Last Minute

Bite my Tongue

Como si hubiese sido un acuerdo, el beso calmo las aguas por la siguiente semana. Aunque no hablaban como solían hacerlo, seguían moviéndose como si fueran uno pero cada vez que podían, dejaban que el roce de la coreografía se prolongue sin que pareciera algo más que parte de la rutina. 

El día de la tercera ronda estaba por llegar y para celebrar el avance en la competencia hasta ahora, el equipo decidió invitar a todos a cenar. La cara de Rocky no fue la más amigable cuando su entrenador insistió a Beel que trajera a su novio a la cena para que pudiese celebrar con ella.

La gente se fue reuniendo de a poco en el bar que habían seleccionado. Rocky llego esperando ver a la pareja ya posicionada en sus asientos y hasta sintió un poco de alivio al ver que no había pasado todavia esperanzado de que nunca pase, pero su estomago dio un vuelco cuando los vio llegar de la mano.

El novio de Beel parecía querer estar en todos los lugares menos en ese, y más de una persona en el equipo lo noto, pero nadie quería hacerlo obvio. Nadie excepto Rocky.

-Dime Tae-yong ¿Desde cuando se conocen?-

-3 años- Dijo Beel

-2 años- Dijo Tae-yong al mismo tiempo mirandola confundido.

-Cumplimos los 3 hace 2 meses, cariño- Dijo Beel intentando decirlo lo más suave posible para que solo él lo escuchara, pero Rocky no iba a perderse ningún detalle.

-¿Cuando los cumplieron?- Preguntó para ver que tan perdido estaba Tae-yong en la relación, no se decepciono cuando escucho la respuesta.

-¿19 de Agosto?- Pregunto mirando a Beel, quien cerró los ojos en señal de cansancio.

-22 de Junio-

Rocky parecía estar disfrutando como la pareja parecía desmoronarse en los ojos de todos presentes y solo pudo continuar.

-Que adorables... Imagino que disfrutas de verla bailar, aunque no te he visto en las dos rondas anteriores ¿Sueles bailar mucho con ella?-

-No soy buen bailarín y estuve ocupado en un viaje de negocios. Por cierto cariño, tampoco podre verte esta ronda-

Beel ni siquiera respondió. Parecía estar acostumbrada a la situación y ni siquiera se digno por verlo a la cara, sino que miro a Rocky fijamente para que deje el cuestionario. Esté ultimo parecía haber encontrado un punto que no iba a soltar tan fácilmente. Continuo mirándola fijamente y siguió con su juego.

-Es una pena, de verdad baila muy bien, deberías estar orgulloso ¿Verdad gente?- El equipo sonrió y asintió para dejar pasar la incomodidad del momento. En los ojos de los demás, Rocky estaba haciendo preguntas inocentes, en los ojos de casi todos excepto en los de Beel -¿Te mostró los vídeos de las practicas?-

-En realidad, recién ayer llegue del viaje de negocios, nuestra empresa esta a punto de cerrar un trato con una empresa de Tailandia así que estamos bastante ocupados en eso. Es el trabajo de mi ultimo año dando frutos-

-A trabajado muchísimo este año, su empresa le debe mucho y si llegan a cerrar el trato, él será por fin promovido- Dijo Beel sonriendo a los demás mientras acariciaba su pelo sin mucho entusiasmo -Puede ver los vídeos más tarde. No van a borrarse-

-Entonces propongo un brindis- Dijo el entrenador intentando salvar la situación -Por Beel y Rocky, para que tengan la mejor de las suertes en la tercera ronda, y por Tae-yong y que su negocio prospere-

Todos alzaron su vaso de cerveza y brindaron. El teléfono de Tae-yong empezó a sonar y se disculpo mientras se alejaba de la mesa para hablar. 

No estuvo presente para ver como Rocky empezaba un ataque de tos que parecía no poder calmar y también se disculpo para ir afuera a respirar un poco de aire y con suerte calmar su tos. Beel vio este momento como una oportunidad para ir y enfrentarlo.

Espero solo un momento y fingió preocuparse en la tardanza de Rocky para ir a verlo. Viendo que nadie miro de manera sospechosa, se levanto de la mesa y se dirigió a la entrada armando ya un discurso en su cabeza de como él no tenia derecho de meterse en su vida cuando al doblar a su izquierda se encontró con Rocky apoyado en la pared y escupiendo pétalos color celestes por la boca.

Por un momento, ella se quedo petrificada. Recuerdos vinieron a ella, recuerdos que no le dejaban espacio en su mente para procesar lo que de verdad estaba viendo. No había podido aclarar su garganta o hacer algún ruido para hacerle saber a Rocky que estaba siendo observado, por lo que cuando él se recupero de su ataque de tos y se volvió a la puerta, la vio parada con su mirada perdida en los pétalos del piso.

-Beel, escucha...-

-Tienes Hanahaki disease...-

-Acaba de empezar, es la primera vez que escupo pétalos, pero ese no es el punto-

Iba a seguir explicándole su situación hasta que vio como los ojos de Beel dejaron de posarse en los pétalos para mirarlo a la cara con una expresión casi horrorizada. Se dio vuelta tan rápido sus pies la dejaron y fue directo hacia Tae-yong quien afortunadamente tenia que atender un asunto laboral y necesitaba irse del lugar.

Ni el equipo ni Rocky entendió porque si Tae-yong tenia que irse, ella también, pero no les dio la oportunidad de insistir. Tan rápido como anuncio el supuesto motivo de la repentina vuelta a casa, tomo sus cosas y saludo a todos de forma general para dirigirse al auto.

Esa noche no pudo dormir. Toda la noche parecía girar alrededor de los mismos recuerdos.