ERES PARA MÍ [дʟʟ х Ноѕеок]

Cap. 4 [Máscaras]

Eran los únicos en el estudio, un espacio reducido, el chico misterioso aun en la puerta. Hoseok intentó mirar a otro lado y no dejar que esa sensación terrible se alojara en su estómago, dejó la taza y le sonrío.

El pelinegro reprimía esas ganas de salir corriendo, intentar desaparecer...desde siempre su sueño había sido vivir en una isla remota.

Por los altavoces de la radio, empezó a sonar una música ambiental. Era una interpretación nostálgica de la canción "Slow dancing in the Dark" de Joji. La melodía intentaba calmar al pelinegro, pero en realidad lo turbó; el de mayor altura se acercó al ver que Hoseok permanecía inmóvil.

— ¿Te encuentras bien? — preguntó el castaño acercándose a Hoseok.

— Estoy bien, ¿Vienes por la entrevista?

— Sí, aunque puedo venir en otro momento. No quisiera molestarte.

— No lo haces, soy Hoseok

— Jungkook. — El menor intentaba mostrarse tranquilo y amable.

El ahora presentado Jungkook estrechó su mano, haciendo que Hoseok se sienta inestable, pero aun así lo tomó... el locutor comenzó a recordar todo lo que había aprendido con su psicólogo, trataba de llenar su mente de recuerdos agradables y no de desgracias súbitas.

<<Él no era un culpable solo tenía que seguir avanzando, nadie lo juzgaba>>...

—Puedes sentarte. — Esperó que el chico se acomode en la amplia silla giratoria para empezar las preguntas.

— ¿Te sientes nervioso?

Jungkook no habló en tono crítico, pero así lo interpretó Hoseok. Tenía la sensación de que el castaño había partido el mundo en dos, y que toda su seguridad se iba a la borda.

— Lo siento... Estoy nervioso. — confesó.

— ¿Tú no eras el encargado de las entrevistas, verdad?

— Realmente no.

— Eso me causa más seguridad, no debes estar intranquilo... — sonrió— También es mi primera entrevista, mi madre me animó a participar, dijo que estas oportunidades no se daban dos veces y pues aquí estoy.

Jungkook lanzó una suave carcajada, pero en los labios del mayor no se dibujó ninguna sonrisa, más bien unas pesadas lágrimas comenzaban a resbalar por sus mejillas.

— Yo...— el menor enmudeció al ver a Hoseok emitir un sollozo,no sabia que habia hecho, pero sintió un poderoso impulso de abrazarlo, de consolarlo de alguna manera, de arreglar las cosas.

Se acercó con la intención de estrecharlo en sus brazos, pero la puerta comenzó a abrirse, haciéndose presentes Siwon y Heechul.

— ¡Oh por dios, Hobi!— Heechul reaccionó como una madre, abrió sus manos quitando del medio a Jungkook y aferró a Hobi quien se quebró.