20. SJ

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— Lamento, no poder ir.

Uno.

Señor he terminado, me retiraré temprano por qué tengo pendientes en la universidad.

Dos.

Señor ya tengo planes, será a la próxima.

Tres.

Nam Joon hyung, y yo ya habíamos programado algunas actividades en la semana, lo siento.

Cuatro.

Nam...

Cinco.

¡Mi Hyung...

Seis.

Me iré ahora...

Siete.

Pasé buenas noches.

Ocho.

Señor...

Nueve.

— Jefe Kim..

Diez.

Seok Jin al sentirse fastidiado, dicho día en dónde terminó por romper  el tercer lápiz que venía jugando desde que sus mismos pensamientos empezaron a contar las veces que aquel intachable pelirrojo había comenzado a rechazarlo de todas las maneras posibles.

Le fue inevitable no volver a ceder en la misma incógnita que lo venia burlando desde antes.


Siendo poca su cordura, frunció el ceño al estar demasiado pensativo.

—¿Qué diablos ocurría con Tae Hyung? — Susurró una vez y pudo lograr mantener el silencio nuevamente en sintonía consigo mismo. No obstante el hombre se vio interrumpido por aquella estruendosamente risa que perfectamente le cayó como balde de agua fría, en el espacioso lugar de su oficina que ya empezaba a consumir completamente de su energía.

— ¡Estoy siendo paranoico! —Gruñó así mismo al sentirse despreciado por Tae Hyung quién venia interactuando sin su peculiar comportamiento de siempre, por lo que de alguna manera Seok Jin se veía preocupado.

Mas pronto que antes, su mirada fue a uno de los ventanales que por alguna razón se mantenía abierto, dejando expuesto el pasillo en donde se lograban mirar perfectamente como es que su amado e inalcanzable Kim Tae Hyung, hablaba amenamente junto a su asistente Nam Joon, quien se había mostrado protector en todo momento que él pelirrojo venia trabajando en la empresa. Sintiendo su pecho pesar, Seok Jin hizo varios pucheros para disimular su notable molestia.

— ¿Qué he hecho mal? — Se preguntó así mismo, una vez y cerró los ojos después de haber cruzado sus brazos.

Todo su aura desprendía tristeza, tristeza que ni el mismo era consciente de traer y con el orgullo hecho trizas, volvió por un segundo a tener firme la mirada al ahora vacío pasillo, para después botar un par de papeles fuera de su campo de visión.

EL SILENCIO EN COLORES ||  KTH ♡ KSJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora