Pueblo Venado

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La nave seguía rumbo a B2, estaban todos los que habitaban la nave apenas saliendo de sus habitaciones, parecían recién levantados. Dreggor sólo se dirigía hacia la sala de entrenamiento, que era un pequeño gimnasio en la nave de Bateman, que estaba unida a la de Matt.

Bateman se encontraba haciendo el desayuno hábilmente, a nadie le importaba qué hacía ni cómo lo hacía, sólo les importaba el hecho de que un hombre estaba haciendo el desayuno (cosa muy poco vista en aquellas épocas), pero no se preocuparon demasiado por el tema y sólo  comieron.

 Tras un rato se habían arreglado todos, habían preparado sus armas y estaban listos para empezar un nuevo día.

-Ya estamos entrando a B2 -dijo la nave de Matt-. Prepárense para lo peor.

-Vaya que es pesimista tu nave -dijo Bateman mientras acomodaba su típica chaqueta.

-Digamos que alguien la programó así -Respondió Matt mirando a Maki, quien sólo estaba cargando su rifle con tranquilidad.

En unos segundos, la nave aterrizó en un lugar un tanto desértico, pero se lograba ver la inmensidad del océano a lo lejos, al igual que un hermoso pueblo amurallado lleno de muelles y barcos pesqueros a su alrededor.

Este maravilloso pueblo era Pueblo Venado, uno de los pueblos menos conocidos en B2 y más evitados por su gran plaga de piratas. 

-¿Por qué nos trajiste aquí, Bateman? -preguntó Ssus, agachado mientras veía una escorpión pasar frente a él.

-Porque si vamos a enfrentar a Kor, necesitamos gente, y conozco a un hombre que se nos podrá sumar y estará encantado de seguro.

-Si tú lo dices -dijo Kyara mientras caminaba hacia el pueblo.

Tras unos minutos de andar, habrían llegado a las puertas de Pueblo Venado. La entrada a Pueblo Venado era bastante peculiar, porque había un complejo sistema de cavernas cerca de esta, más o menos al norte, donde residían varios animales bastante interesantes.

Nada más entrar al pueblo ya se oía la música de las cantinas, se veían niños jugando alegres por las calles o nadando, muchas humildes casas en todas partes, tiendas, vendedores ambulantes y graneros. Una vez llegaron a la plaza, vieron mucha gente caminando alegre con sus compras, un pequeño mercado, una cantina algo grande y un muelle a lo lejos, separado de la gente por unas paredes de piedras con una puerta, con un arroyo pasando abajo de ella.

-Ok, ahora necesitamos encontrar al alcalde de Venado, él es a quien buscamos, es el hombre, a esta hora debe estar comprando su desayuno con su esposa, debemos separarnos para encontrarlo -dijo Bateman, mientras veía a  todas partes si se aparecía quien buscaban.

Los demás asintieron, y se dividieron en grupos; Dreggor, Matt, Bateman y Ssus fueron al mercado de carne y verduras mientras que Kyara, Marii y Maki se fueron al mercado de especias y demás. 

El grupo de cuatro integrantes se dirigió hacia el mercado, donde habían varios puestos de comida, especias, vasijas, alfombras y otras cosas. Bateman se acercó al puesto del vendedor de peces, que a simple vista parecía una mujer físicamente, y estaba llorando desconsolado  secándose las lágrimas con un pañuelo.

-¿Te encuentras bien, Jason? -preguntó Bateman al chico, al parecer se conocían.

-¡Gracias a Dios has aparecido, Bateman, ellos se lo llevaron! -exclamó el hombre mientras lloraba, agarrando a Bateman de los hombros.

-¡Tranquilo, amigo! -le dijo amablemente Bateman a Jason-. Dime qué sucede.

-¡Unos esíritus malignos han secuestrado a mi hermano, al igual que a otros habitantes de Venado, entre ellos el alcalde! 

Ktinis- La Amenaza de la NecrópolisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora