-¡No me importa quién seas, pero baja tu arma si valoras tu miserable vida! -exclamó Kor.
-Palabrería, ponte de rodillas -contestó Yannick.
A Kor le dolió intensamente en el orgullo tener que arrodillarse ante la resistencia, y una vez derrotados todos sus guardias, y estando todos sus enemigos contra él, no tuvo más opción que obedecer.
Los civiles que estaban en las sillas escaparon lentamente gracias a Yannick, ya fuera del problema, viendo atemorizados a Kor, yendo a contarle al pueblo.
-Llegaste en el momento oportuno, amigo -dijo Maki hacia Yannick.
-Estarías muerto sin mí, Maki.
-¿Y tú no?
-Odio interrumpir sus saludos, pero, ¿quién es él? -preguntó Bateman.
-Un viejo amigo -dijo Matt.
-Soy Yannick, tú debes ser el luxiano.
-¿Te hablaron sobre mí? -preguntó Bateman.
-Siempre estoy enterado de todo.
-En lo que estábamos -dijo Dreggor.
-Muy bien, Kor, ya ha sido suficiente, lo más seguro es que estén por llegar miles de soldados, llegó tu final -dijo Yannick, cambiando su confiada expresión a una que demostraba su desagrado a Kor.
-Tardas demasiado en volarme la cabeza, quieres preguntarme algo -respondió Kor.
-Quiero las llaves de tu hangar, ya que destrozaste mi nave.
-Primero tendrás que arrancarlas de mi frío e inerte... -antes de que Kor lograse completar su oración, estaba el cañón del revólver de Ssus en su cráneo, la espada de Bateman en su garganta, las manos de Kyara y Dreggor apuntándole, listas para disparar energía, el rifle que Matt robó de un guardia apuntando a su sien, la navaja de Marii en su nuca y su propia lanza que Maki tomó del piso en su cadera.
-¿Decías? -preguntó Bateman
-Muéranse -contestó Kor.
-Maki, toma sus llaves -ordenó Yannick.
Maki fue a tomar sus llaves, y en su bolsillo encontró una extraña caja, donde podrían estar las llaves.
-Encontré algo -dijo Maki, abriendo la caja y dejando ver un botón.
-Dinos dónde están las llaves, o dispararé ya -amenazó Yannick.
-Están en esa caja con ese botón, se abre la caja presionándolo -respondió Kor.
Bateman se quedó analizando la caja, notando algo de familiaridad en ella, mientras que Maki iba a presionar el botón.
De Bateman brotó el miedo al darse cuenta de dónde había visto antes tal aparato, y no tardó en alertar a sus compañeros:
-¡No presiones esa cosa!
Maki presionó el botón al mismo tiempo que surgió la advertencia de Bateman, y el aparato desapareció junto a Kor, sin dejar rastro. Los que lo tenían agarrado cayeron al suelo, confundidos.
-¡No! -exclamó Yannick.
-¿Qué rayos sucedió? -preguntó Maki.
-¡Era un aparato teletransportador, se escapó! -respondió Bateman.
Todos estaban preocupados, así que tomaron marcha hacia afuera antes de que el ejército de Kor llegase, pero Maki no se movía, estaba entretenido viendo algo.
-¡Corre, Maki, ya vienen sus soldados para acá! -exclamó el muy preocupado Matt.
-Robé esta cosa de su bolsillo sin que se diese cuenta, es como un celular -aseguró Maki.
-¿Qué hay ahí? -preguntó Dreggor.
-Un mapa de la galaxia, al parecer tienen en la mira dos lugares para atacar, en donde nos ubicamos y una extraña mansión muy lejos de aquí.
-Déjame ver -dijo Dreggor, mientras que se acercaba a Maki, para cambiar su expresión curiosa a una de terror.
-¿Estás bien, Dreg? -le preguntó Matt, mientras que los demás los miraban.
-Se dirigen a mi mansión -dijo Dreggor, furioso.
Hubieron unos segundos de silencio, mientras que se escuchaban explosiones, y una de ellas sería en el techo del lugar, dejando ver el cielo por ahí.
-¡Llegaron! -exclamó Bateman, mientras que se echaron todos a correr hacia el bosque del pueblo, esperando no ser alcanzados por el fuego enemigo.
Mientras que corrían, varios guardias necropolitanos se atravesaron en su camino dentro del bosque, pero Bateman los atacaría rápidamente con su espada, eliminándolos del paso.
Se vería a lo lejos, tapado por algunos árboles, el pueblo y la gente horrorizada corriendo, esperando no ser alcanzada por las explosiones.
-¿Cómo nos iremos si no tenemos naves? -preguntó Kyara mientras corría junto a sus compañeros.
Antes de que le contestasen, todos se detendrían ante un acantilado que hubiese supuesto la muerte de cada uno de ellos.
A lo lejos se verían varios guardias que estaban buscando a los chicos, mientras que sólo quedaba la opción de saltar o enfrentar a decenas de guardias.
-Estamos en un grave problema -diría Matt, mientras que todos sus compañeros, excepto Bateman, se estaban poniendo en pose de batalla.
-¡Debemos pelear, no queda otra opción! -exclamó Kyara.
-¡Son demasiados, no podremos! -respondió Matt.
-¡Debemos entregarnos! -dijo Marii.
-Tengo una mejor idea -dijo Bateman.
-¿Cuál? -preguntó Yannick.
Bateman saltó el acantilado rápidamente, mientras que todos se asustarían al ver esta acción aparentemente suicida.
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Ktinis- La Amenaza de la Necrópolis
Science FictionTu universo, un lugar lleno de secretos que no salen a la luz y de estrellas que nunca sabremos que existieron, bueno, este libro no es tu universo. En esta realidad, el planeta tierra no es como probablemente lo conoces tú. bienvenido a un mundo en...