¿Mi vida?, Era maravillosa. Tenía muchas comodidades, una gran profesión y ejerciendola a medio tiempo, me convertí en contadora y próximamente, seré la nueva socia de Empresas Kimque ahora pasó a manos de mi hermano, Kim Taehyung, que estaba felizmente casado con unas de mis amigas, Choi Jane.
Mi esposo era un buen hombre, dedicado a su trabajo y a mí, antes de que naciera nuestro hijo, Seok Jung Tuan, un bebé hermoso, gordito y muy cachetón. También noté que será muy alto como su padre aunque él lo niegue todo el tiempo solo porque no tiene rasgos finos como los suyos y está convencido que le puse los cuernos, cosa absurda y que ponía mi cabeza a trabajar, buscando formas y alguna lógica para que no tratara a su propio hijo como si fuese un extraño.
—¿Estás lista, amor? —Se asomó Thomas por la puerta de nuestra habitación.
Era amplia y tenía puertas doble, tipo película. Predominaba el blanco y la madera oscura, según nuestro diseñador de interiores ambos colores se complementaban, aunque para mí era algo rústico.
—Amor, no. Estoy casi lista —No dejaba de verlo a través del gran esposo, podía divisarlo mirándome y provocándome con aquella mirada, junto a esos dientes que tenían preso su labio inferior.
Iba con un vestido rojo corto, bastante pegado al cuerpo y sin hombros, era bastante hermoso, junto a unos tacones negros con plateado, de aguja. Esa era la moda y sinceramente, no quería sentirme como una persona "mayor" y vestir con prendas muy holgadas sólo ocultaría mi figura.
—¿Tú hijo irá? —Odiaba cuando se refería de nuestro hijo de ese modo. Sus palabras salían con molestia y desprecio.
Giré los ojos y me dí la vuelta, quería caminar hacia él y hacerle entender que era el hijo de ambos, no sólo mí, ¿Cómo lograba que un padre quisiera a su hijo? Yo no lo podía obligar.
—¿Cuántas veces debo decirte que Jung es nuestro hijo? Es de los dos, no solo mío —Me crucé de brazos, estaba más que harta de la misma situación, cada día de nuestras vidas.
—Ese niño no es mío, no puede ser mío, Nahyun. —Entró a la habitación y cerró la puerta detrás de él, quedando a centímetros de mí— Mírame y luego imagina a tu hijo, ¡No tenemos nada en común! —Odiaba cuando empezaba a alzar su voz, ¿Acaso creía que yo estaba sorda?
—¿Y por eso lo vas a negar? —Alcé una ceja— Tus padres lo aman.
—¡PERO YO NO A ÉL!
—No me alces la voz, Thomas —Le pedí pacientemente, no iba a permitir que ningún hombre me faltara el respeto de aquella forma.
—Lo siento, pero no lo siento mío, Nahyun, estoy cansado de hablar lo mismo. Una y otra vez —Caminó en dirección a nuestra cama y se sentó en ella.
Llevaba un hermoso traje negro con la camisa blanca, algo clásico.
—¿Qué quieres que haga?, ¿Me voy con él? Porque puedo hacerlo —Agregué con fastidio.
Nuestras conversaciones con respecto a Seok Jung, nunca llegaban a una razonable solución.
—No, amor, yo te amo. —Se puso de pie y tomó mi mano, suplicaba con aquellos ojos avellanas que me mataban— Sólo, no sé porque no se parece a mí.
—Lo importante es que sea como tú en actitud, no que sea a tu semejanza física —Me acerqué a él y besé su mejilla.
La puerta sonó varias veces, interrumpiendo el momento íntimo que estábamos teniendo.
—¿Quien es? —Respondió mi esposo tomándome de la cintura.
—Mirtha. Mi pequeño Jung, está listo —Habló nuestra Nana, Mirtha.
Thomas la había contratado luego de enteraste que yo estaba embarazada. Mirtha ha Sido como una madre para mí los últimos años, cuando estoy mal ella era la que estaba allí a los pies de mi cama sobando mi cabeza con calma.
—Déjalo entrar —Thomas me miró con molestia, fastidio y me soltó de su agarre.
La puerta se abrió y ví a lo más hermoso de mi vida, a lo único que le daba sentido a mi vida y a mis ganas de vivirla.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Mami, no quiero ir a esa fiesta —Restregaba sus hermosos y delicados ojos con sus pequeñas manos.
—Los espero afuera —Thomas salió por aquella puerta sin decir nada más, él sólo quería desaparecer o a mi hijo, pero eso jamás pasaría.
—¿Algo más, Señora? —Preguntó Mirtha, haciendo una reverencia.
Hizo una reverencia nuevamente y se marchó a hacer una de sus tantas labores, porque cuidar a Jung era sólo una de ellas.
Me agaché y tomé a mi precioso hijo, para acurrucarlos entre mis brazos.
—No es una fiesta, es una reunión en donde conocerás a viejos amigos de mami y papi. —Hizo una cara de desagrado. Sonreí internamente, era muy tierno— También jugarás con otros niños en la reunión, lo prometo —Su cara cambió drásticamente, sólo tenía cinco años, ¿En qué otras cosas podía pensar?, Además de ser un niño.
—¿Por qué papi nunca quiere jugar conmigo cuando está en casa? —Su pregunta me tomó por sorpresa, yo sabía que él no era tonto y se daba cuenta.
Tragué en seco, ¿Qué se supone que debo decirle ahora? ¿La verdad?
—Porque papi a veces está muy cansado, recuerda que el trabaja mucho, al igual que mami —Me miró con aquellos ojos de color café claros, mientras acariciaba mi cabello largo.
—Pero tú siempre quieres jugar conmigo, hasta después del trabajo —No supe que responder.
Opté por acariciar su espalda, recostando su cabeza en mi hombro, no podía soltar una lágrima, por lo menos no al frente de él, porque él notaría que algo malo estaba pasando y no quería preocuparlo.
—Te amo, mami —Era lo que faltataba para que las lágrimas rodaran por mis mejillas, arruinando el maquillaje que tanto me había costado recrear de unas youtubers.
➵ •°• ➵ •°• ➵ •°• ➵ •°• ➵ •°• ➵
¿Qué tal este primer capítulo?
Leo sus comentarios 🙈 y al primero que comente (de este año) le dedicaré el próximo capítulo.
