Resaca

34 1 0
                                    

Tres meses de la más inmensa alegría han pasado desde que los planetas son libres, pues las necrópolis se han quedado carentes de líder. Los niños juegan en las calles sabiendo que ninguna flota maligna irá a convertirlos en una vil colonia de los repugnantes seres conocidos como necropolitanos.

-¿Qué había sido de Bateman después de que venciésemos a Kor? -preguntó Marii.

-No lo sé, pero debe estar haciendo sus cosas de héroe o alguna basura similar -replicó Maki, que estaba limpiando su fusil.

Y mientras esto pasaba, estaba Bateman en un bar, obviamente ebrio, dándose a golpes con todos, junto a Kyara y Fox. Definitivamente el alcoholismo de Bateman nunca fue algo de lo que alguien pudiera estar orgulloso.

Si te dijese ahora mismo qué pasó, no te sorprenderías, pero como pequeña pista te diré que los sacaron a patadas del bar por iniciar la pelea y noquear a cuatro tipos haciendo uso de los activos del bar.

A la mañana siguiente estaban en un granero los tres, con resaca, ocultándose de la policía y de la lluvia.

-¿Podemos dar como descartado este lugar? -preguntó Fox.

-Lo descarté desde el inicio, a Grey no le gusta beber -respondió Bateman, mientras se sacudía la suciedad de la ropa.

-¿Entonces qué hacemos aquí? -preguntó Kyara.

-Quería beber.

-Eres un cretino.

Salieron del granero, intentando no ser atrapados, mientras que los caballos del lugar los miraban.

-¡Buenos días, súbditos! -gritó Bateman, mientras unos niños que estaban jugando por ahí lo miraron para proceder a ignorarlo.

-¿Dónde podría estar? -preguntó Fox intentando taparse de la irritante luz del sol con su brazo.

-Ni Endy ni Grey son fáciles de encontrar, usualmente ellos son los que me encuentran a mí siempre -respondió Bateman mientras se limpiaba la cara con el agua que bebían los caballos.

Una camioneta negra se dirigía hacia ellos, por el rústico camino del rancho cuyo dueño debía seguir durmiendo tranquilo sin sospechar de lo que en su granero estaba.

-Genial, no tengo balas -dijo Bateman.

-Creo que no son policías -dijo Kyara mientras se dirige hacia ellos.

Del auto se bajaron algunos hombres con traje y lentes oscuros, entre ellos una mujer de pelo castaño de unos treinta años, dirigiéndose hacia Bateman.

-¡Pero miren qué nos trajo la indecisión del capitán! -dice Bateman, mientras camina hacia él y lo saluda con una bofetada.

-Tienes fama entre las mujeres -se burló Fox.

-Púdranse todos -dijo Bateman.

-Tienes un mensaje de ya sabes quién -dijo la mujer que dio tan cálido saludo a Bateman, con un tono tan disgustado como el de una ex novia resentida, entregándole a Bateman un sobre.

-Dile que se pudra también.

-¿Podrías tomar algo en serio?

-Ok -dijo Bateman abriéndo el sobre rasgándolo para ver qué había adentro.

-Ábrelo bien al menos, imbécil.

-Es que no puedo esperar a ver mi paga -dijo Bateman mientras saca una hoja con un largo mensaje y una firma.

La chica se quedó con una mirada impaciente mientras que veía a Bateman leer.

-Si tanto quieres ver qué dice léelo tú también, sabionda -dijo Bateman.

Ktinis- La Amenaza de la NecrópolisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora