Capitulo 42 "Souls"

109 10 1
                                    

Ross.

Siete meses de rehabilitación. Siete putos meses tratando de caminar sin caerme cada cinco segundos, siete meses en los que he tratado de mejorar mis secuelas lingüísticas sin forzar mi garganta, siete meses superando mis malditos traumas del accidente.

Mi frustración ha disminuído desde la pelea más fuerte que tuve con Hailey. Debe de pensar que soy un maldito desagradecido al gritarle de esa manera, y no hay día en el que no me arrepienta de lo que dije.

—Vamos cariño, recuerda tomarlo con calma —Mi prometida me sonríe mientras sostiene mi brazo izquierdo con fuerza.

—Claro, porque estar calmado me ha ayudado bastante —Digo con sarcasmo. Doy un corto paso para bajar las inmensas escaleras de la casa mientras me sostengo del barandal.

Hailey aprieta con fuerza mi brazo para cargar con mi peso cuando tropiezo con mis propios pies y caigo arrodillado al escalón siguiente. Por desgracia, la rubia cae conmigo, pero aún así sus manos no me sueltan.

—¿Te encuentras bien? —Me pregunta antes de sacudir el polvo de sus pantalones y levantarse.

—De puta madre —mascullo. La rubia se pone de cuclillas y vuelve a tomarme del brazo, con mucho esfuerzo logra que los dos estemos de pie.

—¿Podrías de dejar de ser negativo? Has progresado mucho estos tres meses —Pone sus ojos en blanco y niega con la cabeza antes de comenzar a sonreír.

—¿Dónde está la puta gracia?.

—Eres un terco, deja de quejarte como un abuelo y mueve esas piernas —sus ojos mieles me miran fijamente con el brillo que tanto me encanta —Verás que en menos de un mes podrás hacer todo lo que quieras por tu propia cuenta.

—¿O sea que solo soy un maldito estorbo aquí?, ni siquiera entiendo porque se empeñan en ayudarme —Evito sus ojos como un cobarde y veo mis pies.

—Lo que malinterpretaste no está ni cerca de tener sentido a mis palabras, Ross —estoy seguro que puso sus ojos en blanco —He esperado bastante por ti y te hemos apoyado en todo lo que está a nuestro alcance como para que te rindas ahora.

—¿Cuál es el chiste de despertar de ese puto coma? —Miro sus ojos y estos expresan decepción.

—¡Todavía lo preguntas! —Trata de gritar pero baja la voz —Tenemos un hijo juntos —Hace un movimiento con sus manos entre el espacio que nos queda señalandome a mí y después a ella —Tus hermanos se han matado entre ellos por estar contigo cada noche esperando a que despiertes.

—¡Debieron dejarme en el maldito auto! —grito y mi voz se corta de lo furioso que estoy.

—¿De verdad vas a ser un maldito egoísta? ¡Ni siquiera piensas en lo que todos sufrimos!

—¿Qué hay de lo que yo sufrí?

—Entiendo que tu dolor es terrible, pasar años sin saber nada de tu familia, enterarte que tienes un hijo de siete años y tus padres han muerto es horrible, pero no eres la única víctima aquí ¡No fuiste el único que sufriste!

—¿Me vas a hechas en cara tus llantos patéticos cada noche?

—¡No te atrevas a hablar de eso, Ross! —Su voz sigue siendo baja pero bastante amenazadora, al contrario de la mía que ha gritado para que todos los vecinos se enteren de nuestros problemas.

—Estuvimos cuidando de ti cada día y noche —Su voz se corta —¿Sabes cómo me sentía ver cómo te resucitaban cada ocho horas durante una maldita semana? El hecho de ver cómo tú corazón dejaba de latir y el temor de perderte —Me suelto de sus manos con fuerza y caigo sentado en uno de los escalones mientras ella sigue parada mirándome desde arriba —¿Sabés lo que tuvimos que pasar para que estuvieras completamente sano? Así que no me vengas con estupideces egoístas, se que estás sufriendo pero no puedes estar desquitando tu furia conmigo o Rocky.

Si Decido Quedarme // Ross Lynch [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora