4: O tal vez me equivoqué...

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Corrí a todo lo que mis pies daban sin dirección exacta, podía sonar como una estupidez, pero algo en mi alteraba mi alma. Probablemente era debido a que no lo había visto desde aquel día, y verle ahí, tan pleno, sonriendo y tocando a otra persona sin la mínima pizca de remordimiento penetraba directo a mi ser... No entendía como funcionaba mi mente en ese momento, solo sabia lo mal que me hacia si quiera mirar a Kim Yohan.
Pero de ser mi vida así de ahora en adelante ¿que se supone que haría? Aun faltaba casi todo el año para concluir mis estudios... No podía solo cambiarme, mis posibilidades eran algo escasas.

Mire a mi alrededor... Inconscientemente había ido a parar al auditorio, mi corazón golpeteo acelerado por la carrera que había emprendido. Mi mente daba vueltas una y otra vez pensando en todo y nada a la vez... Subí al escenario y avance por todo el borde hasta llegar a las largas cortinas que pendían a uno de los costados. Me recargue a un lado de esta y deje correr mi espalda hasta conseguir sentarme sobre el suelo, seguía aun muy perdido y aquel lugar solo traía imágenes que no deseaba ver...

Yohan entro corriendo por la puerta de emergencia que se encontraba casi a un costado de donde me encontraba y puedo jurar que el color de mi rostro desapareció. Parecía molesto... Como si tuviese el derecho si quiera.

Se aproximó con rapidez hacia mi y su ceño fruncido hubiese intimidado a cualquier ser humano en el mundo, pero no a mi.

Tomo con rudeza el cabello de la parte inferior de mi cabeza y alzo mi rostro colocándose el mismo de rodillas frente a mi para luego hundir sus labios entre los mios sin darme tiempo a reaccionar una vez mas. Empuje su cuerpo, como si no hubiese estado antes en esa situación y no supiera que aquello era imposible...
Su lengua insistente buscaba abrirse paso a mi cavidad hasta conseguirlo, sin un deje de vergüenza exploró cada espacio en ella y siguió de tal modo hasta que yo mismo sentía mis labios inflamados.

No había dicho nada, tan solo se abalanzó contra mi y sus labios sabían a sal esta vez... Todo su cuerpo se sentía cálido, acalorado, como si el al igual que yo hubiese corrido escapando de algo... O buscando algo.

Sus labios tomaron un nuevo rumbo posándose en mi cuello, el cual succionó y mordisqueo con desesperación, estaba seguro que había dejado marcas visibles y cuando arrancó mi camisa buscando acceso a mi torso reaccione.

¿Que estaba sucediendo exactamente? ¿Como era que Yohan había llegado hasta ahí ? Y mas aun... ¿Porque parecía yo su objetivo? Pensaba que todo aquello había terminado dos semanas atrás... Pensé. Y mientras pensaba azoto mi cuerpo contra el suelo sacandome un quejido de dolor.
No sabia como podía ser tan rápido, pero mis pantalones desaparecieron de repente junto a mi ropa interior... No estaba seguro de que era mas perturbante, si el hecho de ver a Kim Yohan como un depredador sobre mi... O notar la considerable erección expuesta en mi propio cuerpo.

Me levante como queriendo huir, pero a penas trate de ponerme de pie mis manos fueron atrapadas una vez mas, en esta ocasión sobre mi cabeza mientras mi espalda estaba recargada en la pared, la cortina cubría toda aquella escena y mientras mi pecho alterado subía y bajaba, Yohan, con su mano libre desabotono su camisa dejándome ver su bien definido cuerpo... Tal vez si era atractivo... Desvíe mi mirada mientras el bajaba sus prendas inferiores y enterré mi rostro en mi propio hombro pensando nuevamente en aquella dolorosa sensación mientras Yohan se acomodaba entre mis piernas subiendome a sus muslos para tener un mejor acceso... Pensé en decir algo, en negarme , quejarme o cualquiera de mis palabras que tanto le afectaban... Lo pensé durante cada maldito segundo, y lo seguí pensando aun cuando sentí sus fluidos lubricar mi entrada, lo pensé mientras entraba en mi y un chillido agudo escapaba de mis labios y el pensamiento desapareció junto con el dolor que se convirtió en placer.

Mantenía los ojos cerrados y mi orgullo latente no me dejaba verle, o admitir que aquello no era tan malo... Y a su vez mi sentido común me agitaba recordándome que NO me gustaban los hombres, pero el cosquilleo de mis entrañas había dejado de ser incomodo, y el roce del pene ajeno en mi interior ya no me lastimaba... Y seguía preguntándome cientos de cosas, pero cuando sentí su mano envolver mi erección todo pensamiento se borro de mi cabeza llevándome a un estado de éxtasis puro, estaba sedado y mis gemidos habían comenzado a escapar desde minutos atrás, me vine... Un par de veces antes de que Yohan arremetiera con mayor rudeza tocando una y otra vez el punto débil en mi interior y concluyera llenándome de si mismo.

Sentía su calidez escurrir por la única salida posible y una vez mas mi mente me ataco...

El es mi agresor. Me hizo daño. Lo odio... ¿Entonces por que se sentía tan bien estar lleno de el?

Y sin ninguna palabra en todo aquel acto Yohan se vistió con prisa y salio como alma que lleva el diablo dejándome una vez mas atascado de cuestiones sin respuesta.

You don't know meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora