Vidente De La Luna (Jack Frost y tú) (Terminada) (Fem Reader)

Año Nuevo

El 31 de diciembre había llegado. El cielo de Argentina empezó a oscurecer. Los habitantes no entendían tremendo fenómeno, pero lo justificaron como un eclipse solar. Uno muy inoportuno. Los guardianes estaban escondidos platicando su plan.

-¿Crees que esto funcione?- preguntó el conejo de Pascua.

-¿Quieres la respuesta bonita o la respuesta fea?- respondió Norte con una media sonrisa. Al ver que Conejo no cambiaba su actitud seria se aclaró la garganta y cambió si expresión.- La verdad, es que no. Pero no podemos rendirnos.

-Son muy alentadoras tus palabras, Norte. Pero sabiendo que Pitch sabe nuestros movimientos, es difícil ser optimista...- dijo el Hada de los dientes cabizbaja.

-Aún así...hay que dar lo mejor de nosotros- respondió Norte sacando sus espadas y poniendo su cabeza en alto.

Los guardianes caminaron hacia el centro de la ciudad de Buenos Aires. Cada uno de los guardianes con su frente en alto, así ocultando su poca fe.

-Guardianes...no me esperaba su llegada- se escuchó la voz de Pitch en el viento. Lo había dicho con un tono sarcástico.

-En nombre de la Luna, venimos a proteger a los niños del mundo- exclamó Norte en voz alta a la vez que sacaba sus espadas.
Pitch salió de las sombras mientras reía a carcajadas. Caminaba lentamente hasta quedar a unos metros de los guardianes.

Pitch se limpió una lágrima falsa con su dedo índice antes de sonreír de una manera algo macabra. -Bueno, ya que insisten...-

En ese instante una ola de pesadillas junto con los renos de Norte salieron de la oscuridad a atacar por parte de Pitch Black.
El Conejo de Pascua intentaba de destruir las pesadillas con sus boomerangs, a la vez que saltaba sobre otras así destruyéndolas con el impulso y la fuerza de sus patas.

Norte movía sus espadas de lado a lado atravesando las pesadillas hechas de arena. Se movía tan rápido que parecía que las espadas ni tocaban sus manos.
En los aires estaban Sandman, el Hada de los dientes y Jack Frost. Sandy peleaba como podía con sus látigos de arena dorada, que en ese momento no eran largos como lo suelen ser ya que no había recuperado sus fuerzas del todo. Pero si lo suficiente para luchar. El Hada de los dientes volaba pasando por las espaldas de sus compañeros, asegurándose que ninguna pesadilla los ataque sin darse cuenta. Sus alas se movían tan rápido que separaba cualquier pesadilla de arena al que ella se acercaba hasta estar en singulares partículas de arena.
Jack congelaba todo lo que se ponía frente a su camino. Lanzaba rayos de hielo y congelaba el agua en las nubes para después convertirla en granizo y poder lanzarlo contra las pesadillas.

Pitch veía lo que estaba sucediendo con una amplia sonrisa de satisfacción. Todo estaba ocurriendo como en la predicción y solo era cuestión de tiempo para que los guardianes fueran derrotados. Él ya podía saborear su victoria en el aire.

Conejo intentó lanzar ambos de sus boomerangs hacia Pitch, pero este los tomó en aire y los aventó de regreso con más fuerza. Conejo pudo esquivar uno, pero el otro boomerang chocó exactamente en su nariz. El cayó al suelo inconsistente.

-¡Conejo!- gritó Norte con preocupación. Con ganas de vengarse y cesar esta batalla de una vez por todas, Santa corrió hacia Pitch que estaba de espaldas. Estaba dispuesto a atacarlo con sus espadas, pero en ese instante Pitch se desvaneció entre las sombras obligando a Norte a fallar y herir a uno de sus renos por accidente.

-¡No! ¡Rodolfo!- gritó Norte antes de dejar caer sus espadas y acercarse al reno herido. El ataque fue tan repentino que hizo que el reno saliera del control de Pitch Black. Norte había cortado parte de la cara de Rodolfo, dejando herido la nariz y hocico.
-¡Lo siento! ¡Lo siento!- le decía Norte una y otra vez a Rodolfo. Este solo se quedó acostado en el suelo intentando aguantar el dolor.