¿Te parece comenzar?

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- Deberías de irte SeHun – me daba ternura su tono de voz, me encantaba. – Dijiste que me fuera con tu hermano a follar ¿no?, ahora lárgate - era un total pendejo, como es que había podido decirle eso a él, sabiendo que no le gustaba pasar mucho tiempo fuera del cuarto, lo había observado a detalle cada minuto del día que estábamos dentro de aquella habitación, y dentro de las actividades del campamento, él no era muy sociable que digamos, solo hablaba con los Tae, sus hermanos, Taeyeon y Taemin.

- ¡Sé qué es lo que dije Baekhyun! Solo bromeaba – me sinceré por completo, no quería perderlo aún con todo lo que había pasado, y menos sabiendo que mi hermano mayor estaba decidido a tenerlo y humillarlo como era su costumbre.

- Sehun, Sehun, hermanito, no entiendes niño – no era fan del tono con el que me hablaba, pero debía de soportar que me hablara así, no dejaría a mi niño mimado. – lárgate y tu mamá seguirá mejorando, mientras nuestro padre busca la nueva conquista de Poseidón. – me sentía impotente por ver cómo tenía a mi compañero de cuarto en sus brazos, sabía que si desaparecía en aquel momento, lo perdería por completo.

- No le harás nada ni a mi madre, ni a Baekhyun, así que déjalo ir.

- Kris... por favor – mi niño estaba aterrado, en qué momento pasó... no tengo ni la menor idea, tenía que ayudarlo, en el menor tiempo posible lo tuve en mis manos, sin embargo su color se desvanecía de sus bellas mejillas, la impresión de los que nos rodeaban era aún más grande, Kris, era uno de los hombres más temidos por Dioses y semidioses, y que su hermano menos le haya vencido, me colocaba en una posición de riesgo por completo.

Después de aquello Kris había desaparecido del campamento, algo que realmente era bueno, Baek estaba más tranquilo, pero no me quería ver, recuerdo muy poco como fue la forma en la que pude haber recuperado a mi cachorro, todo dentro de aquel lugar era más tranquilo, hasta que me enteré de la muerte de mi madre, ese día entendí por qué había desaparecido el hijo de perra.

Eso pasó dos semanas después del accidente, estaba deprimido en mi cuarto, no quería ver incluso a Baekhyun, cuando el primer culpable de todo aquello era yo, si tan solo no hubiera lastimado de esa forma los sentimientos de Baekkie, todo lo hubiéramos podido evitar.

- Sehun~ ¿estás bien? – no podía contestarle, sentía que si lo hacía me rompería en mil pedazos, quería huir de esta situación. – lo siento, sé que no debí de ver la carta que te llegó, lamento lo que le pasó a tu mamá, ella debió de haber sido una gran mujer. – su voz se escuchaba nerviosa, como si hubiera pensado mucho el decir aquello – gracias.

- ¿Qué?

- Gracias~, ese día no te lo pude decir porque me desmayé, pero sino hubieras estado tu ahí, seguramente hoy no estaría aquí.

- Baek – estaba nervioso, verlo tan sincero me hacía derretir, mientras más lo trataba, más me enamoraba de su forma de ser, de su delicadeza, era hermoso por donde lo vieras, con aquellos lentes que lo hacían ver más tierno e intelectual. – tengo algo que decirte.

- ¿Qué es? aún quieres que me vaya del cuarto ¿verdad?

- ¡NO! – me levanté de forma abrupta al escuchar aquello. – Yo lo siento, ese día no debí de haber comentado aquello, no eres una persona que se mete con cualquiera, de hecho, sé que eres muy reservado, sé que tus hermanos te tratan mal, e incluso sé como te desean los demás, tanto hombres como mujeres, y eso me da mucha rabia, porque tu no eres alguien a quien solo se pueda desear de forma física.

Eterno DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora