Cuento | sin título, por Irina Jagodzinskaya

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Irina Jagodzinskaya. Amante del cine mudo, clásico y cine de oro mexicano. Medievalista, marginada. Ama el queso.


"Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte", pensó Fritz mientras tocaba la superficie fría del espejo, que le devolvía una mirada ausente y fúnebre. —¿Qué pasaría si me encontrara con un doble, con una persona idéntica a mí? —dijo en voz alta mientras un suave escalofrío recorría su nuca y erizaba sus cabellos—. Definitivamente, no me gustaría nada —se respondió, mientras tomaba de su cama una bufanda. La colocó en su cuello y se lo envolvió con ella; sin embargo, al colocar el extremo sobre su hombro, sintió un leve jaloneo que rápidamente se convirtió en un fuerte tirón que lo ahogaba y arrastraba hacia atrás. Sintió unas manos frías que lo tiraban. Fritz intentaba desasirse de esas manos, pero era imposible, se sintió pasar a través de una bruma fría y cayó de espaldas. Cuando se levantó, vio su pequeño cuarto y se vio a sí mismo colocádose la bufanda en el cuello, Fritz estiró un brazo y sintió el frío espejo, abrió la boca para emitir un grito y vio con horror cómo el ente volteaba y le lanzaba una sonrisa siniestra y burlona mientras con un puñetazo rompía el espejo, dejando a Fritz atrapado en cada uno de esos pequeños pedazos.

Febrero 2018Where stories live. Discover now