono serio en su cara, nunca había visto a alguien volar, excepto claro está a Hagoromo, pero eso no cuenta, el flotaba, pero en su espacio mental y ahí ocurrían las cosas diferente a como ocurría en la realidad así que era muy probable que si se pudiera volar en su espacio mental.

- Si. Volar es una cualidad que cualquiera demonio puede utilizar y ya que tú eres mi reencarnación y puedes utilizar la materia oscura, es bastante obvio que puedas utilizar las alas de demonio – Dijo Meliodas en tono de explicación, Naruto se quedó choqueado," Acaso si era posible volar" pensó naruto incrédulo. – Pero hay un problema. Tu cuerpo no esta acostumbrado a utilizar mi poder por ahora, por ende, yo voy a tener que controlar tu cuerpo hasta llegar a Uzushiogakure, eso te dejara físicamente cansado.

Lo que dijo Meliodas solucionaba un problema, pero faltaba solucionar el otro, el cual era como atravesar el mar si chocarse con esos tornados y si se caían, los remolinos que había los succionarían, pero la pregunta era esa, ¿Cómo solucionar eso?

- Si te preguntas como vamos a solucionar el tema de los tronados y remolinos es bastante simple – Dijo Kurumi como si le leyera la mente a Naruto. De repente se le puso una cara nostalgia, como si esto lo había vivido antes – Solamente tienes que colocar un poco de tu sangre en este mar y se calmara.

Naruto incrédulo por las palabras de Kurumi, pensó que esta le estaba gastando una broma de mal gusto, pero lo dijo de un modo tan serio que la idea de la broma desapareció aceleradamente en su mente. Así que hizo lo que dijo la Kitsune, se acerco al mar y empezó a buscar una roca filosa a su alrededor, la encontró, y con esa misma piedra se empezó a cortar la palma de la mano. Su sangre, del mismo color que el de su pelo empezaba a salir de su palma lentamente, él sabía que su sangre se iba a coagular pronto, así que rápidamente extendió la palma de su mano hacia el océano y una gota de sangre cayo muy deprisa hacia este océano turbulento.