Si Decido Quedarme // Ross Lynch [Editando]

Capitulo 22 "I will love you"

Termine de alistar mi maleta, el terminar con Justin había sido un shock para toda mi familia. En especial porque el ponía demasiado de su parte.

Una parte de mi sentía que por fin podía estar con él amor de mi vida, pero otra, no quería. Me había dado cuenta que amaba a ross y siempre lo había hecho, tal vez las cosas no sucedieron de la manera correcta, pero el corazón quiere lo que quiere.

Justin entró a la habitación mostrando una gran tristeza en su rostro.

—Tenías que hacerlo difícil Baldwin —Suspiro con tristeza.

—Espero que algún día me perdones, y logres entender que jamás fue mi intención lastimarte pero..

—Lo sé —Me interrumpió —Ojala pudiera lograr que me amaras del modo en que lo haces con el, pero creeme que esto es lo correcto, me duele dejarte ir, dejar ir a la mujer que amo, pero amar no es solo besos y sexo, se trata de creer, confiar y ser felices. Si tu felicidad está con Ross, tendré que aceptarlo —Acarició mi mejilla.

—Espero que encuentres a alguien que te haga muy felices, lo mereces, ahora tengo que irme, la fiesta para el cumpleaños de ross es en unas horas.

—No te preocupes por eso, el que se va soy yo —Sonrió tiernamente —La casa es tuya, es un regalo de compromiso, alquile un departamento, además regresaré a Canadá con mi familia, tengo que terminar el álbum.

—No —Negué con la cabeza —No podría aceptarlo.

—Vamos Baldwin, es la casa de tus sueños.

Reí con tristeza.

—Eres una gran persona, jamás olvides que serás muy importante para mí, no te mereces el dolor justin.

—Tengo que irme —Justin suspiro, evitando mis palabras. Salió de la habitación y lo último que escuché fue el motor de su lambo.

(....)

—Feliz cumpleaños al hombre mas precioso de este mundo —Abrace a Ross por detrás, susurrando en su oído.

La fiesta estaba comenzado, y como era de esperarse, la casa estaba repleta de personas, podría apostar a que sólo conocíamos a un 10%. Por primera vez, no temí en demostrar cuánto amaba a él pequeño rubio con el que crecí, la persona que siempre estuvo a mi lado en las buenas y en las malas. Sin darme cuenta, yo ya me encontraba enamorada de Ross Lynch.

—¿Y mi regalo? —Ross se giró, y nuestras miradas se encontraron, sus ojos brillaron más de lo normal, haciéndolo hermoso en cada detalle de su rostro.

—No me dio tiempo de conseguirlo, pero te lo compensarse —Lo abrace sin despegar mis ojos de sus lagunas color miel.

—Sabes que esta casa tiene millones de cuartos —Comenzó a jugar con mi cabello —Deberíamos de subir, solo para convensar —Una sonrisa se formó en sus labios, haciéndome reír.

—Claro, más si esa "conversación" incluye besos.

—Lo pensaré —Reí.

Ross tomó mi mentón, es como si el tratara de descubrí un acertijo en cada detalle de mi rostro. Y bueno, el, no podía ser más perfecto, su cabello rubio peinado a la perfección, y la preciosa sonrisa que iluminaba cualquier lugar donde el estuviera, en conclusión, Ross Lynch era todo lo que define a un ángel caído del cielo.

El acercó nuestros labios a centimetros , pudiendo sentir su respiracion golpeando mi rostro. Sonreí al verlo y después baje mi vista a sus labios, joder quería besarlo, y mucho.

—Hey Lynch, Feliz cumpleaños —Noah apareció por detrás dando un golpe en la espalda del rubio.

—Vaya, Noah siempre llegando de sorpresa —Ross rodó los ojos antes de reír.