Capitulo 3.

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Habían pasado 10 años desde que Harry había sido dejado en la puerta de su tía una noche de noviembre, sin nada más que una manta y una nota, los Dursley no estaban para nada contentos con su llegada y al ver que no podían deshacerse del bebe en un orfanato cómo habían planeado originalmente lo metieron en el armario debajo de las escaleras donde ocuparía menos espacio y se olvidaron de el hasta que petunia lo saco para cambiarle el pañal y darle de comer las sobras de Dudley, los últimos años no había mejorado la relación del pequeño Harry con sus parientes, el niño tenía que hacer la limpieza de toda la casa sin ayuda desde que tenía 4 años, hacia el desayuno, la comida y la cena todos los días desde que podía alcanzar la estufa aprendiendo todo de petunia para que el niño lo memorizar y pudiera hacerlo el solo y si no cumplía con lo que le ordenaban vernon lo golpeaba hasta dejarlo inconsciente y petunia solo le daba una fruta y agua durante el día varias veces ni eso, solo una pieza de pan duro, Harry aprendió pronto a que sobrevivir en la casa de sus parientes era obedecerlos sin cuestionar por mucho que quisiera  y evitar molestarlos si no quería ser asesinado por vernon en uno de sus ataques de ira.

La impresión que tenía los vecinos de Harry había sido arruinada por los chismes y mentiras de vernon y petunia, así que 10 años después de su llegada a Harry se le consideraba un delincuente violento y solitario con quién no querías juntarte  por lo que no tenía amigos, aprendió a ignorar las miradas de desconfianza y los murmullos de mentiras que lo rodeaban cada vez que salía de la casa, su apariencia no ayudaba en nada pero era lo único con lo que podía fastidiar a sus parientes, con la ropa remendada de Dudley que le daban y el ajustaba a su tamaño, su pelo largo hasta los hombros con mechones azul oscuro y alborotado, los lentes de marco negro que ocultaban sus brillantes ojos verdes con motas doradas y las varias pulseras negras en sus brazos junto a su mirada fría y sin sentimientos lo tenían catalogado como una persona peligrosa a pesar de que se la pasaba en la biblioteca y evitaba los conflictos.

No tenía amigos pues la mayoría le tenía miedo o Dudley y su pandilla los asustaban, la única persona que podía llamar amigo era una niña un año menor que el llamada Adhara Simmons, vivía en un orfanato tres cuadras lejos de la escuela, ambos se había hecho amigos pues los demás niños del orfanato se burlaban de ella y la lastimaban cada vez que los cuidadores no estaban viendo por lo que se refugio en la biblioteca un día donde se encontró con Harry, ella era una niña baja de pelo negro largo y ondulado, piel pálida por esconderse en la biblioteca, llena de pequeñas cicatrices causadas por los matones , extraños ojos heterocromaticos, uno era violeta oscuro y el otro azul oscuro lo cual era la causa de las burlas, su personalidad era tranquila y amable con todos a pesar de que la molestaban.

Su amistad era rara y trataban de mantenerla en secreto la mayoría del tiempo, pues era algo que no querían perder, ambos sabían que eran especiales, desde pequeños podían hacer cosas que los demás no, Harry podía manipular las cosas con su mente, hablar con las serpientes, aparecer de un lugar a otro y si se esforzaba podía hacer que las personas hicieran lo que el dijera, tenía una memoria perfecta y recordaba todo lo que había vivido desde que nació por lo que sabía que era un mago mientras que Adhara podía esconderse en las sombras, transformase en cualquier animal que pensara y transformar las cosas en otras, Harry le enseño todo lo que sabia a su amiga, le conto sobre como a los once llegaría su carta de Hogwarts donde ya no tendrían que esconderse.

Un sábado de junio, amaneció soleado y hermoso, ambos hicieron la rutina de siempre, Harry preparo el desayuno y el almuerzo de sus familiares, lavo los trastes y limpio la cocina y la sala, mientras que Adhara comió con los demás niños del orfanato, ayudo a las cuidadoras con la limpieza, luego ambos niños se reunieron en la parte trasera de la biblioteca donde sabían que nadie los encontraría

-entonces Harry ya llego tu carta? - pregunto Adhara curiosa

-no, desgraciadamente llegara una semana antes de mi cumpleaños- murmuro con fastidio

-ya sabes lo que harás? - pregunto ella después de dejar que Harry se quejara por la injusticia de las cosas

-tengo dos opciones, fingir ser un niño tranquilo que no sabía nada de magia antes de entrar o revelar desde el inicio lo que puedo hacer- dijo mirando al techo

- ambas son buenas ideas, pero tienen grandes desventajas, en la primera tendrás que suprimir casi el ochenta por ciento de tu personalidad y tus poderes, también tendrás que cambiar tu apariencia, la ventaja es que que te pasar por alto o te subestimaran, en el segundo tendrás que conseguir un nuevo tutor o emanciparte, pues no creo que quieras seguir viviendo con tus familiares y ser más astuto que todos para hacer planes que te beneficien, la ventaja es que no tendrás que esconderte ni darle cuentas a nadie  -hablo ella parándose frente a Harry, lo cual se veía gracioso porque ambos eran bajos y Adhara era un poco más baja que Harry

-porque siempre le encuentras fallas a mis planes o tienes mejores ideas que yo- se quejo Harry

- porque me preocupo por ti y porque siempre piensas como un Gryffindor o un Slytherin y por qué soy así de gemial, además te tengo una tercer opción- dijo ella con burla

-cuál?, o grandiosa hermana- hablo Harry sonriendo con descaro

Adhara se quedó callada mirando a Harry con asombro, y pronto empezó a llorar, Harry se quedó atónito viéndola cuando reacciono y procedió a consolarla

-porque lloras? - pregunto entrando en pánico

- me dijiste hermana- susurro ente sollozos

- claro que sí, sabes que te quiero mucho y te considero mi hermana y mi única amiga- le dijo Harry con cariño

-también te quiero hermano mayor- murmuro ella

Ambos niños se quedaron sentados en el piso unos minutos, solo abrazándose hasta que Adhara se calmo

-entonces cuál es tu plan? - pregunto Harry

-es una combinación de los dos, finge no saber nada del mundo mágico pero no te ocultes o podrías jugar en las redes de alguien más, busca amigos o aliados poderosos para que te respalden y evites las manipulaciones que sin duda surgirán en ese mundo y tomes a todos por asalto- explico la niña su maravilloso plan

-a veces me preocupa que veas mucho anime y leas libros de torturas y psicólogia - suspiro Harry

Adhara solo se rio malévolamente para desesperación de su hermano y mejor amigo

-tu plan es bueno solo nos queda esperar, ir a Gringotts y reclamar el anillo de heredero de mi familia- suspiro Harry cansado, conspirar para entrar al mundo mágico era cansado

Ambos niños siguieron hablando hasta que se hizo tarde y se despidieron continuando con la rutina.

Mientras que en el mundo mágico las cosas habían cambiado durante la década que había pasado, los Lestrenge a pesar de estar lejos eran una de las cinco familias más ricas de Gran Bretaña, Regulus estaba viajando por el mundo y no había pisado Inglaterra en todo ese tiempo, mientras Alexander controlaba a su familia en Grecia y tampoco había pisado Inglaterra.

Mientas con Severus y los demás, las cosas iban bien, Severus era maestro en Hogwarts, Remus escribía libros para defensa contra las artes oscuras e historia de la magia, ambos eran muy apegados a Eileen quien se había convertido en una linda niña, sabía mucho de pociones y hechizos, se parecía mucho a Lily en actitud, era linda y encantadora pero también era vengativa como su padre, se llevaba bien con Draco y Theodore Nott, mientras que Sirius se había convertido en el jefe de la casa Black luego de la desaparición de su hermano consiguiendo el anillo de lord, y debido a eso la maldición que Dumbledore le había puesto para controlarlo se había roto, por lo que corto todo lazo con ellos luego de una gran pelea, pero como aún era padrino de Eileen le enviaba regalos cada cumpleaños y navidad.

Las cosas para Dumbledore no podían estar mejor, su plan estaba funcionando como él quería aunque había perdido un peón en Sirius no era del todo una mala perdida, pronto su pequeña arma estaría en Hogwarts donde él le pondría pruebas que necesitaba para que al fin pudiera derrotar a Voldemort y luego morir como un mártir  y el seria adorado como el maestro que guio al valiente héroe hacia su victoria o si no sería trágicamente asesinado luego de casarse y embarazar a una esposa que el elegiría y el sería el abuelo que lloraría al niño que veía como un nieto. Lo que la vieja cabra no sabía era que pronto encontraría fallas en su perfecto plan que afectaría el destino de todo el mundo mágico, y todo porque se creía insuperable y no había estudiado la línea familiar de los Potter, y no había revisado al niño que sería la caída de todos su planes cuidadosamente trasados.

Almas rotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora