A Kind Of Magic ✨| Brian May x Roger Taylor

Capítulo XIV

Time waits for no one...

Aveces pensamos, que la madurez, depende de nuestra edad, de los años que valientemente hemos vivido, creemos que nuestras experiencias vividas son garantía de que somos grandes, de que hemos crecido, pero solo nos enseñan que existe el aprendizaje, y es todo lo que debemos saber...

Cuando Brian se dispuso a contarle el plan al pequeño, resultaba bastante sencillo, pero las acciones siempre son más difíciles que las palabras, y de eso Roger estaba completamente seguro.
Aunque el trabajo era arriesgado, tenía que ejecutarse lo antes posible, ya que cada segundo cuenta y en este caso, mucho más que cualquier otro.

Sentía rabia y dolor al mismo tiempo, sabía lo que tenía que hacer, pero había algo, algo que lo detenía y frenaba sus acciones, y ese era su amigo Freddie.
El se había portado tan bien con el, pero ahora sentía que no podía hacerle eso, que debía prevenirlo y pedirle su ayuda también.

Después de algunos días con ese sentimiento en el pecho, sin tener el valor de hablar con Frederick, por fin se dispuso a aclarar lo que tenía que decir.

- Freddie, eres feliz aquí con nosotros?
La pregunta tomo por sorpresa al pelinegro, que se encontraba tomando una apacible taza de té, rápidamente limpio las comisuras de sus labios y suspiro con pesadez.

- Si,más de lo que imaginas, siento que por fin encontré a las personas adecuadas, las que estuve buscando toda mi vida.
Anteriormente había experimentado esa sensación al conocer y tratar a Jim,  Ah! Jim, lo quiero mucho.

El rubio al escuchar lo mencionando, arqueo una ceja sarcástico y lo empujó levemente, para luego seguir bebiendo té.

- No le malentiendas Roger, es una de las personas que mejor me ha tratado y no solo por ser de la realeza, al igual que ustedes.
Ustedes me ven por lo que realmente soy y no solo por la ropa que vista.

Esas palabras hicieron eco en el corazón del rubio quien le sonrió cálidamente y tomo su mano por encima de la mesa, para luego continuar.

- Sabes que nosotros te apreciamos por lo que eres, y sabes, que no habría ningún problema si, incluso, quisieras a Jim, sabes, de otra manera.

Las palabras de Roger hicieron que el príncipe tociera abruptamente y casi escupiera su té en la cara del sorprendido rubio.

- Frederick, por Dios estás bien? - soltó mientras lo miraba y palmeaba su espalda

- Como se te ocurre que podría querer a Jim de esa manera! Eso solo es de gente enferma y de mente retorcida.