Entrevista 2
- Hola, disculpe por haber llegado tarde ¿Esta bien si me siento aquí?
- Por supuesto, no hay problema -contesta el periodista- Pensé que reunirnos en un café era mejor dado la amplitud de espacio y mentes alrededor, ya que me explicó sobre su... condición.
- Si, claro, no se preocupe. No me molesta para nada.
- Muy bien...ehh... ¿Esta bien si grabo la entrevista? Creo que es lo mejor para transcribirla después.
- Como usted prefiera. No sé nada de eso, así que... usted simplemente haga su trabajo.
El periodista asiente y revisa su pauta.
- Muy bien, usted afirma que... tiene un superpoder.
- Yo no lo llamaría superpoder, creo que don o habilidad es más apropiado.
- Sí, disculpe. Usted tiene un don, ¿Le gustaría decirnos sobre qué es?
- Tengo... la habilidad de ver más allá de lo simple y mundano en el mundo, y conectar con... entidades extrañas.
- Continúe, por favor ¿En qué sentido extraño?
- Entre nosotros hay... cosas que no todos pueden ver.
- ¿Fantasmas?
- Sí, espíritus, pero además de eso hay otras cosas confusas que no han sido otorgadas al ser humano común, tal vez por razones de seguridad.
- ¿En eso entra lo que usted me explico sobre las mentes ajenas y...?
- Sí
- Bien...ehh... Hablemos de esas "entidades" ¿Desde cuándo los ve?
- Desde siempre, creo. No recuerdo cual fue la "primera vez", creo que siempre estuve muy consciente de su existencia, lo cual era normal para mí. No me asustaba ni me incomodaba porque los conocía.
- ¿Cuándo fue la primera vez que hablo con ellos? ¿Cuándo interactuó?
- Creo que cuando me mandaron a casa de mi abuelo en verano. No fue para nada una buena experiencia.
- También fue la primera vez que se sintió violentada por su presencia, ¿no?
- Sí -acepta ella- y fue cuando lo conocí a él.
Historia 2
Era una casa gigante, antigua, de esas que tienen muchos corredores, altas paredes, polvo por todas partes e incluso un gigantesco sótano. Allí vivía mi abuelo. Mi madre había decidido enviarme allí luego de que mi padre ganara un viaje por una semana a la playa, todo pagado, para dos personas. Mi hermano mayor se quedaría con mi tía Susan y yo debía quedarme con mi abuelo. Axel y yo peleábamos tanto que mamá prefería dejarnos separados. Sinceramente prefería quedarme con mi tía Susan, aunque fuera algo paranoica y descuidada, al menos tenía expresiones faciales, hablaba, y no parecía un cadáver putrefacto que penaba por la casa como el abuelo. Sé que Axel sabía eso, ya que cuando lo fueron a dejar a la casa de la tía, lo último que hizo antes de que me llevaran a la casa de mi abuelo fue sacarme la lengua. No nos llevamos muy bien.
En ese entonces yo tenía 10 años... no, tal vez menos ¿9? ¿10? Bueno, el caso es que entre esa edad. Mi hermano era 3 años mayor que yo, por lo que debería haber tenido entre 13 o 12 más o menos, ya no recuerdo. Mi madre me deja allí, me da un beso en la mejilla seguido por un "Pórtate bien" y se va, dejándome con este espeluznante personaje, el padre de mi padre. Él me mira desde la altura y se retira a encerrarse en su oficina. Tantos colores opacos, sombras y oscuridad hacían que mi pelirrojo cabello sea lo más colorido de esa casa. No sé si me sentía feliz por eso.
Al principio de las horas todo era muy aburrido. Una señora muy simpática, la señora Kindergarten, la ama de llaves, me preparaba en la mañana unas tostadas con huevos revueltos junto con un jugo de naranja. Al almuerzo pollo, a veces fideos, legumbres o sopa. Y luego una pequeña merienda como galletas, pasteles o algo dulce para acompañar el té. Mi abuelo nunca nos acompañaba, por alguna razón. Solo se encerraba en su oficina, haciendo quien sabe qué, fumando de su pipa. Parecía un vampiro, ya que se escondía del sol y pasaba encerrado, con una piel muy pálida y ojeras gigantes, lo que me hacía tenerle más miedo. Seguramente Axel se hubiera reído de mí al escuchar eso, pero no me importaba.
¿Dónde estaba? Oh sí, la casa. Igual encontraba formas de entretenerme, ¿sabes? Había un gato tuerto afuera en el jardín, con el cual jugaba cuando había sol. Y la verdad es que sabía manejarme muy bien durante el día, con la ama de llaves, el gato tuerto y mi imaginación. Pero en las noches era lo peor.
Ahora, no sé si hay algo en la oscuridad que hace ver todo horrible y más aterrador. Pero puedo asegurar que cuando ellos aparecían, la mayor parte de las veces, era en las noches. Y algo había en esa casa que los hacía aparecer el doble, no, ¡triple de lo usual! Y para una niña de 9, 10 años, como sea, era escalofriante. Era como si la casa fuera poseída, con sombras y monstruos en esos pasillos, creando eco. Yo me quedaba en la cama, pero era imposible dormir, por esto.
Si me tapaba hasta el cuello, escuchaba gemidos, gritos, pasos moribundos, voces, y sentía como me tocaban o tiraban mis sábanas. Era imposible dormir, por eso todos los días, a las doce de la noche, me levantaba de la cama, con linterna en mano, a hacerles frente a los que no me dejaban dormir. Creo que a partir de esas experiencias fui perdiendo el sueño en absoluto por culpa de las pesadillas, o como dijo mi tía, cuando vas creciendo tu mirada se amplía, lo que lo encontraba razonable, ya que hace unos pocos días había sido mi cumpleaños.
Entonces, la primera noche, tomé mi linterna y salí al pasillo a enfrentarme con los que me estaban molestando.
- ¿Quién anda allí? -pregunte hacia el oscuro pasillo, pero nadie respondió- Sé que hay alguien allí.
El silencio fue su respuesta. Comencé a caminar descalza por la madera crujiente. Presencias detrás de mí, corriendo, gritando, persiguiéndome. Debido al pánico comencé a correr por el pasillo, sintiendo pisadas, garras y dientes queriendo atraparme y tragarme entera.
Decidí correr de vuelta a la habitación, cerrando con llave la puerta, sentándome sola en la cama hasta la mañana. Recuerdo llorar del miedo, intentando no hacer ruido, gimiendo: "Ellos vienen por mí". Sin embargo, una presencia comenzó a desterrar a aquellos monstruos. Una presencia cálida y que sentía conocida.
Allí fue cuando nos conocimos Oxímoron y yo.
YOU ARE READING
~ C O N E C T A D O S ~
Teen FictionJune Hill siempre ha sido un poco fuera de lo normal, ya que puede ver cosas que el resto no, sin embargo, su vida cambia drásticamente al vincularse a una entidad llamada Oxímoron (alías Ox), un ser inmaterial con una serie de poderes psíquicos y e...