Vidente De La Luna (Jack Frost y tú) (Terminada) (Fem Reader)

Eterna Estadía

La luna fue lo primero que vi. Grande, brillante y parecía estar tan cerca de mi que hasta podría tocarla. Me levanté lentamente mientras observaba a mi alrededor. Estaba entre lo que quedaba de mi carpa y pude notar que la jaula del león había se había quemado junto con lo de más. Eso explica porque la salida de emergencia estaba bloqueada, y tengo en mente unas personas que pueden ser responsables de eso. Me di la vuelta y observe que la carpa del circo seguía en pie. Entré con la esperanza de encontrar a mis padres y a Owen, pero me encontré con la policía interrogando a todos los miembros del circo y otras personas que asumo que eran parte del público y/o fueron espectadores de lo sucedido. Di un recorrido rápido del lugar con la vista y logré ver a mis padres hablar con un oficial. Corrí lo más rápido con las ganas de abrazarlos pero paré en seco al poder escuchar su conversación.

-Lo lamento pero no encontramos a su hija- dijo el oficial.

-¡Ella no pudo haberse desaparecido! ¡Busquen de nuevo!- Grito mi madre con lágrimas en los ojos.

-Señora Zeller, mis compañeros y yo buscamos debajo de cada rincón de los restos. Le puedo asegurar que no había nadie más- respondió el oficial.

-¡Usted escuchó a los culpables! ¡Ellos confesaron haber incendiado la carpa con un niño y mi hija adentro! - gritó mi padre -¿Cree que ella se hizo cenizas?- preguntó alarmado y pude notar como estaba al borde de colapsar emocionalmente.

-Les sugiero que vayan a descansar, en la mañana daremos otro vistazo. Buenas noches.- dijo el oficial antes de irse.

-¡Mamá, papá! ¡Estoy aquí sana y salva!- Dije mientras me ponía frente a ellos. Ellos alzaron la mirada y me emocioné. Vi a mi madre a los ojos y mi vista cambió por completo. La vi llorando sentada dentro de un tren. Sacudía mi cabeza quitándome aquella visión de mi cabeza. En ese instante mi mamá empezó a llorar más fuerte.
No se que es lo que había pasado pero estaba vez vi a mi padre a los ojos y mi vista volvió a cambiar. Esta vez vi a mi papá sentado a lado de mi madre, en el mismo tren, consolándola. Cerré mis ojos de golpe y sacudí mi cabeza fuertemente. Abrí mis ojos de nuevo y a mi padre se le escaparon unas lágrimas.

- ¡Estoy aquí! ¿No me escuchan?- dije tratando de disimular el nudo que se formaba en mi garganta.

-Vamos a dormir, mañana será un nuevo día y encontraremos a _____.- dijo mi padre mientras se llevaba a mi mamá. Caminaron en la dirección en la que yo estaba, y me atravesaron. En ese momento me sentí sin aliento. No pude creer lo ocurrido y empecé a hiperventilar. Mis padres acaban de atravesarme y ni se inmutaron...

Volví a ojear mi alrededor y vi a Owen sentado cabizbajo en las gradas. Corrí con unas lágrimas bajando por mis mejillas.
Me paré frente a el.

-¡Owen, mírame estoy aquí!- dije mientras abría mis brazos. Lo escuché sollozar un poco, y alzó la mirada. Noté que sus ojos estaban algo rojizos al igual que su nariz.

-No lo puedo creer...

-¡Sí, créelo por favor! ¡Estoy aquí!- dije al borde del llanto. Lo miré directo a los ojos y mi vista cambió de nuevo. Este cambio de vista ya me está empezando a irritar bastante. Lo que se me mostró frente a mis ojos fue a Owen contemplando la foto más reciente que tenía de nosotros juntos. Esta vez me di una cachetada para volver a la realidad.

-No puedo creer que hoy fue mi último día con mi mejor amiga...- dijo antes de levantarse y caminar a través de mi. Sentí como mis pulmones se quedaron sin aire. Corrí hacia el lado contrario, bajé las gradas lo más rápido que pude y salí de la carpa. El aire frío del otoño me calmó un poco y secó mis lágrimas y el sudor frío que me provocaba este estado de ansiedad y pánico.
Sentí una persona pasar a través de mi cuerpo. Era un hombre alto, corriendo y gritando un nombre muy conocido para mi.