Naruto: La reencarnación de Un demonio.

Capítulo 5: Estoy vivo.

La muerte. Esa extraña sensación que sufre cualquier ser vivo cuando su vida se termina. Se dice que cuando alguien está a punto de morir pude ver un túnel y que al final de este hay una luz que podría iluminar la oscuridad eterna. Pero ahora mismo Naruto no veía ese túnel que le llevaría a su inminente muerte (O por lo menos eso pensaba el)

Naruto estando en el suelo boca arriba y viendo a su hermano, aunque ahora veía un poco borroso, podía ver como su hermano tenía una sonrisa de satisfacción y de arrogancia en su cara, como diciendo, "he terminado con mi labor".

Escuchaba los vítores de los aldeanos, estaban festejando de que el "nuevo dios Shinobi", como ellos le llamaban a Menma, había matado al demonio e inútil de la ex familia Uzumaki y Namikaze. Parecía que nadie le preocupaba que Naruto estuviera "muerto". Y era verdad, nadie, pero absolutamente nadie, ni siquiera sus ex amigas o los de Ichiraku que ahora mismo estos se podían observar en la multitud, aunque Naruto no los podía ver, ninguno de estos les preocupaba de que Naruto estuviera muerto. Aunque claramente el pelirrojo no estaba muerto, pero nadie sabía esto excepto sus inquilinos.

sus padres, las personas que lo trajeron al mundo empezaron a gritar, pero no porque el estaba en el suelo muerto con un agujero en su estomagó. Ellos simplemente estaban gritando con una felicidad en sus gritos que Naruto nunca los había escuchado antes. Se estaban acercando hacia Menma con una sonrisa de oreja a oreja en sus rostros, ignorando olímpicamente la situación en la que se encontraba Naruto.

- ¡¡¡Ese es mi hijo!!! – Grito Minato con felicidad y orgullo en sus palabras, pero al final pudo calmarse un poco – Este enfrentamiento demuestra que tú vas a ser un digno líder del clan Namikaze, hijo mío.

- ¿Estas bien Menma – Chan? – Preguntaron simultáneamente las tres ex amigas de Naruto, Ino, Hinata y Satsuki. Las tres se pusieron lo más rápidamente que pudieron para estar enfrente de su Menma – Chan preocupadas por si se lastimo.

- Chicas, estoy bien. No se tienen que preocupar mí, el próximo dios Shinobi no caería tan fácilmente ante un inútil como el - Dijo señalándome a mí con su mano. Pero las ex amigas del pelo rojo no les importaban lo más mínimo al que le estaba ocurriendo a él, simplemente ignoraron eso y se pusieron felices, porque su Menma – Chan no se había lastimado.

- Menos mal que no te paso nada Menma – Chan. No sé qué haría si algo te pasara – Dijo Satsuki preocupadamente.

- Como dije antes, no tienen que preocuparse por mi – dijo Menma con la misma sonrisa de orgullo y arrogancia que tenía antes. Pero esa sonrisa desapareció y la sustituyo una cara seria – deberían preocuparse por mi hermana, ese inútil le lanzo un Jutsu de agua y la dejo muy dañada.

- Tienes razón Menma – Chan. Pero me sorprende que ese inútil sepa algún Jutsu, o incluso pueda utilizar chacra. además ¿Quién le habrá enseño esa técnica? – Dijo Satsuki, Menma la miro y dijo:

- No se y ya no importa. El ya esta muerto. Así que, ¿Qué importa saber quién lo entreno?

- Tienes razón como siempre Menma – Chan, ahora que ya está muerto no importa quien lo entreno – Lo dijo Satsuki felizmente y más cuando dijo que Naruto estaba muerto. Eso la puso un poco más feliz.

- Menma – Chan deja de hablar con tu novia y mejor entra que ya tienes que abrir los regalos – Dijo Kushina con un tono típico de madre regañando a su hijo – Aparte. Minato, Dile a uno de tus anbus personales que ayude a Mito – Chan.

Minato le hizo caso a su esposa y llamo a su anbu personal, y apareció delante de él, Anko Mitarashi, ella ya había escuchado la conversación que habían tenido el Hokage y su esposa, pero quería que Minato le diera la orden directamente. No quería equivocarse en nada.