" 'Al Señor Agreste'
No puedo creer que estoy escribiendo esto .
Solo quiero decirle lo mucho que lo admiro , como diseñador y como padre.
¿Sería mucho atrevimiento decir que soy su mayor fan? Espero que no.
Pero mientras no me de la oportunidad de...
- Buenas noches, esperó al Señor Agreste ¿Podría verificar si ya llegó?- habló la ojiazul al joven que se encontraba al otro lado del elegante atril de cristal.
El joven la miró con los ojos totalmente abiertos y después de pensarlo unos minutos , tragó sonoramente y contestó - Por aquí señorita ,sígame por favor- pidió amablemente mientras caminaba por delante para mostrarle el camino .
"Wow" pensó al ver aquel lugar .
En sus tiempos libres había leído sobre muchos lugares haci (lugares perfectos que ella nunca podría pagar) entre ellos él " Le Meurice".
"Ubicado en uno de los hoteles más lujosos de la ciudad, su carta fue diseñada por el triple estrella Michellín, Yannick Alléno. Forma parte de uno de los hoteles más elegantes y lujosos de París que lleva el mismo nombre" recordó con asombro , pues al pensar aquella reseña pensó en como todas esas palabras no le hacian la más mínima justicia a tan elegante lugar.
Y entonces su corazón se detuvo.
Ahí estaba él.
Tan guapo como siempre , con la mirada perdida en su tablet , sentado con la pierna cruzada y la mano en el mentón. Para ella, la perfección solo podía tener esa apariencia.
Su expresión seria no reflejaba emosion alguna No era un hombre que considerase su tiempo como poco valioso , así que se decidió a revisar algunos diseños en su tablet mientras esperaba.
- La señorita llegó - anunció el mesero llegando hasta el rubio . Gabriel asintió y el chico se hizo a un lado dejando ver a la mujer detrás de él .
Cuando la vio , contuvo el aliento.
Nunca pensó que "ella" se vería así.
Por el tono de voz que le había escuchado horas antes y el lenguaje de sus cartas había imaginado una niña de veintipocos años con lentes y llena de inseguridades , nada mas alejado de la mujer que venía a su encuentro .
Sus labios no dijeron una palabra y su facciones serias no cambiaron en lo más mínimo pero por dentro aceptó que se veía hermosa y misteriosa destilando elegancia por cada parte de su ser.
-Señorita Mayura.... Es para mi un placer poder conocerle en persona - expresó con fría cortesía.
- Señor Agreste , el gusto es mío- respondió tapando su boca y parte de su rostro con aquel abanico de plumas.
- Siéntese por favor - pidió extendiendo su mano en dirección a la silla y fijando nuevamente su vista en la tablet mientras movía los dedos sobre ella.
Mayura espero unos segundos a que el rubio volviera a fijar la mirada sobre ella pero no sucedió, estaba demasiado absorto en su aparato, lo cual hizo que se molestará pues le había tomado mucho planear como verle de frente , el maquillaje y todo, incluso había corrido vestida de pavo real detrás de un taxie para no llegar tarde.
-No- respondió con firmeza - no me voy a sentar - el rubio frunció el entrecejo - no hasta que no me expliques lo que pasó con Audrey - exigió.
-Porque no mejor te sientas y hablamos - propuso en tono neutral a punto de exasperarse , pues era la primera vez en mucho tiempo que estaba con alguien que parecía no acatar sus órdenes de inmediato.
- Usted no me da órdenes- contestó con el tono de voz más elevado - no sabe todo lo que eh tenido que pasar para estar frente a usted hoy , los nervios que e tenido que controlar para no desmayarme al verlo de frente, la ilusión que sentí al verle esperando por mí...- el rubio seguía con su expresión seria pero por dentro juraba estar sonrojado - no sabe cuánto lloré al verlo besar a Audrey y al pensar que me alejaría de usted para siempre y al llegar aquí - dijo mientras su tono se volvía más triste -¡usted solo me ignora para estar con su tablet!- exclamó enojada.
-¡Siéntate ya!- ordenó nuevamente.
-¡No hasta saber porque la besó!
-¡La única razón por la que la besé fue porque pensé que eras tú!- soltó mientras se paraba abruptamente de la silla , golpeando la mesa con ambas manos.
La confesión del rubio dejó a ambos perplejos .
Un silencio incómodo se formó entre ellos.
La ojiazul no sabía como terminar aquel ambiente tenso que se había formado en el que ambos se miraban fijamente a los ojos entre respiraciones agitadas luego de aquel griterío , hací que rompiendo el contacto visual decidió sentarse , abrir un menú y empezar a ojearlo.
Gabriel la imitó.
-Lo siento- dijo él rompiendo el silencio .
- Yo también lo siento Señor Agreste. - se disculpó aún con la mirada sobre él menú, agradecía de sobre manera el que lo fueran suficientemente grandes como para no verse los rostros , estaba muy apenada .
De pronto sintió junto a su brazo un objeto cuadrado , que se deslizaba cada vez más cerca de ella "Gabriel le pasaba su tablet" , con curiosidad la tomó entre sus manos dejando el menú de lado y prendió la pantalla quedando sumamente asombrada .
- Me pareció que te veías hermosa- habló en un tono tierno - hubiera sido un desperdicio no aprovechar la escena.
Era un boceto de ella presentándose.
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Nathalie se sintió como una tonta , sus nervios le habían jugado una mala pasada y la habían llevado a juzgarle rápidamente.
- Es hermoso Señor Agreste- dijo mientras le devolvía el aparato .
