➵┆Cᴀᴘ. 06┆ɴᴜᴇᴠᴏ sᴏᴄɪᴏ.

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K. Nahyun

     —Por favor, hija, te lo suplico, quiero conocerlo —Insistía mi madre, mientras escondía a Jung detrás de mis piernas.

     —¿En dónde estás?, Iré por tí, estoy preocupado —Tenía el teléfono pegado a mi oreja, mientras Thomas me hablaba por el.

     —Por favor, hija, sólo queremos conocerlo, juro que no lo veremos más nunca —Insistía mi padre, no podía asimilar las cosas que pasaban al mismo tiempo.

     —¿Amor, qué pasa con tus padres? —Bajé a tierra cuando Thomas hizo aquella pregunta, ¿Era tan obvio?

     —¿Cómo sabes que estoy con ellos? —Pregunté frunciendo el ceño.

     Alguien había traicionado mi confianza.

     —No creo que sea prudente decirte, amor —Suspiré, intentando no alterarme.

     —Dime si no quieres perder tu hombría, Thomas —Amenacé cordialmente.

     —Nahyun, no quieres s... —Lo interrumpí.

     —Thomas, hablé —Soné firme.

     —Hija, perdonanos —Mi madre estaba al borde de las lágrimas.

     —Estoy esperando —Insistí. Escuché un suspiro a través del teléfono y sólo soltó la información que estaba solicitando.

     —Tus padres me llamaron en la mañana, querían saber que había pasado entre nosotros. —Cerré los ojos con fuerza, estaba furiosa— Además, ¿A dónde más podrías ir? —Abrí los ojos ignorando su pregunta.

     —Hablamos después, Thomas. —Colgué la llamada sin esperar respuesta de su parte y guardé el teléfono en mi bolso de mano— Vámonos, príncipe —Me agaché para tomar a Jung entre mis brazos con cierto temor, no quería que preguntara que estaba pasando, porque no sabría que responder.

     —Hija. —Habló mi padre con una mirada suplicante— Es hermoso —Sonrió orgulloso.

     —Gracias, es mi vida. —Dije acostando su pequeña cabecita en mi hombro— Quiero perdonarlos, pero no puedo. —Suspiré desde lo más profundo— Sólo quiero que sepan que en unos meses cumplirá años y que están cordialmente invitados, le enviaré la dirección del salón de fiestas y como deberán ir vestidos —Sus ojos brillaban agradecidos. No lo merecían, pero Jung no merecía crecer en un ambiente tan inestable como este.

     —¿En serio? —Chilló mi madre emocionada y sólo asentí.

     —Gracias, hija —Mi padre abrió la puerta de su casa, hice una reverencia y salí por ella con la cabeza en alto.

     De nada...

     Caminé con los tacones hasta una parada de autobuses, jamás pensé que quedara tan lejos y que menos me dolerían tanto los pies por caminar demasiadas cuadras. Una señora estaba sentada esperando el mismo autobús que nosotros, me acerqué a ella y me senté a su lado junto a mi hijo.

     —¿Hijo único? —Preguntó de repente. Mi única reacción fue verla y detallarla mejor.

     Sentía que ya la había visto, pero no recordaba de dondea o quien era. Cabello negro hasta los hombros liso, vestía muy bien para su edad con ropa de marca, un jean negro y una camisa blanca, junto a una chaqueta de jeans del mismo color del pantalón, unas zapatillas blancas y alguno que otros accesorios dorados, supongo que era oro auténtico.

Lᴀ Pᴀᴛᴇʀɴɪᴅᴀᴅ || ᴊᴊᴋ || 2ᵈᵃ ᵗᵉᵐᵖᵒʳᵃᵈᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora