Rocky sabia que esa iba a ser la ultima vez que pudiese bailar con ella de esta forma. La ultima vez que iba a poder dejar que este sentimiento saliera al exterior de esta manera extraña y le demuestre al mundo como se veía cuando encontrabas a tu otra parte aunque sea por un breve momento.
Beel aunque no quería aceptarlo, a menos de que le dijera algo, iba a suceder. Solo tenia como elección disfrutar estos últimos momentos, porque para mañana a la tarde, él ya no tendría idea quien era ella o que dos personas podrían tener tanta conexión.
Fue solamente otra decepción ver como el premio fue dado a otra pareja. Pero él hecho de que la enfermedad este tan avanzada hizo que Rocky tuviera que restringirse en algunas partes de la coreografía. Nadie lo culpaba, había intentado su mejor esfuerzo. Nadie excepto él por supuesto, de haber sabido que no iba a ganar ninguna de las dos batallas, se hubiera dejado caer en la camilla hace unas semanas atrás.
Al no haber victoria y al notar a Rocky tan cansado, decidieron dejar la celebración para otro día, preferiblemente después de la operación y más que seguro, sin Beel presente. No iba a poder soportar que Rocky la mirase como si fuese otra persona más.
Rocky fue directo a su casa donde sus amigos lo esperaban para animarlo y Beel por primera vez en mucho tiempo iba a disfrutar una cena con el que iba a ser su futuro esposo.
-Es solo una competencia, cariño- Le dijo Tae-yong al verla tan distraída -Ya pronto surgirá otra y podrás demostrar tu verdadero potencial. Capas con otro compañero, tu desempeño sea mejor-
Beel ni siquiera lo miro a los ojos, tenia su mirada fija en su plato mientras tomaba de la copa de vino que le había servido. No escucho a Tae irse para atender una de sus tan comunes llamadas ni tampoco volver, estaba muy absorta en el mañana.
-¿Beel? ¿Beel, cariño? ¿Me estas escuchando?- Dijo Tae una vez de vuelta a la mesa.
-Tae ¿Puedes ser sincero conmigo?- Tae-yong la miro extrañado e hizo una seña para que continué -¿Que sientes cuando me ves?-
La mesa quedo en completo silencio por unos sólidos dos minutos. Tae-yong parecía revolver todo su cerebro intentando buscar una buena excusa.
-Siento... que puedo hablar contigo-
Beel sonrió amargada mientras tomaba lo que quedaba de su vino.
-Mi padre me dijo cuando era pequeña que cuando veía a mi mamá quería solo sentarse con ella abrazados, dijo que decían más cosas cuando no hablaban. Que se sentía en paz porque no necesitaba rebuscar palabras, mi mamá ya sabia que le pasaba o como se sentía... Y no fue hasta hoy que lo entendí-
-¿Que entendiste?- Dijo Tae-yong poniendo una mano sobre la suya para que ella por fin lo mirara a los ojos.
-Pareciera que no importa cuanto lo intentemos, ni cuantas cosas nos digamos, ninguno de los dos pude recordarlo ni interesarse lo suficiente como para preguntarlo. No recuerdo ni siquiera porque te apasiona tanto tu trabajo y tu nunca me has preguntado porque bailo-
Tae-Yong parecía haber sido descubierto en una gran estafa ya que ni siquiera intento contradecirle, solo atino por mirar su plato.
-¿Porque bailas, Beel?-
-Mi madre y mi padre dejaron de hablarse desde que yo era pequeña. Fui de una casa a la otra intentando encontrar un lugar para mi y que alguien me escuche y después de mucho tiempo de intentar me di cuenta que no hacia falta. Yo ya no pertenecía a esa familia y y ellos ya tenían otras vidas. Aunque intente hablarles no supieron escucharme, al igual que tu hasta el día de hoy y la única forma que encontré para dejar todo eso salir fue bailando. Y por fin hoy entendí porque bailo... no es solamente porque me gusta o para expresarme, es para que alguien me escuche-
-Y lo has encontrado ¿Verdad?- Dijo Tae sonriendo con ironía pero sin dolor escondido detrás. Beel solamente asintió -En algún momento debía pasarte-
-Intente evitarlo, pero aún así me encontró- Dijo ella con un hilo de voz.
-Beel...- Empezo Tae agarrando sus manos -En el fondo los dos sabíamos que estábamos porque nos resulta más cómodo quedarnos como estamos que de verdad salir a buscar lo que necesitamos. No voy a negar que nunca te quise porque no es verdad, pero no podemos asegurar ninguno de los dos que fue un amor verdadero-
Beel lo miro con una sonrisa confortante, sabiendo que no estaba haciendo algo malo. Miro su mano y se saco el anillo que Tae le había dado.
-Tengo que ir a arreglar algo, pero tu tienes que dejar de concéntrate solo en tu trabajo. Es deprimente no tener a nadie en la noche. Créeme, lo se-
-Lo siento, no fui la mejor de las parejas-
-No te preocupes, solo no fui la indicada-
Tae la miro una ultima vez y levanto su copa.
-Mucha suerte Beel-
-Tu también-
Salio del restaurant sintiéndose liberada y lo primero que hizo antes de que esa valentía desapareciera fue intentar llamar a Rocky, quien no contesto ni la primera, ni la segunda, ni la tercera llamada.
-¿Entrenador? Hola, soy Beel ¿Rocky esta con ustedes?-
-Sus amigos me acaban de llamar Beel, están llevándolo al hospital. La presentación termino de cansarlo y casi se ahoga mientras descansaba-
Beel sintió su corazón frenarse al escuchar la ultima parte.
-¿Pero él esta bien? ¿Esta vivo?-
-Esta vivo, aunque no esta consciente creo. Pero estaba de camino al hospital-
-¿Puedes darme la dirección?-
Menos de un minuto después de cortar la llamada, el entrenador le dio la dirección y Beel corrió adentro del restaurant.
-Tae, necesito tu ayuda por favor. Llévame al hospital-
Al ser un restaurant donde ya conocían a Tae, no tuvo que esperar a que le cobren ya que lo pusieron en su cuenta. Corrieron hasta el auto y se dirigieron a toda prisa al hospital. Beel estaba a punto de entrar al hospital cuando sintió un auto frenar de golpe y vio a Rocky siendo cargado por dos de sus amigos.
-¿Rocky? Rocky, soy Beel ¿Me escuchas?-
-Disculpa pero tenemos que enterarlo, casi no respira- Dijo uno de los amigos que lo llevaba, alto y de pelo teñido blanco.
-¿Beel?- Dijo Rocky con un hilo de voz mientras dejaba que una flor celeste pastel cayera de su boca.
-Si, Rocky. Soy Beel, estoy aquí.- Dijo haciendo que sus amigos lo suelten y el quedara arrodillado en el piso.
-Binnie dile algo-
-No hay tiempo, Haz que traigan la camilla, diles que Park Min Hyuk esta afuera y no lo podemos entrar. Vamos, apúrate Sanha-
Beel sintió como su otro amigo salio corriendo mientras que el de pelo blanco intentaba de alejarla de Rocky.
-Tenemos que llevarlo adentro, por favor, suéltalo-
-¡No!-
-Beel, suéltalo-
-Rocky escúchame. Te quiero a ti ¿Esta bien? Deje a Tae, lo deje por ti. No puedes hacer esto ahora. Por favor, vuelve-
Antes de que Moonbin pudiera alejarla, ella agarro la cara de Rocky y lo beso. Se alejo lentamente mientras veía que Rocky estaba prácticamente inconsciente y ya sus lagrimas mojaban toda su cara cuando vio como volvía a reaccionar dejando salir todas las flores y los pétalos que tenia acumulado en los pulmones.
-¡Dios mio! ¡Estas bien! Estas bien...- Dijo abrazándolo una vez que vio que había dejado salir todo.
-¿Tenias que esperar hasta el ultimo minuto, Beel?- Dijo cansado pero en su voz podía sentir como él tenia una sonrisa en la cara.
-Si me haces pasar por eso juro que no dudare en someterme a esa cirugía ¿Entendiste? Me hiciste admitirlo, ahora no puedes dejarme-
-No lo haré, si tu no me haces pasar por todo esto otra vez-
-Lo prometo-
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Short Story"-En algún momento debía pasarte- -Intente evitarlo, pero aún así me encontró-" Hanahaki Disease 하나하키병 (Korean) es una enfermedad donde una víctima de amor no correspondido escupe pétalos de flores debido a una planta en crecimiento en sus pulmones...