Capítulo: 21

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Cuando Britt y los chicos se fueron nos quedamos jugando con los mellizos. Después de un rato salimos a dar una vuelta, cuando volvimos hice la cena, comimos y acostamos a los mellizos. Los mellizos estaban tan cansados que se durmieron enseguida.

-Te parece si jugamos un rato. -Me dijo Edward.

-Me parece bien señor Cullen. -Le dije.

Advertencia a partir de acá hay Lemmon, están advertid@s.

Me le aserque lentamente y empecé a besarlo lentamente. Mientras hacía eso le iba levantando la remera, me separé de él para poder sacarsela, luego volví a unir mis labios con los suyos.

Le desabroché el pantalón y se lo empecé a quitar, al final el se sacó las zapatillas y termino de sacárselo, yo fui bajando dándole besos por dónde iba pasando, le di un beso a su pene sobre el calzoncillo y me pare de la cama.

-¿A dónde vas? -Me pregunta.

-Ya vengo necesito algo del ropero. -Digo.

Para ir al ropero, sacar unas esposas, regresar con él y esposarlo, pasando las esposas por una de las barras de la cama.

-Ahora estás bajo mí control. -Le digo.

Me saco mí ropa rápido quedando en bombacha y corpiño.

Me le acercó y le saco el calzoncillo. Y después me saco el corpiño y empiezo a hacerle una rusa. Escuchó como gime sin parar, después de un rato paro y me meto su pene a la boca, empiezo a subir y bajar lentamente, cuando siento que está por venirse dejo de hacerlo y me acerco a su cara.

-Aun no querido. -Le digo y lo beso apasionadamente.

Empiezo a hacerle chupones por todo el cuerpo, y me saco la bombacha, alineo su pene con mí entrada y empiezo a bajar lentamente, y empiezo a subir y bajar lentamente, los dos lanzamos gemidos muy alto, menos mal que la habitación está insonorizada y no se puede escuchar lo que hacemos acá adentro. A medida que nos vamos acercando al orgasmo voy aumentando el ritmo, hasta que los dos nos venimos, y siento como su semilla llena mí útero, se siente tan bien.

Entonce caigo en cuenta de que me olvidé de ponerle el condón.

Lo miro con la cara horrorizada.

-¿Amor que pasa? -Me pregunta.

-Me olvide del condón. -Digo.

-¿Qué? -Dice.

-¿Como pude olvidarme de algo tan importante? Soy una estupida, no podemos tener otro hijo ahora, es muy pronto. -Digo, sacndomelo de adentro.

-Bella tranquila, sacame las esposas y hablemos. -Me dice.

Le saco las esposas, el se sienta y me abraza.

-Tranquila, no pasa nada, si quedas embarazada ese niño o niña será recibido con mucha felicidad. -Dice.

-Pero no creo estar lista para tener otro hijo, y si los mellizos creen que ya no los queremos, y si por prestarle atención a un nuevo bebé, los descuidamos. -Digo a punto de llorar.

-Eso no va a pasar. Te lo prometo. -Dice.

Me tranquilizó y me quedo abrazada a el, luego de un rato nos levantamos para darnos una ducha. Volvemos a la habitación, bañados y en pijama, y cambiamos las sábanas.

Al otro día me levanto, despierto a Edward nos cambiamos, vamos a despertar a los mellis y cambiarlos, ya que hoy era domingo y ya se hizo costumbre ir a casa de alguno de nuestros padres a pasar el día, hoy tocaba la casa de mis padres.

Una vez llegamos saludamos a todos y nos dispusimos a desayunar,lo que pasó anoche quedó olvidado. Pasamos todo el día en casa de mis padres, y después de la cena nos despedimos para llevar a los mellis a dormir, ya que mañana tenían jardín y nosotros universidad.

2 semanas y media después:

Tenía dos días de retrasó, así que decidí ir a la farmacia a comprar un test. Al volver a casa lei el instructivo y realice el test, espere los cinco minutos que había que esperar y lo tome para ver pero no me animaba. Así que fui a dónde estaba Edward.

-Amor no me atrevo a mirar, ¿Me podes decir el resultado? -Dije.

El lo miro y se quedó callado. Después de unos segundos reaccionó, pero no tuvo que decir nada por su reacción me di cuenta de cual era el resultado.

-¿Es positivo verdad? -Dije solo para salir de dudas.

-Si, vamos a ser papás de nuevo. -Dijo, y me abrazó, cuando vio que estaba por tener un ataque de pánico.

Estuvimos así unos minutos cuando sentí dos pares de brazos pequeños abrazandome las piernas. Al mirar vi a los mellis.

Me agache a su altura.

-Peques, van a tener un hermanito l una hermanita. -Dije.

-¿Nos van a dejar de querer? -Preguntaron, yo los abrace.

-Para nada, siempre los vamos a querer, solo que ahora abra un integrante más en la familia, y un pequeño o pequeña, al que espero que me ayuden a cuidar. -Dije, mientras Edward se agachaba y nos abrazaba a los tres.

-Prometemos cuidarlo o cuidarla, ¿Pero dónde está? -Dijeron al unísono.

-Por ahora está en el vientre de mamá dónde estará protegido de cualquier peligro durante un tiempo, pero después saldrá y podrán conocerlo. -Dijo Edward.

Otras 2 semanas y media despues:

-Voy a llamar a Britt. -Dije.

-Esta bien. -Dijo Edward.

Tomando a los melliz a upa y se llevandolos al cuarto de juegos. Yo tomé mí teléfono y marque a Britt.

-Hola Bella, ¿Qué pasa? -Dijo.

-Hola Britt, ¿Hoy dentro de dos horas verdad? -Pregunto para confirmar.

-Tengo disponible un turno dentro de media hora, si preferis salir antes de duda.-Me dice.

-Me parece perfecto. -Digo.

-Entonces te estare esperando. -Dice.

Corto y voy al cuarto de juegos.

-Edward, voy a salir vengo en una hora más o menos. -Dije.

Él asintió y se acercó para despedirse, al igual que los melliz.

Media hora después estaba en el hospital en el consultorio de Britt.

-Hay Bella. -Dice.

-Hola Britt. -Contesto.

-Ya sabes el protocolo, así que acuéstate y levántate la remera. -Dice.

-Ni dudo de estarlo, últimamente estoy más cansada, eh tenido náuseas y algún que otro antojo, como cuando estuve embarazada de lo mellizos. -Digo.

Veo que pone el gel y empieza a pasar la máquina por mí estómago mientras mira la pantalla.

-Valla qué suerte la tuya amiga. -Dice.

-¿De que hablas? -Pregunto.

La Vida De BellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora