Last Minute

Keep Running

Rocky ahora se encontraba en el consultorio de su medico esperando de que lo viera y que le dijera que tenia tiempo hasta la final. La cantidad de pétalos se había duplicado desde aquel encuentro en el camerino, y la comunicación con Beel casi era nula. 

Unos minutos antes de entrar a su consulta, un chico se sentó cerca de él y miro como de su boca caían pétalos.

-¿Cuánto te queda?- Le pregunto el chico

-Creo que tres semanas- Contestó -¿Tu?-

-Dos- Dijo el chico preocupado, Rocky lo miro tratando de transmitir que sentía exactamente lo que pasaba por su cabeza en ese momento -¿Ya te decidiste?-

-No, estoy dando una última oportunidad-

-Yo también...-

-¡Jeon Jeong-guk!- Anunció la enfermera. Su compañero en sufrimiento se levanto lento y miró al chico una ultima vez.

-Suerte...-

-Tu también...-

Dicho esto, el chico entro y minutos después pudo escuchar como anunciaban el nombre de Park Min Hyuk. Él se levanto y se dirigió a la sala donde esperaba su medico.

-Es peligroso. Es mantener todos esos pétalos mientras ocupas una gran cantidad de fuerza para respirar.- Le advertía el medico.

-¿Pero es posible?- El medico asintió. Era posible. Pero también era posible que después de la presentación no pueda aguantar más de un día sin someterse a cirugía -Con eso me basta. Después de eso, haré lo que tenga que hacer-

Después de esa visita, quedaban dos semanas hasta la final. Dos semanas donde los pétalos fueron aumentando su volumen en cantidad y aunque quisiera ocultarlo, Beel no podía hacer otra cosa que no sea preocuparse. Intento varias veces parar y que él descansara pero él se negaba rotundamente. Si iba a terminar por someterse a cirugía, iba a disfrutar de cada minuto que pudiese con ese sentimiento en le pecho impulsándolo a bailar con la chica de la que desafortunadamente estaba enamorado.

Llegada la ultima practica antes de la final, le pidió a Beel que se quedara antes de que terminar el día para poder hablar con ella. Dada su condición, no pudo negarse a una charla. 

Al ver que todos se habían ido y sabiendo que tenían el lugar para ellos solos, él espero a que ella cruzara la puerta para besarla una vez más.

-Rocky, ya te dije que no puedo hacer esto-

-Por favor, Beel. Solo acéptalo-

-No puedo aceptarlo-

-¿Porque no? Tu me quieres tanto como yo a ti ¿Porque no puedes admitirlo?-

-Yo no...-

-¿De verdad lo prefieres a él? ¿De verdad me vas a decir que es él a quien quieres?-

-Me pidió matrimonio-

La sala se inundo por un silencio ensordecedor hasta que Rocky dejo que su puño golpeara la pared al lado de la cabeza de ella.

-¿Es en serio? ¿Vas a quedarte con él aunque no te quiera?-

-Si me quiere...-

-Beel, tu no lo quieres a él ni él te quiere a ti. Tu no lo nombras, él no se interesa por lo que te gusta- Dijo alejándose mientras la miraba con una sonrisa por demás irónica -Ni siquiera sabe cuantos años llevan juntos ¿Tanto miedo tienes?-

La cara de ella cambio haciéndole saber a Rocky que había dado en el blanco.

-¿Es eso? ¿Miedo? ¿Tienes miedo de admitir que te enamoraste?-

-Tengo miedo... tengo miedo a terminar como tu-

-¿Como yo?-

-Tengo miedo a terminar como terminan todos y que la única solución que exista es arrancar de raíz todo lo que alguna vez me hizo sentir algo-

-¿Entonces prefieres dejarme así? ¿Seguir con tu cómoda vida de no sentir nada por nadie y casarte con alguien que nunca esta contigo?-

Beel ya tenia un par de lagrimas que se deslizaban por sus mejillas cuando asintió sin mirarlo a la cara. Pudo sentir como Rocky reía con un dejo de amargura y empezaba a dirigirse a la puerta.

-¿Sabes? Tal vez esto sea horrible. Tal vez me merezca la cirugía y sentir que me ahogo la mitad del tiempo. Pero al menos tuve la valentía de sentirlo y de demostrarte que tu si me importas más que un trabajo o un viaje o una estúpida enfermedad-

Tomo el picaportes de la puerta y se giro a verla una vez más.

-No te preocupes, después de la final me olvidare de ti. Se feliz-

El eco de la puerta retumbo por toda la habitación haciendo que ella termine por caer al piso para dejar salir el dolor de no poder decirle que se quede. Vio el anillo que Tae-yong le había puesto en su mano la noche anterior prometiendole una vida de paz y tranquilidad una vez que lo promuevan y sintió como había cometido el peor error de su vida. Aun así y con ese dolor en el pecho, dejo que Rocky se fuera del edificio sin siquiera intentar ir hasta la puerta para verlo irse.