Si Decido Quedarme // Ross Lynch [Editando]

Capitulo 30 "So Precious About It"

—Te extrañe tanto —Mi madre me abrazo fuertemente y segundos después mi padre también se unió.

—Yo también lo hice —me separe de ellos y sonreí sin mostrar mis dientes.

—No puedo creer que voy a ser abuelo, esto se merece una celebración con los Lynch.

—Eso sería una increíble idea papá, pero me temo a que tengo una semana muy ocupada —suspiré —tengo que ir al estilista en 2 horas, mañana tengo una sesion, y una alfombra roja por parte de los patrocinadores de la marca.

—Bueno entonces como mañana es martes y tienes la alfombra, tal vez el miércoles celebremos —mi madre sonrío.

—No puedo, tengo el desfile de Tommy y quería que ustedes estuvieran en la audiencia.

—Iremos, no tenemos nuestra agenda tan llena como tu —mi padre hablo serio

—Prometo que hablaré con Scooter para cancelar algunas reuniones.

—Tranquila cariño, tu padre y yo entendemos. Al menos pasaras la noche aquí como las otras veces que nos vienes a visitar ¿verdad?

—No puedo, en verdad lo siento mucho —quería estar con mis padres, hacía 7 meses que no los veía —Scooter  consiguió una casa para Ross y yo, quiere que nos mantengamos alegados de toda la farándula, y ahora comienza a sospecharse lo de mi embarazo, creo que es buena idea. Por el bien del bebé, no es bueno estrezarme.

—Bueno, cuando tengas tiempo para pasar con tus padres, estaré esperándote —mi papá se fue de la entrada principal desapareciendo por las escaleras que dirigían a la segunda planta.

—Entiéndelo, eres su pequeña hija, y el te ha extrañado mucho —mamá acarició mi mejilla.

—Creo que lo mejor será que me vaya, Ross esta esperándome en el auto.

(...)

Después de un largo día en el estilista y unas pesadas exenciones rubias, ya estaba de vuelta en la inmensa casa que habíamos comprado. Como ambos estábamos teniendo buenos ingresos económicos por parte del trabajo, fue muy fácil conseguirla y gracias a mi manager también.

Ahora que seriamos una familia, Ross y yo habíamos decidido comprar una casa  en L.A, Beverly Hills para cuando vacacionaramos.

además ambos ya éramos adultos y no podíamos seguir viviendo en la casa de nuestros padres.

—Fue un día muy pesado —Ross suspiro dejando caer todo su peso en la gran cama de nuestra habitación.

—Y que lo digas —Reí —¿me acompañaras mañana a la sesión? —Me senté sobre el poniendo una pierna en cada lado de su cuerpo

—Claro —Sonrió sin mostrar sus dientes.