capítulo 5

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Querido Gabriel
hoy te tengo malas noticias .

Últimamente te he estado diciendo todo lo perfecto que eres y lo enamorada que estoy de ti .

Sin embargo para que estas cartas estén más en equilibrio te diré una cosa que me gusta de ti y al día siguiente una desventaja de ser como tú ...
Es decir  perfecto.

La desventaja de hoy son tus ojos .
Son la cosa más hermosa que haya visto , son arrogantes , orgullosos y a la misma ves son tan cariñosos y expresivos.

¿Por qué es una desventaja esto?

Siempre que eh querido decirte todo lo que te amo, te extraño y necesito no tengo más que ver tus hermosos ojos para ponerme a temblar .

Te amo, pero tus ojos no me ayudan.

El plateado dejó la carta de lado y sonrió, nadie le había dicho jamás semejante cosa sobre sus ojos y durante su juventud siempre fue la cosa más desapercibida en él debido a sus anteojos que llevaba siempre consigo , debía admitir que el el hecho de que aquella extraña le dijera aquello habia hecho surgir fuertes emociones dentro de si.

- ¡Nathalie!- llamó a su secretaria con urgencia .

- Diga señor - respondió con su tono frío habitual .

-¿Encontraste ya a la persona que responsable de mandarme esto? - preguntó  impaciente señalando la carta.

Aunque por dentro la ojiazul estaba apunto de desmayarse no cambió su expresión .

- Aún no señor , sigo trabajando en ello. - contestó serenamente aunque sus manos temblaban . El plateado mostro su molestia con un leve gruñido que hizo suspirar a Nath , tal vez luego le escribiría lo que esos gruñidos le provocaban ; osea suspirar como una tonta .

-Pues date prisa- contestó secamente - necesito saber quién es el remitente ya- ordenó a lo que la ojiazul asintió y salió de la oficina -"muero por saber quién es" - murmuró sonriente al verse  solo con aquella carta.



Al señor Agreste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora