Advertencias: angustia esponjosa y juvenil, pero apenas visible
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Decir que no eras una persona mañanera probablemente se consideraría un eufemismo. Absolutamente odiaste la mañana hasta tus entrañas. Despertar temprano no era para ti. ¿Gente tratando de conversar contigo? En general, terminarían huyendo asustados por el resplandor de la muerte que dispararías en su dirección. ¿Las chicas lindas que se despertaron frescas con el cabello ligeramente desordenado pero de una manera linda? Ese no eras tú. Por lo general, se despertaba con la marca de la almohada en la mejilla, la mitad de la cara roja por haber sido enterrada en dicha almohada, el pelo en todas direcciones, los ojos hinchados y la piel definitivamente no brillaba. Eras un desastre
Pero como te uniste a la iniciativa de los Vengadores hace unos meses, tuviste que cambiar esa actitud. Tenías que convertirte en una persona mañanera a menos que quisieras que Natasha te pateara el trasero durante el entrenamiento o que Steve te enviara corriendo 5k por golpearlo.
Después de unas semanas, todos habían llegado a un compromiso: todos te dejarían enfurruñarse en paz hasta que entras al gimnasio. Durante el desayuno, no se les permitía hablar con usted a menos que usted hablara primero. Pero cuando era tiempo de entrenamiento, tenías que mostrar motivación y mantener la boca sucia.
Parecía funcionar bien desde ahora. A decir verdad, la vida alrededor del complejo era fácil ahora. Al principio era un poco intimidante estar rodeado de gente tan increíble cuando eras un simple ser humano. Pero realmente sentiste que eras parte del equipo. Llevarse bien con todos había sido bastante simple teniendo en cuenta que tenía intereses comunes con todos: su pasado en el ejército hizo que tú y Sam hicieran clic de inmediato, lo que también llamó la atención de Steve. Tus habilidades de lucha cuerpo a cuerpo despertaron el interés de Nat, incluso afirmó que eras su compañera de entrenamiento favorita. Sabías lo suficiente sobre tecnología para intercambiar opinión con Tony, pero fuiste muy buena siendo igual de sarcástica que él, lo que encontró extrañamente estimulante. Wanda era la persona con la que tenía las interacciones más normales. Siendo aproximadamente de la misma edad, solían salir juntas la mayoría de las veces,
Sí, te llevabas bien con casi todos en la torre. Todos menos Bucky. No sabías lo que le habías hecho, o incluso si era personal o si simplemente no le gustaba la gente, pero el chico nunca compartió más de tres palabras seguidas contigo. La mayoría de las veces terminó evitando mirarte cuando estabas en la misma habitación o incluso huyendo si te unías a un grupo en el que él estaba. Estaba creando frustración dentro de ti porque Bucky realmente parecía un chico dulce y decente.
Sabías lo suficiente sobre su pasado y todo lo que pasó para admirarlo. Sabías que él tendría mucho que enseñarte si eventualmente se dignó hablar contigo. Y otro detalle molesto sobre él era que tenías que admitir que no te dejaba indiferente.
