Capítulo VIII

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"Se tu mismo"



Corrió hasta donde sus pies podían llegar.
De sus ojos salían lágrimas y de sus labios palabras incomprensibles que se asemejaban a quejidos.
Estaba preocupado y más que nada, asustado.
Asustado de lo que podría haberle pasado a Roger, de que la persona que lo rapto pudiera hacerle daño, estaba asustado de que ya no estuviera con vida.
Sabía que el precio sería alto para alguien que quisiera "liberarlo", y no estaba seguro de que esa palabra fuera la más apropiada.
Roger no conocía a nadie más que a él, no confía en nadie más que en el.
Era su amigo y hermano, se conocían desde hace tanto tiempo que ese lazo de amistad pronto se convirtió en hermandad.
Por lo tanto, le aterraba la idea de que algo le hubiera pasado.
Roger era fuerte y valiente, sabía que lograría escapar, pero, y si no fue así?
Y si estaba herido?
Recordó lo que el viejo le había dicho, un demonio había sido el único que había sido capaz de liberarlo y si era así, no quería enterarse del precio que debía pagar.

Tanto fue su caminar que llegó rápidamente al pueblo, donde un puñado de personas, caminaban de un lado a otro, dándole muy poco espacio para moverse con libertad.
Casi gateando llegó a una parte más despoblada, el mercado para ser más exactos.
Camino entre la gente y comenzó a preguntar por el joven rubio.

- Disculpe, no ha visto a un joven rubio, bien parecido, tiene los ojos azules y parece tener sueño todo el tiempo, es casi de mi estatu...
- Lo siento, no lo he visto - respondió la mujer que John había detenido en la calle, dejándolo hablando solo.

Así sucesivamente fue preguntando a diversas personas que transitaba por ahí, siendo ignorado por la mayoría y negado haber visto al muchacho en más de una ocasión.
Cansado, se recargo en una pared, suspirando con pesar y tomando con desespero su cabello castaño.
De pronto, un pequeño niño hizo que este prestará atención, acercándose a su oído.
- Yo se donde está su amigo, hace unas noches, llegó herido a la plaza y lo llevaron al médico.
- Quien lo llevo? Donde se encuentra?? - preguntó en un susurro.
- En la casa del médico, a unos pasos de aquí, lo llevaron dos hombres castaños. Uno tenía un bigote extraño y el otro el cabello rizado.

Rápidamente intuyo de quién se trataban, y agradeciendo al pequeño con unas monedas se dispuso a caminar de prisa hacia la casa del médico, con la esperanza de que Roger estuviera ahí.

Rápidamente intuyo de quién se trataban, y agradeciendo al pequeño con unas monedas se dispuso a caminar de prisa hacia la casa del médico, con la esperanza de que Roger estuviera ahí

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El cuidar de una persona enferma siempre es un desafío. La insertidumbre de su mejoría es un peso que se debe cargar y para Brian ese peso le estaba costando demasiado.

Había dormido junto al joven, para que esté tuviera a alguien si es que despertaba y necesitaba algo.
Tomo su mano y en un pestañeo se quedó dormido.
Así paso gran parte de la noche hasta que el sonido de voces a lo lejos lo hizo despertó, caminando con sigilo hasta la puerta, para escuchar de que se trataba.

- Quiere un poco de té, su majestad?
- No me gusta que me llames así, solo dime Frederick, Jim.

El mencionado dejo la tetera sobre la mesa y miró al pelinegro que tenía sentado justo frente a el.
Tenía una revolución de sentimientos que no lograba comprender con exactitud. Sentía felicidad, eso era cierto, de volver a ver al príncipe, pues en realidad lo extrañaba, pero después de lo que había pasado, no estaba tan seguro de que su visita fuera la más adecuada.
Por otra parte, el príncipe si que estaba feliz de verlo de nuevo.
La situacion en la que había sucedido su reencuentro había sido una enorme sorpresa para el, pues sabía que Jim no querría verlo si este solo se lo proponía.

A Kind Of Magic ✨| Brian May x Roger TaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora