Cuando tenía 19 años, Isabella Marie Swan o Bella como le gusta ser llamada, se fue de su casa luego de su cumpleaños. Pero no termina aquí su novio Edward Anthony Cullen se fue con ella.
Tres años después deciden reencontrarse con su familia.
¿Porq...
Cerca de la media noche nos quedamos dormidas, no queríamos, pero con el embarazo no podíamos aguantar mucho. Cuando me desperté estaba amaneciendo.
-Chicas, despierten, tenemos que hacer algo antes de que vuelvan. -Dije sacudiendolas como pude.
Unos minutos después logre despertarlas.
-¿Que vamos a hacer? -Dijo Alice.
-Si alguna pudiera alcanzar mi bota sacaría la navaja. -Dije.
-¿Por que tienes una navaja en la bota? -Pregunto Rose.
-Sera porque mi padre es paranoico y me dijo que siempre tuviese una navaja conmigo. -Dije.
-No importa eso ahora, lo bueno es que la tienes, acercarme tu pierna a mi mano yo la tomo. -Dijo Alice.
Puse mi pierna junto a sus manos, ella tomo la navaja y corto la sogas que la ataban, después corto las de su piernas, y nos libero a Rose y a mi, una vez liberadas nos disponíamos a salir, pero la puerta estaba cerrada, probamos con las ventanas pero estaban cerradas y bloqueadas. Me gire a mirar a mi alrededor, entonces recordé las invisibles que llevava en el pelo alice.
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(Estas son las invisibles no se como las llamaran ustedes, porque se que también las suelen llamar imperdibles, lo cual es un poco irónico considerando que son las hebillas mas fáciles de perder)
-Alice pasame un par de tus invisibles. -Le dije.
Me las paso sin entender para que. La deforme un poco y las use como ganzúas para abrir la puerta, tras unos minutos lo logre. Mirando fuera se veía un bosque, le dimos vuelta a la cabaña y ahí estaba estacionado mi auto. Volvi dentro de la cabaña y busque las llaves, pero no estaban. Abrí las puertas con el mismo truco de las ganzúas. Y ahora es cuando me arrepiento de que papa no me quisiera enseñar a arrancar un auto sin llaves. Tome de la guantera mi viejo GPS y lo prendi, estábamos en el bosque Rochester.
-Chicas hay que salir de aquí, pero no podemos usar el camino, seria arriesgarnos a encontrarnos con las herma... ¡Las llaves de repuesto! -Dije.
Tome mi cartera y me puse a revolverla, hasta que las encontré.
-Suban, nos vamos de aquí. -Dije, subiéndome al auto.
Mire los niveles de gasolina, estaban bajos, con suerte llegaríamos a la ciudad. Por lo que mire que tan lejos estábamos de la cabaña que teníamos acá.
-Chicas lo más conveniente es ir a la cabaña, y desde allí llamar a los chicos con el teléfono fijo. -Dije.
Ellas asintieron y salimos rumbo a la cabaña. Llegamos pasado el mediodía a la cabaña. Fui a tomar mis llaves de casa y de la cabaña, pero no estaban.
-Alguna tiene llaves de la cabaña. -Dije.
Se pusieron a buscar en sus carteras.
-No están mis llaves. -Dijo Rose.
-Las mias tampoco. -Dijo Alice.
Abrí la puerta usando las invisible. Una vez la puerta abierta entramos y corrimos hacia el teléfono, lo tome y marque rápido a el fijo de mi casa, nadie contesto asi que se lo pase a Alice, que también llamó al fijo de su casa, nadie le contestó, así que se lo paso a Rose, pasó lo mismo, asi que decidimos llamar a lo de los papás de Alice.
NarraEdward:
Estábamos en lo de mis padres con los chicos, los mellis, mis padres, los de Emmett y los de Jasper. Cuando sonó el teléfono fijo. Conteste.
-Hola, casa Cullen, ¿Quien llama? -Pregunte.
-Hola Edward, soy Alice. -Dijo la voz de Alice desde el otro lado.
-¿Alice? ¿Donde estan? -Pregunte.
-Estamos en la cabaña en el bosque Rochester, necesitamos que nos traigan gasolina, el auto se quedo sin gasolina. -Dijo Alice.
-Vamos para allá. -Dije, despues de eso Alice corto. -Las chicas están en la cabaña de Rochester, hay que llevarles gasolina. -Agregue.
Con los chicos fuimos al garaje donde agarre un bidón y lo guarde en el baúl, fuimos a la gasolinera y cargamos el vidon, pagamos y salimos rumbo a la cabaña. Dos horas después estábamos estacionando en frente de la cabaña. La puerta se encontraba entreabierta y el auto de bella estaba estacionado afuera. Entramos buscando a las chicas, pero solo vimos un rastro de sangre que se dirigía hacia las habitaciones, lo estuvimos siguiendo, pero la sangre se dividía en tres caminos que iban hacia tres habitaciones distintas, al abrir la primera puerta estaba Rose en la cama, decidimos dejar a Emmett, para que la tomara y la llevará al auto, seguimos avanzando y en la segunda habitación se encontraba Alice, deje a Jasper para que se la llevara.
Salí a buscar a Bella, a la cual encontré en la ultima habitacion. Entre y la tomé en brazos, cuando la levante note que la sangre salía de un corte en su cabeza y otro en su pierna, además de que tenía varios moretones y rasguños. Estaba desmayada.
-Edward. -Dijo, inconscientemente.
Salí de la habitación y de la cabaña corriendo apoye a bella en el asiento delantero del auto, ya que en el trasero estaban Emmett y Jasper con las chicas. Le puse el cinturón de seguridad a Bella y me lo puse a mi. Arranque y salí a toda velocidad de ahí. Una hora me tomo salir del bosque y llegar hasta el hospital.
NarraBella:
Alice acaba de cortar el teléfono y nos sentamos en la mesa a esperar a los chicos y charlar, estábamos hablando tranquilamente cuando sentí un golpe fuerte en la nuca, que me dejo medio grogui y con la vision borrosa, me gire y solo note tres figuras femeninas, muy conocidas.
-Natalia Lopez. -Alcance a decir, cuando me desmaye.
Unos minutos después me desperté en una cama mareada. Natalia está en frente mio.
-Sabes algo perra. Habíamos vuelto temprano cuando vimos que el auto no estaba así que seguimos las huellas de los neumáticos y aquí nos tienen. Debieron ser más cuidadosas. -Dijo, vi como saco una navaja.
Me hizo un corte profundo en la pierna y me empezó a hacerme rasguños por todo el cuerpo, luego la guardo y empezó a golpearme, no podía hacer nada pues estaba muy débil por la perdida de sangre. Termine desmayandome.
No se cuanto tiempo estuve en una oscuridad interminable solo flotando, pero en un momento sentí un calor que reconocería donde sea, vi una luz muy cálida que me llamaba.
-¡Edward! -Grite, pero el calor no duro mucho, y volvi a sumirme en la oscuridad absoluta.