VIII

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Me bañe con agua súper caliente, vi que el tinte del pelo se caía un poco. Me envolví el pelo en una toalla, me puse mi bata y entre al closet, tomé un pantalón verde a cuadros, una camisa negra corta con una imagen de una tipo rosa, unas botas negras estilo militar, me senté en el espejo, no tenía muchas ganas de maquillarme, me puse un poco de base, sombra de ojos rosado obscuro abajo y arriba marrón fuerte, me pinté las pestañas negras y debajo del ojo un poco de negro, y los labios violeta fuerte, me deje el cabello suelto.
Como todas las mañanas tomé café con mis padres,  y me fui al colegio.

Entre, y Beck no me estaba esperando, no le di importancia y seguí caminando, todos me miraban, y se algo raro porque casi nunca nadie lo hacía.
Me sentía incómoda y quería saber porque lo hacían, me miraban se reina y luego comentaban cosas.

Las clases pasaron y mi rabia aumentaba, la gente se seguía riendo y hablando de mi, fui a un de los baños, entre.
- y como se enteraron? Ósea toda la escuela sabe - preguntó trina
- no lo sé, le prometí a Beck que no diría nada pero ahora todo el mundo sabe que me acoste con el - se me llenaron los ojos de lágrimas, pero ya no dolió como antes - quizás nos vieron salir del hotel - la mire por la separación de la puerta, estaba sonriendo, me seque las lágrimas, y salí del baño, me miro, no sabía que hacer mi que decir, me lave las manos, y me salí de ahí.
- Lexy - me grita Beck, paro y me doy la vuelta para mirarlo, las lágrimas se me caían, me miro directo a los ojos y no sabía que decir, una sonrisa se dibujo en mi, y el corazón me empezó a latir, todos nos estaban mirando, Tori estaba parada, las lágrimas salían de mi, pero mi corazón latía, latía tan fuerte que parecía que se me iba a salir del pecho.
- sos justo lo que necesito en este momento - dije casi sin pensarlo, en voz alta, pero el había escuchado, porque me estaba mirando, con esos ojos que me habían atrapado desde el primer día en que los vi. 
- si mi amor - dice Beck y sonríe.
Camino hacia donde está, intenta abrazarme
- no me toques - le digo e intento que me suelte - hablamos - lo miro por un segundo.
- no - me suelta, y sigo caminando, sentí la mirada de todos en mi, me paro enfrente de él, sus ojos azules penetraban cada átomo de mi existencia, y mi encantaba, sentía que me estaba mirando, y que me estaba viendo, y por primera vez, me sentía única, me seco las lágrimas con suavidad, - sácame de acá - le digo y me mira con terminar, me tomo de la mano, fulmino con la mirada a Beck y nos fuimos.
Subimos a su coche, me miro, y yo a él.
- qué pasó?
- luego te cuento
- esta bien, a donde vamos?
- tu decide - sonreír de lado
- esta bien, pero no quiero quejas - sonreí y lo mire, su pelo marrón perfectamente arreglado, sus ojos azules, me miraban y mi alma se me estremecía por completo.
Llegamos a una playa, había una casa ahí, blanca, con dos sofás grandes de afuera, y una mesa en el medio, dos lamparas al costado de la puerta.
- bienvenida a mi casa de la playa - dijo y sonrió
- vamos? - me pregunta y me mira con atención
- si - nos bajamos, y entramos, y te recibía un enorme sillón blanco em formal de C, y dos enfrente, con un sillón cuadrado en el medio que tenía cobijas encima, una tele grande enfrente, dos ventanas grandes con cortinas blancas, corri la cortina, había una piscina grande, que tenía el piso de piedra, con una pequeña cascada que caía de un jacuzzi, tres escalones que te llevaban a una pequeña terraza, con sillones de afuera y un hoyo para fuego, se paró detrás de mí.
- te gusta?
- si - entre de nuevo a la casa, se paró entere de mi, quizás esperaba que le dijera algo, pero no sabía que decir, quizás me sentía mal, porque cada vez que pasaba algo con Beck me iba a con el, lo estaba, quizás lo estaba usando y eso no era bueno, no era justo.
- qué pasa? - me miro, tenía que decirle, si o si, porque el como siempre lo iba a saber o lo iba a averiguar o sacar sus propias conclusiones los cuales nunca fallan, así que, respire me acerque a él, y lo mire directos a esos ojos azules fríos.
- siento que te estoy usando - las palabras salieron de mi - y no me gusta hacerlo, siento que me vengo contigo para hacer que Beck sienta celos, que te uso para desahogarme - las palabras salían de mi boca y mi cerebro no estaba sus cabales - no es justo  - se rio, no entendía porque pero tenía una sonaría en su rostro
- solamente te consolé una vez - dijo y se acercó a mi - porque lo que te dije aquel día en el cine no fue consuelo más fue para que abrieras los ojos, y creo que lo hiciste, y está bien que quieras darle celos a Beck - se acercó más a mi, sus ojos azules me miraban serio - qué se de cuenta de lo que esta perdiendo - reí
- soy un desastre, Travis - me aleje de él - nadie me quiere, ni siquiera Beck, que me conoce mejor que nadie
- Beck no te conoce, porque si lo hiciera no te dejaría ir
- tu no me conoces
- no, pero me encantaría hacerlo - sacudí la cabeza negativamente - muéstrame quien realmente eres, debajo de toda esa ropa negra, quien es Lexy Covelli, quien sos?  - sus ojos parecían saber todos mis secretos, mi cuerpo se me erizó
- quien soy? - le dije y lo mire directo a los ojos, mi mirada estaba confundida y lo sabía.
- si, quiero saber quien eres - el problema era que ni yo sabía quien era, mi vida desde los 14 años fue con Beck, siempre y nunca tuve tiempo de pensar en mi, de encerrarme, de saber quien era, hasta mi ropa negra era porque Beck.
- ni yo se quien soy, así que lo siento no puedo no puedes conocerme - le dije y se me quedo mirando por un momento
- ok, entonces, vamos a saber quién eres - me dice y sonríe de lado
- y tu? Tu quien eres
- yo se perfectamente quien soy y si tu quieres saber, quédate
- me quedo a donde?
- quédate conmigo y sabrás todo de mi, pero con una condición
- cual es?
- qué olvides a Beck
- no creo poder olvidar una relación de casi cuatro años con alguien que apenas conozco - solo se rio y no me dijo nada, porque en parte sabía que lo que le estaba diciendo era verdad, apneas lo conocía, una relación de 4 años no se olvida en un mes, y yo lo sabía y él también, sus ojos frío me miraba, me puse nerviosa, pero me gustaba cuando me miraba, sus ojos azules penetraban mi ser, y me encantaba cada puto segundo que pasaba.

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