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(*) Aclaración: los nombres de los personajes pueden verse modificados. Recomiendo discreción.

Donghae recolectó las últimas cosas que necesitaba para llevar al colegio, las puso en su mochila y una vez listo bajó las escaleras. Sin antes pasar por la cocina para tomar una porción de budín para desayunarlo en el camino, el joven se encontró con su madre y su padrastro Hyukjae quienes ya estaban listos para emprender la rutina.

—¡Buenos días! —saludó la mujer mientras apartaba de su lado a su pareja quien por extrañas razones se encontraba muy meloso el día de hoy.

 —Hola mamá —respondió el joven dando un mordisco a la delicia que había preparado la empleada del hogar.

La familia de Hae tenía dinero; todo gracias a su padre Choi Minho que con esfuerzo logró convertirse en un gran abogado de la ciudad hasta el día de su muerte en un accidente de tránsito. Su madre consumida por el dolor no tuvo otra salida que ahogar sus penas en Hyukjae, socio y amigo del difunto. De estos sucesos habían pasado 5 años y Donghae se había acostumbrado a la nueva consolidación de su familia recién hace 1 año.

La aceptación de una nueva figura paterna no fue una tarea fácil para el adolescente; su carácter contrarrestaba el carácter que poseía su padrastro. Nunca llegaron a discutir fuertemente, pero si existía una aureola de tensión que los rodeaba cuando se veían cara a cara.

El viaje era corto en cuestión de tiempo, como todas las mañanas Hyukjae manejaba hasta el estudio de su pareja dejándola allí, porque ella también era abogada. Después tomaría el camino hasta la escuela de Dae y por último llegaría a los tribunales donde ejercía su profesión de fiscal.

—Pasaré por ti en la tarde, no te distraigas por ahí y se puntual —ordenó el mayor.

El joven pelinegro solo asintió y bajó del auto.

—"Se puntual, se puntual" —imitó la voz del mayor con disgusto. Conocía el propósito del por qué se lo había dicho, mayormente caminaba hasta su casa o en compañía de su amigo Cho Kyuhyun pero últimamente el pesado de Hyukjae lo recogía y cuando éste lo hacía se quejaba porque el adolescente tardaba demasiado en salir del colegio.

—Buenos días Haru... —habló melodioso un joven con cabello rosa.

—¡Kyu! —respondió Donghae mientras chocaba sus manos con el otro.

—Tengo una noticia para compartir—. Alegre Cho expresó mientras entraban al salón de la primera clase del día.

—Dime ya —agregó el chico.

—¡Tendré un hermanito! —lo alegó tan fuerte que seguramente la mitad de sus compañeros escucharon la novedad.

Donghae no dejaba de estar feliz por su amigo, éste fue adoptado desde muy pequeño y seguramente el bebé en camino llegará de alguna forma similar, porque los padres de Kyuhyun no podían tener hijos propios: eran homosexuales. 

Por una vaga razón se cruzó en su cabeza la idea de también dejar de ser el único bebé de mamá, sin embargo también pensó en lo idiota que sería verlo a Hyukjae como padre y eso le retorció el estómago.

La mañana pasó y rápidamente el reloj marcaba 14.30 pasado el mediodía, los jóvenes amigos salieron juntos hasta la zona de estacionamiento donde, por un lado el padrastro de Hae estaría con su irritante humor y por el otro el papá de Kyu, el señor Kim, radiante esperando al de cabellera rosa. 

—¡Señor Kim! —saludó Donghae al adulto.

—Oh Hae, ¿cómo estás?

—Bien gracias, felicidades por el bebé...

—Imaginé que Kyu no tardaría en contarte —rió amablemente.

—Tu padrastro llegó Haru —interrumpió su amigo.

—Me iré antes de meterme en problemas —susurró. Se despidió de la familia y ya acercándose al auto vio la cara de pocos amigos que traía Hyukjae.

—Hola —dijo Donghae mientras se acomodaba en el asiento poniéndose el cinturón.

—Te has atrasado otra vez—. Con dificultad para hablar, soltó.

—Perdón no fue mi intención hacerte esperar —lamentó.

—Son tan desagradables—. Hyukjae murmuró con asco, pero el joven escuchó sus palabras a la perfección.

—¿Cuál es tu problema? —preguntó con cierta ira, juraría que si el auto no estaría en marcha se bajaría de allí al instante.

El fiscal sonrió ladeando su cabeza para mirar por un segundo a su hijastro, pero no le respondió. Donghae cruzó los brazos, estiró su trompa y frunció su ceño, de esa manera viajó hasta llegar a su casa.

Una vez llegado a destino, trataron de no dirigirse alguna otra palabra pero era imposible; de alguna u otra forma tenían que convivir.

—Ven —ordenó—, almuerza algo.

El chico le hizo caso, su barriga hacía ruido de lo hambriento que estaba. La señora Wheein, la criada, había preparado para ellos una rica sopa de fideos. Se sentaron uno al frente del otro en en comedor mientras la mujer les servía la comida..

—¿Cómo te fue en la escuela Donghae? —interrumpió el abogado y fiscal mirándolo fijamente.

El nombrado posó su mirar en el mayor pero al establecer contacto visual bajó su cabeza rápidamente. Antes de responder recordó la escena del auto, pero no podía negarse a guardar la respuesta, o más bien ser descortés con Hyukjae frente a terceros; porque Wheein todavía estaba presente.

—Bien.

—Tu madre me dijo que tiene un regalo para ti—. Hyuk estiró su brazo y le enseñó al otro la pantalla de su celular: era un evento de Rally.

Hae se sorprendió, le gustaba ese tipo de competiciones y el detalle de su madre valía mucho para él.

—¿Cuándo es?

— El fin de semana.

—¿Puedo llevar un amigo? —preguntó imaginando incluyendo a su madre en el viaje.

—No —respondió seco el adulto–. iremos solo tú y yo. 

Vampire (EunHae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora