Dos Opciones

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Jack intentó pasar por el portal pero este se cerró haciendo que choque contra la pared. Todo el taller estaba en silencio, un silencio algo incómodo. Jack posó la palma de su mano sobre la pared frente a él con la esperanza que el portal se abriera de nuevo.

-Las luces...se están apagando- dijo Hada con preocupación.

Las miradas de todos se dirigieron hacia el gran globo terráqueo con luces titilando. Norte dejó salir un suspiro y dirigió su mirada a Sandman que se encontraba dormido. Aún así se lo veía débil, vulnerable. Acaba de perder su isla, su hogar y su fuente de poder.

-Ya brindamos la Navidad como equipo. ¿Qué tal si brindamos los sueños? Como dijo ___. - dijo Jack dándose la vuelta y poniendo una risa forzada.- Será una nueva experiencia, será divertido.

-No suena a una mala idea- dijo Hada. - Si brindamos los sueños, podremos crear más arena. Lo suficiente para darle fuerzas a Sandy

-A brindar los sueños se ha dicho- dijo Norte- Pitch se hizo parecer fuerte solo para llevarse a mis renos y la arena de Meme. Ahora que si lo es, hay que evitar que expanda sus pesadillas por todo el mundo.

-Será mejor empezar lo más temprano posible- dijo Conejo apuntando a los pues de Hada. Plumas caídas bajo ella, se tapó la boca evitando lucir preocupada.

-Empezaremos por la ciudad de Nueva York- Dijo Jack. De las bolsas de regalos de Navidad usadas para tomar cuanta más arena de la isla de Sandman posible, todos tomaron una porción de arena. Norte abrió un portal con una de sus esferas, Hada y Conejo pasaron inmediatamente. Jack iba a pasar pero una gran mano topando contra su pecho lo hizo detenerse.

-¿Hay algún problema, Norte?- preguntó Jack con un tono de voz inocente.

-No nada, solo quería decir que estás manejando muy bien el papel de guardián responsable- dijo Norte con una sonrisa. Admiraba como Jack se ha estado comportando con ____ últimamente. Se sentía orgulloso de que el guardián de la diversión haya tomado consejos de él.

-Pues aprendí del mejor. Además siento que sería el indicado para ayudarla...ya que de todos aquí yo pasé por más o menos lo mismo y me gustaría guiarla para que evite cometer los errores que yo hice.- respondió Jack

-Vaya, eso es muy considerado de tu parte. Estos 8 años de guardián si que te han cambiado.- dijo Norte dándole una palmada a Jack en su espalda.

-¡Y para bien!- dijo Jack después de dejar salir una risa. Norte tomó la porción de arena de Jack de las manos, dejándolo confundido.

-¿Que estás ha- Jack no logro terminar porque Norte lo interrumpió.

-Al pasar por el portal vas a ir en busca de ____ Zeller.-

-Pero, pero Sandman...- dijo Jack posando su mirada hacia Sandman aún dormido junto a la chimenea y siendo cuidado por los elfos.

-No te preocupes. Hada, Conejo y yo nos encargaremos. Además por qué otra razón abrirías un portal específicamente hacia Nueva York...sabes que ella está ahí.-  Respondió Santa, a lo que Jack se sonrojó levemente ya que habían descubierto su plan. Norte solo le abrió paso a Jack al porte y él camino a través de este con determinación.

-Luna, tu nunca te equivocas- fue lo último que dijo Norte antes de entrar al portal.

~Narra ____ Zeller~

Al pasar por el portal me encontré dentro de un bosque. Pero no cualquiera, uno que conozco al derecho y al revés, podría deambular por aquí con los ojos cerrados.
Recordando lo que pude ver a través de los ojos de Delphia, empecé a caminar.
Cada paso que daba hacía que temblará más y más. No sabía a lo que me iba a enfrentar y la anterior vez que me enfrenté con Pitch Black sin un plan no salió tan bien.
Pasé en medio de unos árboles y ahí estaba. Era mi carpa en pie, exactamente como estaba antes del incidente. Levemente pude escuchar una melodía muy familiar y provenía de la carpa. Cautelosamente caminé hacia ella. Al llegar a la entrada empecé a dudar de lo que iba a hacer; la carpa estaba hecha de arena oscura, Pitch literalmente recreó mi pesadilla. Esto es una misión suicida, pero Delphia está ahí capturada y la tengo que salvar. Decidida, me adentré a la carpa. Los espejos me rodeaban, pero por alguna razón mi reflejo era inexistente. Caminé por los pasillos hasta llegar al centro donde estaba solo una mesa con una vela encendida y una silla, el resto era negro. Tan negro que me hacía dudar de la profundidad del lugar.
Caminé con los nervios de punta pero sin mostrarlo hacia la mesita y me senté en la única silla disponible, que irónicamente estaba del lado donde siempre solía sentarme y contar mis predicciones.

Vidente De La Luna (Jack Frost y tú) (Terminada) (Fem Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora